Descubrí por qué algunos perros juegan bruscamente y aprende con estos consejos a manejarlo.
Aprendé a dominar el juego de tu perro y evitar su tosquedad
La manera brusca en la que los perros juegan puede ser preocupante para los dueños, especialmente aquellos con niños o perros grandes. ¿Qué quieren decir los saltos y mordiscos? Este artículo te ayudará a entender por qué tu perro juega de forma brusca y cómo evitarlo, asegurando una interacción segura y feliz.
Comportamiento normal en cachorros
Durante su etapa de cachorros, es natural que jueguen de forma brusca, incluyendo mordiscos y gruñidos. Esta interacción con su madre y hermanos es fundamental para que aprendan a regular la intensidad de sus mordidas. Separarlos antes de los dos meses de edad puede tener un impacto negativo en su comportamiento. Es importante permitirles este proceso de aprendizaje para un desarrollo saludable.
Causas del juego brusco en perros adultos
La separación temprana, falta de socialización o la ausencia de enseñanza para controlar la fuerza al morder pueden llevar a que un perro adulto juegue de manera brusca.
Diferenciando entre juego y señales de incomodidad
Es de vital importancia tener la capacidad de diferenciar entre el juego brusco y las señales de incomodidad que muestra nuestro perro. Observar el contexto en el que se encuentra, así como sus expresiones faciales y corporales, nos ayuda a comprender su intención. Las señales de calma y amenaza son indicadores claros de que nuestro perro no se siente cómodo en la situación. Estar atentos a estas señales nos permite brindarle un ambiente seguro y respetar sus límites.
Consejos para manejar el juego brusco
Es fundamental enseñar la inhibición de la mordida desde una etapa temprana. Evitar jugar directamente con las manos y utilizar sonidos agudos para expresar dolor son estrategias efectivas. Detener el juego por unos segundos y luego retomarlo con juguetes adecuados ayuda al perro a aprender a controlar la intensidad de su juego. Es importante tener en cuenta que el castigo físico, la intimidación o los gritos no son métodos recomendados, ya que pueden generar frustración y dañar la relación con nuestro perro. La paciencia y el uso de métodos positivos son clave para lograr un aprendizaje efectivo y fortalecer el vínculo con nuestra mascota.
Enseñar a tu perro a jugar de manera controlada es fundamental. Evita la tosquedad, comprende las señales y fortalece tu vínculo. Nunca castigues; la paciencia y la comprensión son clave para tener una relación positiva.
Fuente: Experto Animal
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