Desde los autorretratos de artistas renacentistas hasta los filtros de Instagram, el deseo de inmortalizar nuestra imagen evoluciona con la tecnología.
La evolución del selfie: de la pintura al retrato digital
Aunque el término "selfie" nació en la era digital, la práctica de capturar nuestra propia imagen tiene raíces mucho más antiguas.
Los primeros autorretratos, realizados por artistas renacentistas, reflejaban no solo el deseo de inmortalizarse, sino también una exploración del ego y la identidad.
Hoy, con las cámaras en nuestros celulares y las redes sociales como excusa, el selfie mas que una foto es una herramienta de expresión y conexión social. Sin embargo, su evolución es testimonio de cómo el arte y la tecnología han moldeado nuestra relación con nuestra propia imagen a lo largo de los siglos.
En la antigüedad, los artistas y las personas creaban autorretratos a través de diversos medios, como la pintura, la escultura y el dibujo. Estos primeros autorretratos sirvieron para diferentes propósitos, incluida la autorrepresentación, la documentación de la apariencia y la expresión personal.
Fuentes históricas, confirman que el selfie más antiguo es de Robert Cornelius, quien tomó esta imagen en 1839 cuando tenía de 30 años, en su tienda de lámparas en Filadelfia, Estados Unidos. La tecnología de aquel entonces hizo que tuviera que estar de pie unos 15 minutos para poder tomar la foto.
El selfie digital, el boom de las redes sociales
El siglo XXI marcó un antes y un después con la llegada de los smartphones y las redes sociales. La primera cámara frontal de un móvil apareció en 2003, y desde entonces, el selfie se convirtió en una tendencia global. Plataformas como Instagram, Snapchat y TikTok llevaron esta práctica a niveles masivos, añadiendo filtros, efectos y herramientas de edición que transformaron el selfie en un arte propio.
¿Por qué nos gusta tanto sacarnos selfies?
Sacarse una selfie, no solo es una forma de retratarse, sino también de conectar con los demás. Estudios psicológicos, sugieren que esta práctica está vinculada al deseo de pertenencia y validación. Publicar la foto y recibir un "me gusta" activa el sistema de recompensa del cerebro, generando una sensación de satisfacción y autoestima.
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El futuro del selfie, realidad aumentada y metaverso
La realidad aumentada, permite agregar a las selfies capas de creatividad con filtros cada vez más complejos. Mientras que el metaverso promete llevar nuestra imagen al siguiente nivel, con avatares personalizados y entornos virtuales donde el "selfie" será tridimensional y totalmente inmersivo.