En la nota te contamos la historia de este producto nacional y de la empresa que lo creó en el año 1988.
Kani kama: este fue su origen y así se hace el producto argentino
El Kani kama es un producto que viene ganando protagonismo en los últimos años pero hay muchas personas que no saben con exactitud de qué está compuesto y de donde viene. En este sentido, e intentando aclarar el panorama vale mencionar que se trata de una marca nacida en 1988 y que ha sido considerada un genérico para nombrar al producto. Su receta está inspirada en una preparación japonesa y con su éxito se encontró con numerosas imitaciones.
La encargada de dar origen a este producto fue la pesquera Santa Elena y la fábrica está ubicada en Puerto Deseado, Santa Cruz. Su fundador es Alfredo Pott, que inició su emprendimiento casi como una continuación de un trabajo anterior. Es decir, se trata de una marca registrada que nació en la Argentina y que lleva más de tres décadas en el mercado.
El Kani kama viene ganando protagonismo en los últimos años.
¿De qué está hecho y cómo surge el Kani kama?
Si bien no son pocas las personas que lo han confundido con un tipo de pescado, el Kani kama en realidad es la adaptación de una antigua receta japonesa.
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La idea del Kani kama surgió recién en 1988 tras un viaje de Alfredo Pott a Japón. Ahí visitó una planta productora de surimi, una preparación de proteína de pescado libre de grasas, aprendió la receta y la trajo al país para adaptarla al paladar argentino. Los buques de la compañía pescan langostinos y merluza de cola en las frías aguas australes, lo convierten en surimi ahí mismo y luego este pasa a la planta santacruceña para darle el proceso final.
Es una receta inspirada en una preparación japonesa.
En realidad, básicamente, se trata de palitos de pescado con sabor a centolla - un tipo de crustáceo que vive en aguas templado-frías - y de ahí, en parte, se desprende su nombre. Kani, en japonés, significa cangrejo, mientras que kama proviene de kamaboko, un alimento típico de Japón al cual se le eliminan todas las grasas, al igual que sucede con el surimi.
El Kani Kama llegó a límites impensados
El Kani kama rápidamente tuvo éxito entre los consumidores argentinos y Santa Elena empezó a exportar a Brasil, Chile y España.
En su época de esplendor la marca llegó a producir cerca de 12.000 toneladas por año y solo un 30% tenía destino interno. De los tres empleados pasó a cerca de 500 trabajadores y de un barco alquilado a siete naves pesqueras. Hoy la firma forma parte de Grupo Pesel, que engloba a otras compañías del rubro como Pesquera Beagle y Yuken SA.
Básicamente se trata de palitos de pescado con sabor a centolla.
Según su sitio oficial, Kani kama se comercializa en tres presentaciones: tradicional, ahumado, especial para ensaladas y patagónico. El furor del producto también llevó a que aparecieran versiones más económicas que llegaban desde Taiwán y Corea del Sur.
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