Al contrario de lo que pensamos, la gente nos va a terminar valorando y nos sentiremos mejor con nosotros mismos.
Cuáles son las estrategias psicológicas para aprender a decir que no
La palabra "no" parece sencilla de pronunciar, sin embargo muchas veces nos cuesta decirla. Pero para la psicología es muy importante aprender a utilizarla correctamente, como un acto de respeto hacia uno mismo.
Decir "no" nos ayuda a ganar autoestima; le da valor a las relaciones, además de autenticidad. Y con el tiempo vamos descubriendo que los demás no se enojan por eso.
Esta seguridad que vamos ganando contribuye a que las relaciones sean mucho más tranquilas, explica el sitio Cuerpo Mente; así no se gasta energía que acumula resentimiento, ni se ocupa memoria intentando recordar las excusas que pusimos.
Al contrario de lo que pensamos, la gente nos va a terminar valorando y nos sentiremos mejor con nosotros mismos. Por eso es importante aprender las estrategias psicológicas de la asertividad.
Perder el miedo a las críticas
Por lo general muchos temen decir que no por el miedo a las críticas, para lo cual conviene recordar una regla fundamental, que es no negar las críticas ni contraatacar con otras. Lo que se puede hacer:
-Admitir que la afirmación es cierta;
-Reconocer que puede ser cierta;
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-Expresar que la afirmación es lógica.
De esta manera, aceptamos que cada uno puede tener una parte de la verdad. Es mejor aceptar el error que buscar una actitud defensiva.
Qué pasa cuando decimos que no
Las personas inseguras suelen tomar esta negativa como un rechazo a su propia persona. Pero aprender a asumir las reacciones de los demás sin desmoralizarse es parte de este proceso.
Tenemos que entender que el rechazo es hacia lo que dijimos, no hacia nosotros como personas.
Asertividad: cómo decir "no"
-Indagar en uno mismo: tenemos que plantearnos por qué nos cuesta tanto decir "no"; ¿cuál es el miedo? ¿A qué personas o situaciones me cuesta más negarme? Si alguien se siente dolido ante el rechazo, es posible que espere lo mismo de los demás.
-Ganar tiempo: pensar antes de contestar, para que las ideas estén aclaradas y tengamos la fuerza necesaria para expresar lo que de verdad pensamos y sentimos.
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-Descubrir nuestros deseos: es importante diferenciar lo que queremos nosotros de lo que quiere el resto. Puede que en algunos casos los deseos coincidan o que las personas decidan adaptarse; pero a veces la mejor opción es negarse.
Expresar un rechazo sin herir
-Es importante reconocer las necesidades y sentimientos del otro, que no tienen por qué ser igual a las mías;
-Explicar el por qué del "no", apelando justamente a las necesidades propias;
-No culpar ni manipular;
-Asegurarnos que el otro entendió nuestra decisión;
-Ofrecer alternativas que involucren las necesidades mutuas.
Decir "no" sin perder el respeto
Una vez que manifestamos nuestra decisión, es importante mantenerla; con tranquilidad, sin enojarse. Es clave mantenerse firme y superar la creencia de que todo lo que decimos debe ser una consecuencia de lo que dijo el otro.
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Conviene recordar que no tenemos por qué responder algo que no deseamos contestar, ni dar más información de la que consideramos necesaria.
Hacer lo que queremos es una elección
Si no escuchamos nuestros propios deseos, se termina generando un malestar que se puede manifestar hacia el resto.
Se trata de tener en cuenta aquello que sentimos como un elemento importante en el proceso de valoración y la toma de decisiones.
No es una tarea fácil, pero es necesario para crecer y ampliar nuestros propios horizontes. En definitiva, vale la pena.