Lectura rápida: ¿se puede realmente absorber más en menos tiempo?

Conocé y aprendé las técnicas modernas y consejos clásicos para leer de una manera más eficiente sin perder la comprensión.

Lectura rápida: ¿se puede realmente absorber más en menos tiempo?

Por: Facundo Correa

 En la actualidad, leer rápido es una habilidad que muchos anhelan dominar por el simple hecho de que vivimos en un mundo donde la información es mucha y el tiempo poco.

Aunque parezca un concepto moderno, la idea de leer más rápido tiene raíces históricas. Durante la Segunda Guerra Mundial, se desarrollaron métodos de lectura veloz para los militares, quienes necesitaban procesar grandes cantidades de información en poco tiempo. Hoy en día, herramientas tecnológicas como aplicaciones y cursos especializados prometen resultados sorprendentes.

Sin embargo, surge una pregunta crucial: ¿es posible acelerar el ritmo sin sacrificar la comprensión?. Especialistas en el tema, señalan que es un gran error creer que más siempre es mejor. Al forzar a nuestros ojos y mente a procesar palabras a una velocidad de vértigo, el resultado será una lectura superficial.

Al leer despacio, nuestro cerebro tiene tiempo de procesar, de hacer conexiones, de tener ideas, de preguntarse cosas. Por otro lado, la lectura rápida convierte esa lectura en un monólogo apresurado, donde se lee sin parar y tan rápido que no se termina entendiendo absolutamente nada.

La lectura rápida no te permite comprender al 100% el contenido

Te puede interesar: Porqué leemos tan poco y escribimos tan mal

Especialistas recomiendan que la lectura rápida sea utilizada para los textos informativos o técnicos, pero para la literatura o textos complejos, sugieren que ralentizar el ritmo y utilizar una lectura normal puede ser clave para disfrutar y comprender mejor. 

Es esencial entender las limitaciones y no perder de vista el propósito de la lectura: aprender, reflexionar y disfrutar. La clave está en encontrar un equilibrio entre la velocidad y la comprensión que se adapte a tus necesidades y estilo de lectura.

Es importante encontrar un equilibrio de lectura

4 consejos de cómo leer y comprender más rápido

1. Eliminar la subvocalización: Es un acto reflejo que tenemos de repetir mentalmente aquello que vamos leyendo. Esto hace que no leas todo lo rápido que podrías. Si conseguís eliminar este hábito verás que únicamente con esto vas a leer mucho más rápido.

2. Saltos entre grupos de palabras: El segundo consejo consiste en no leer las frases palabra por palabra. Se trata de hacer pequeños saltos con la vista al leer las frases y agrupar mentalmente pequeños grupos de entre dos y tres o hasta cuatro palabras.

3. Utilizar una guía: El dedo, un bolígrafo o una regla para señalar las palabras que vas leyendo.

4. No releer: Si lográs, de forma consciente estar concentrado al 100% en la lectura y evitar releer, vas a ver como ganas muchísimo más tiempo y por consiguiente leerás más rápido.

Esta nota habla de: