Existen actitudes que debés evitar al criar un gato, con estas recomendaciones lograrás una convivencia armoniosa y saludable con tu felino.
Los seis errores más comunes al criar un gato
Criar un gato puede ser un desafío. Muchos dueños cometen errores simples pero corregibles, como tratar a sus gatos como si fueran perros, darles comida que les hace daño o esperar que sean obedientes por sí solos. En este artículo, aprenderás sobre seis errores comunes en la crianza de gatos de la mano de los experto del sitio Mis animales, para evitar estas situaciones logrando una relación armoniosa y saludable con tu mascota.
1. Darle leche de vaca para beber
¿Sabías que los humanos somos los únicos que seguimos bebiendo leche después del destete? A diferencia de nosotros, los gatos no necesitan leche después del destete, ya que su cuerpo no está preparado para digerirla ni asimilarla. Existe un mito de que los gatos beben leche, pero en realidad no es cierto.
2.Tratarlo como a un perro
A menudo asumimos que perros y gatos son similares, pero en realidad son muy diferentes. Tienen personalidades, caracteres y comportamientos distintos, por lo que requieren un trato diferente. Por ejemplo, los perros son más dependientes, mientras que los gatos son más independientes. Los gatos no necesitan sentirse parte de un grupo, a diferencia de los perros que son animales de manada. Además, los perros aprenden órdenes fácilmente y son leales e incondicionales.
3. Gritarle o castigarle
Los gatos pueden ser indiferentes y a veces, incluso cuando les hemos enseñado órdenes, es posible que no nos presten atención, lo cual puede resultar frustrante. Sin embargo, gritarles o castigarlos solo generará miedo en ellos. A diferencia de los perros, los gatos son orgullosos y pueden guardar rencor, por lo que no olvidarán fácilmente si los has tratado mal y no correrán a tus brazos como si nada hubiera pasado.
4. Pensar que no es adiestrable
Es cierto que los gatos aprenden ciertas pautas básicas de su madre y sus hermanos desde que nacen, pero eso no significa que puedas simplemente dejar pasar el tiempo sin más, ya que aún tendrás que enseñarles órdenes. Muchos creen que los gatos no pueden aprender como los perros a responder a nuestra llamada, dar la pata, quedarse quietos cuando se les indica, entre otras cosas. Si bien es cierto que ambas especies son diferentes y que los perros aprenden más rápido, los gatos son muy capaces de aprender. De hecho, debes enseñarles, ya que esto mejorará la convivencia contigo y contribuirá a su desarrollo.
5. Adoptarlo antes de tiempo
Uno de los errores más comunes en la crianza de los gatos es separarlos demasiado pronto de su madre. Esto ocurre especialmente con los gatos de raza, ya que los criadores buscan obtener beneficios rápidamente. Al hacer esto, se pasan por alto procesos esenciales para el desarrollo adecuado del felino. En los perros, esta etapa se llama imprinting, y aunque en los gatos no tiene el mismo nombre, tiene un efecto similar en sus vidas. Durante este tiempo, los cachorros aprenden a relacionarse con sus hermanos y su madre, quienes les enseñan comportamientos aceptables. Este proceso de socialización es fundamental para que tu gato sea equilibrado, sociable, cariñoso y feliz.
6. Darle más alimento de la cuenta
Las mascotas parecen insaciables y siempre buscan algo para comer. Sin embargo, debes saber que los gatos tienen tendencia a la obesidad debido a su menor nivel de actividad física en comparación con los perros. El sobrepeso puede causar enfermedades graves como diabetes, cálculos urinarios, dolor en las articulaciones y problemas en la piel. Asegúrate de proporcionar a tu gato una dieta equilibrada que contenga todos los nutrientes necesarios y no sea alta en grasas o carbohidratos.
Criar un gato requiere comprensión y paciencia. Es importante evitar errores comunes como darle leche de vaca, tratarlo como a un perro o pensar que no se puede adiestrar. Conoce la personalidad única de tu gato y sus necesidades específicas para criar una mascota feliz y equilibrada, asegurando tu propia satisfacción como dueño.
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