La Rosa de Jericó: cualidades de una planta cautivante y poderosa

Esta planta es conocida por su capacidad de resistencia y por poder "revivir" tras la sequedad.

La Rosa de Jericó: cualidades de una planta cautivante y poderosa

Por: Martín Arrojo

La Rosa de Jericó es una planta fascinante que ha cautivado la atención de jardineros, creyentes, místicos y personas en busca de bienestar a lo largo de los siglos. 

En este sentido, según sitios especializados, esta planta llama la atención principalmente por su capacidad para revivir después de periodos de sequía extrema y es por esto que se ha convertido en un símbolo de resurrección, magia y renovación.

Características principales de la Rosa de Jericó

Esta planta es originaria de las áridas tierras del Medio Oriente y el norte de África. Su nombre científico es "Anastatica hierochuntica" y no es una rosa verdadera, sino un helecho que puede pasar por largos periodos de desecación sin morir. 

Su nombre proviene de la ciudad de Jericó, en Palestina, famosa por su vinculación a historias bíblicas. Aunque no es exclusivo de esa región, es allí donde se popularizó durante la Edad Media, dándole una fama casi mítica.  Su resistencia a la sequía, transformándose de una planta un tanto apagada a un verde vibrante con solo agregarle agua, se ha asociado a la idea de la resurrección y el renacimiento. 

 Esta planta puede pasar por largos periodos de desecación sin morir.

La Rosa de Jericó está rodeada de leyendas que le confieren propiedades extraordinarias. Se cree que esta planta tiene poderes mágicos, siendo utilizada por místicos, chamanes y alquimistas para atraer suerte, amor, prosperidad y curaciones. 

En varias culturas, se considera un amuleto poderoso que puede bendecir hogares y negocios, proteger relaciones amorosas o incluso mejorar la suerte de los hijos en su vida. 

Cuidados importantes de la Rosa de Jericó

La Rosa de Jericó es una planta resistente que se adapta a diversas condiciones, pero para que florezca en su máximo esplendor es importante seguir algunos cuidados:

- Exposición al sol: Esta planta necesita al menos 8 horas de sol directo para prosperar, ya que está acostumbrada a los desiertos áridos. No obstante, también puede sobrevivir en lugares donde no reciba luz solar directa, siempre y cuando tenga buena iluminación.

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- Riego: Aunque soporta largos periodos de sequedad, es crucial regarla tres veces por semana cuando el clima es caluroso, y una vez si la humedad ambiente es alta. Si se cultiva en una maceta, es conveniente sumergirla en agua para asegurar que reciba suficiente humedad.

Es un símbolo de resurrección, magia y renovación..

- Temperatura: La Rosa de Jericó no tolera bien las temperaturas frías por debajo de los 16ºC, por lo que se recomienda cultivarla en interiores o protegerla del frío invernal.

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- Ubicación: Esta planta puede crecer en casi cualquier tipo de suelo, desde arenoso hasta arcilloso, y es ideal para sembrarla en macetas, lo que permite protegerla del frío y cambiarla de lugar cuando sea necesario.

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