Aunque muchas personas creen que se trata de un despoje absoluto, en realidad, tiene que ver con priorizar los elementos necesarios y evitar el caos.
Tips básicos para lograr una decoración minimalista
Entre los muchos estilos decorativos que existen hay uno en especial que no deja de sorprendernos. Nos referimos al minimalismo, sobre todo porque, en la mayoría de los casos, tenemos una idea muy equivocada de en qué consiste y cómo podemos aprovecharlo para vestir nuestro hogar.
Tendemos a pensar qué es estilo minimalista, aquel que vacía nuestras casas por completo o que coloca una triste flor en un jarrón como única forma de decoración.
Puede haber parte de verdad, pero este estilo es mucho más que una simple anécdota, es casi una forma de vida, que se parece un poco a lo que nos propone Marie Kondo con su método para aprender a vivir con menos cosas.
Este es uno de los principios del estilo minimalista, nos invita a pensar si necesitamos todo lo que tenemos y que, en ocasiones, sobrecarga nuestro hogar, instaurando en él un pequeño (o gran) caos.
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Este estilo propone todo lo contrario, tener pocos elementos, pero escogidos con cuidado para que nuestra casa sea un lugar donde podamos relajarnos. Un hogar en el que el orden sea el protagonista porque cada cosa tiene su lugar, donde los muebles sean pocos, sencillos y funcionales y donde se ponga de manifiesto que, por lo menos en este caso, menos es más. Para eso, te damos tres tips básicos del minimalismo.
Tus colores aliados
Hemos señalado que hay muchas cosas que se desconocen sobre este estilo, pero hay otras que son de sobra conocidas, como su amor por los colores claros. Esto no quiere decir que los tonos alegres estén prohibidos.
En este tipo de decoración predomina el color blanco en todas las estancias, que se busca que sean lo más diáfanas posibles. Así, encontramos estos tonos en las paredes, los suelos, los muebles... Los blancos y los crudos suelen ser los protagonistas, también en sofás y textiles, pero en ocasiones también se emplea otros más oscuros para crear contraste.
Despídete de los 'por si acaso'
En busca de ese espacio lo más diáfano posible, toca despedirnos de todo lo superfluo. Una forma de conseguirlo es estudiar con antelación qué necesitamos en nuestra casa y escoger los muebles concretos que cubran estas necesidades.
Quedan fuera de la lista esos muebles auxiliares que guardamos por si los necesitamos en el futuro, pero también todos aquellos que no tengan una función determinada y ocupen espacio.
¿Paredes y suelos? Minimalismo también para ellos
El minimalismo no quiere decir que no podamos decorar nuestra casa, lo que nos propone es no sobrecargarla, escoger mostrar lo mínimo, por ejemplo, evitar tener demasiadas variedades de un mismo objeto. Nos propone evitar alfombras y estampados, como en los cojines y cortinas, de las que prefiere prescindir, pero, en caso de no querer hacerlo, podremos elegir en la misma gama cromática.
En el caso de las paredes, para seguir sus pautas, es mejor optar por poner una pieza grande que varios cuadros pequeños, y también nos asegura que un espejo es una estupenda opción porque gracias a él ganaremos profundidad en la estancia. No hace falta deshacernos de todas nuestras cosas para poder apostar por la decoración minimalista, solo tendremos que tener en cuenta algunas de sus pautas y adaptarlas a nuestros espacios, consiguiendo así un ambiente ordenado, limpio y relajante.
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