Es una de las creencias más arraigadas en el imaginario colectivo. Sin embargo, nada de lo que se dice está comprobado científicamente.
El falso mito del agua con limón en ayunas: no es lo que creías
Son muchos los mitos y creencias que abundan en el imaginario colectivo y el de las bondades del vasito de agua con limón en ayunas es uno de los más arraigados. Se ha llegado a decir que ayuda a adelgazar, que es capaz de reducir las infecciones urinarias, que depura el intestino, que puede prevenir el cáncer y otros increíbles beneficios.
El mismo buscador de internet arroja decenas de resultados de este preparado casero cuasi milagroso. El mito ha ido extendiéndose con el paso de los años gracias a que ha sido reproducido en innumerables publicaciones, lo han recomendado celebrities y, por supuesto, ha vivido durante décadas gracias al "boca en boca", el más efectivo método de propagación de teorías anticientíficas. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?
Nada o prácticamente nada. No hay ningún estudio científico que haya demostrado que el agua con limón tenga excepcionales beneficios. En un artículo publicado por el sitio Hola! desmitifican punto por punto a este no tan mágico brebaje:
Depura y detoxifica. ¿Cuántas veces lo has escuchado? Pues no; tal y como los nutricionistas (serios) no se cansan de repetir, no hay ningún alimento que tenga esa capacidad. Son nuestros riñones y nuestro hígado los que, en caso de necesidad, eliminan del organismo las posibles toxinas o sustancias nocivas. Por cierto, que también es el organismo el que se encarga de regular nuestros niveles de Ph en sangre (otra de los beneficios atribuidos al limón).
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Adelgaza. Tampoco esto es cierto. Tal y como asegura el conocido dietista-nutricionista Aitor Sánchez: "Si ahora rompes tu ayuno con agua con limón y antes lo hacías con donuts y galletas, esto contribuirá lógicamente a que pierdas peso, pero es el hecho de dejar de tomar un desayuno poco saludable lo que te puede ayudar a adelgazar, y no el hecho de tomar agua con el limón".
Ayuda a fortalecer el sistema inmune. Esto está relacionado con la vitamina C presente en los cítricos. Un nutriente que, efectivamente es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, no hay evidencias robustas que confirmen que la vitamina C pueda prevenir enfermedades como catarros, resfriados y, mucho menos (y esto también se ha llegado a publicar) el cáncer.
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Aporta belleza y salud a la piel. Esto tiene que ver con el poder de hidratación del agua, y, de nuevo, con la vitamina C presente en el limón. Pero, ¿qué más da a qué hora del día tomemos ese vaso de agua? Y si fuera por el contenido en vitamina C, ¿no sería mejor, por ejemplo, tomar agua con pimiento rojo, mucho más rico en esta vitamina que el limón?
Aporta fibra. Más falso todavía. ¿Cómo unas gotas de limón disueltas en agua van a hacerlo? Cuando exprimimos una fruta, la fibra se queda en la fruta y no en su zumo.
UN MITO INOFENSIVO, CON UNA EXCEPCIÓN
Es cierto que, a pesar de que todos esos supuestos beneficios casi milagrosos asignados al agua con limón en ayunas no son reales, tomarlo no entraña peligros para la salud (física, o de tu bolsillo). Julio Basulto, también dietista-nutricionista de prestigio y gran divulgador lo explica así: "No es un mito peligroso, qué más da tomar o no el agua con limón en ayunas. El verdadero problema es que lo tomes pensado que va a tener efectos curativos, o que lo tomes en sustitución de la fruta. Además, sí que puede tener cierto efecto negativo sobre el esmalte y la dentina, de modo que si se abusa del jugo de limón puede terminar desgastando o dañando los dientes".
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Otra gran profesional del mundo de la nutrición, Lucía Martínez hace referencia también a este asunto en su blog Dime qué comes: "Da igual si nos bebemos un vaso de jugo de limón en ayunas, si echamos jengibre a nuestro batido, o si tomamos un ajo crudo cada mañana... Ninguno de estos rituales va a protegernos si nuestra dieta es desequilibrada y poco saludable. Así que, si te gusta su sabor, tómalo tranquilamente. Pero sin esperar en ningún caso efectos ?milagrosos', ni mucho menos que estos rituales compensen una mala dieta".