Natalia Zubizarreta diseñó su primera vivienda con un estilo muy logrado y sobrio.
Tonos naturales y serenos, las claves de esta casa
Una propuesta estética sobria, ambientes relajados y que ofrecen calidez con sus tonos, con un estilo muy particular y atemporal. Blancos, grises, colores terrosos y madera, por supuesto con sus toques de negro. Así fue la primera vivienda diseñada por la decoradora Natalia Zubizarreta.
Una alfombra de un material sintético viste al salón comedor, esto da un toque cálido y acogedor al ambiente. En diferentes paredes de la casa papeles pintados de lana decoran lugares como la cocina y el baño; en tanto biombos se vuelven puertas corredizas para acceder a los dormitorios.
La casa explota al máximo la luz natural y sus 90 m² llegan a lucir más amplios. Con pintura blanca y también la carpintería de ese color, y las luces bien distribuidas entre focos y lámparas que con su ubicación resaltan los espacios.
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Finalmente una reforma estructural reconecta visualmente el salón de entrada con el living y la cocina, pero manteniendo una independencia en cada ambiente.
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