El aseo personal es fundamental y lo habitual es bañarse una vez al día. Pero ¿es lo correcto?
Fijate si cuando te duchás cometés estos errores
Hábitos de higiene como ducharnos o cepillarnos los dientes o lavarnos las manos al terminar de cocinar o de ir al baño, los aprendemos en nuestra más tierna infancia. Antiguamente, esto era impensable ya que la limpieza personal no era tan apreciada como en la actualidad y reinaba por su ausencia ante la escasez de recursos.
Lo que casi nunca nos planteamos es que quizás estamos siendo demasiado obsesivos con nuestra higiene o aseo personal y eso nos puede estar llevando a cometer una serie de errores que debemos conocer.
Lo más habitual en estos tiempos es el hecho de ducharse diariamente, aunque hay gente que lo hace dos y hasta tres veces al día: al levantarse, después de practicar deporte y antes de acostarse.
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Errores comunes al ducharse
Los expertos afirman que ducharse de seis a ocho veces por semana es una cifra más que suficiente para mantener una adecuada higiene corporal. Pero, hacerlo con más frecuencia puede ser contraproducente y puede pasar factura a nuestra piel ya que se eliminan ácidos grasos esenciales que protegen la hidratación de la dermis.
Y, al mismo tiempo, se puede llegar a eliminar todas las bacterias buenas que nos defienden frente a los gérmenes.
Otro error muy común es el de no usar un jabón adecuado ya que esto puede terminar estropeando la barrera de protección cutánea. Por eso es recomendable emplear jabones que contengan ingredientes nutritivos o humectantes para asegurar que el proceso de limpieza no compromete a la piel.
En este sentido hablamos de los que contienen diferentes tipos de aceites, como el de coco, oliva, ricino, rosa mosqueta o almendras y mantecas de karité o cacao.
Asimismo, conviene lavarse con las manos, en vez de utilizar una esponja ya que con la humedad acumulan una gran cantidad de bacterias y moho. En cualquier caso, si preferís usar una esponja, las de malla son la mejor opción. El resto, como las de origen vegetal, deben cambiarse con regularidad o, si lo permite, hervirlas en agua cada 7-10 días.
Por otra parte, usar agua muy caliente tampoco es buena idea porque puede irritar y resecar la piel. Lo ideal es usar agua tibia que sirve para eliminar las impurezas sin arrastrar los lípidos que protegen nuestra dermis.
Por último, otro error de lo más común (por culpa de la pereza o las prisas) es no usar crema hidratante al salir de la ducha. Esto es esencial para equilibrar el pH de la piel, aportar hidratación y recomponer los lípidos que hayamos podido perder.
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