Desde monedas antiguas hasta figuritas de acción, coleccionar es más que un pasatiempo: es un reflejo de nuestra mente y emociones.
La psicología del coleccionismo: ¿por qué acumulamos objetos?
El coleccionismo, es un arte que se encuentra presente en la humanidad desde hace siglos. Coleccionar objetos, dejó de ser un pasatiempo y se convirtió en una práctica que revela emociones, recuerdos y conexiones con el mundo que nos rodea.
Desde las primeras civilizaciones, que las personas acumulan objetos, ya sea por su valor sentimental, histórico o práctico. Por ejemplo, en la antigüedad, los faraones egipcios coleccionaban joyas y artefactos que reflejaban su poder y legado, mientras que en la actualidad, colecciones más modernas incluyen desde cómics hasta discos de vinilo. Pero, ¿qué es lo que motiva este comportamiento tan común y fascinante?.
Según psicólogos, el coleccionismo satisface necesidades fundamentales como la búsqueda de identidad y el deseo de preservar el pasado. Además de ser una fuente de entretenimiento, coleccionar puede mejorar el bienestar emocional, ayudar a reducir el estrés y proporcionar un sentido de propósito que nos conecté con una parte esencial de nuestra humanidad.
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3 razones por las cuales coleccionamos objetos
1. Un vínculo con nuestras emociones: El coleccionismo suele estar ligado a experiencias personales. Por ejemplo, muchas personas comienzan a coleccionar objetos relacionados con su infancia, como juguetes o cómics, para reconectarse con momentos felices. Esta práctica también puede ser terapéutica, ayudando a superar pérdidas o a manejar el estrés.
2. El sentido de logro y orden: Para muchos, coleccionar es una manera de imponer orden en el caos. Completar una serie o encontrar una pieza única genera una sensación de logro y satisfacción. Además, la organización meticulosa de una colección puede ser tan gratificante como la colección misma.
3. Impacto económico y cultural: Las colecciones pueden trascender lo personal y convertirse en legados culturales o inversiones económicas. Desde museos llenos de artefactos históricos hasta subastas millonarias de tarjetas deportivas, el coleccionismo también conecta a las personas con comunidades más amplias que comparten sus intereses.
¿Cuándo el coleccionismo se vuelve un problema?
Según especialistas, el coleccionar deja de ser positivo cuando se transforma en una acumulación compulsiva. Esto significa que la persona tiene una dificultad continua para tirar o deshacerse de sus pertenencias y comienza a guardar o acumular progresivamente una gran cantidad de objetos, independientemente de su valor real.
Cuando ocurre esto, la acumulación de objetos interfiere con la vida diaria y causa un gran desorden o estrés. Saber diferenciar entre un coleccionista apasionado y un acumulador es clave para así evitar problemas.