Una técnica sencilla para que puedas reproducir esta planta que tan bien luce en tu hogar.
Cómo extraer las semillas de tu planta de lavanda en dos simples pasos
La lavanda es una planta muy solicitada, por su rico aroma y las numerosas bondades que se le atribuyen. Lo que muchos no saben es que extraer sus semillas es un procedimiento mucho más sencillo de lo que se imaginan.
Para que la lavanda siga creciendo o lo haga en otro lugar de la casa, lo importante es aprender a extraer las semillas sin estropear el crecimiento de la planta.
Y si bien se pueden comprar en cualquier vivero, muchos prefieren hacerlo con sus propias manos, para lo cual deben seguir estos dos sencillos pasos.
Primero se hará la recolección: según explica el sitio El Colectivo, es necesario recurrir a una planta con flores y ver qué colores tienen. Cuando aún está totalmente morada o violeta, no se recomienda extraer la semilla.
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Por el contrario, la mejor opción es recolectar las flores que ya hayan perdido su color, es decir que estén secas.
Segundo hay que sacar las semillas: lo recomendable es colocar una servilleta sobre la mesa y, con suaves golpes, ir moviendo la flor seca seleccionada para que caigan las semillas en su interior.
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Una vez que hayan caído todas las semillas, ya están en condiciones de ser sembradas.
Cómo sembrar lavandas
También son dos sencillos pasos para sembrar las semillas de lavanda. Buscá una maceta con arena, humedecé y hacé pequeños agujeros con distancia de 1.5 centímetros entre ellos: allí, colocá las semillas.
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Cubrí con más tierra y regá una vez al día. De a poco vas a notar cómo tu lavanda va creciendo para ser la estrella del hogar con su inconfundible aroma.