Esta hierba de África y Asia ya se comercializa en suplementos alimentarios, y no paran de encontrarle beneficios.
¿Superalimento definitivo? Combate ansiedad, insomnio y genera músculo
¿Alguna vez escuchaste hablar o leíste sobre la ashwagandha? De ahora en adelante puede que la oigas y veas muchas veces.
Se trata de una una planta que crece en Asia y África y que es usada ancestralmente como hierba medicinal.
Su principal uso es ayudar al cuerpo a combatir el estrés físico y mental, sobre todo cuando estos males se vuelven crónicos, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer, osteoporosis y fibromialgia.
Una investigación reciente demostró que la ashwagandha ayuda a reducir el nivel de cortisol en el cuerpo y con ello, el riesgo de otras afecciones.
En un estudio en adultos con estrés crónico, aquellos que se suplementaron con ashwagandha tuvieron reducciones significativamente mayores en el cortisol (de hasta el 30%), en comparación con el grupo de control.
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Pero no solo alivia el estrés, ya que esta hierba contiene sustancias químicas que pueden ayudar a calmar el cerebro, reducir la hinchazón, disminuir la presión arterial y alterar el sistema inmunológico.
Y no termina ahí: ensayos sobre el modelo biológico de animales demostraron que también es eficaz para aumentar la resistencia física y prevenir la úlcera gástrica inducida por el estrés.
En un estudio para determinar una dosis segura y eficaz para ashwagandha, sobre 18 pacientes, lograron potenciar su fuerza muscular después de 30 días tomando el suplemento.
Además, en varios estudios se ha demostrado que la ashwagandha reduce los niveles de azúcar en sangre.
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