Sea chico o largo, angosto, sin luz o con ventanas, siempre es importante el color.
Cómo mejorar tu pasillo eligiendo bien los colores
Cuando hablamos de decoración, hablamos de colores, son tan importantes como la luz y los muebles en cualquier espacio de la casa. Imprimen vitalidad, calidez y amplitud a las estancias, sin olvidar la capacidad que poseen para potenciar las virtudes de un ambiente y corregir, o al menos disimular, los defectos.
Por eso, a la hora de pintar el pasillo, la elección del tono adecuado es más importante de lo que parece, ya que se trata de un espacio de la casa donde la decoración de interiores pasa a un segundo plano.
"Hoy en día hay muchas maneras de pintar el pasillo: entero de arriba abajo, con un zócalo a media altura o, incluso, con tablas de madera pintadas para darle un toque rústico. Otro truco es establecer un punto de atención al final que desvíe la vista de las paredes y acreciente el interés. Una pieza artística espectacular o un espejo darán sensación de claridad al espacio o, si te sientes creativo, pinta un mural o usa una cinta para crear rayas espectaculares", apuntan desde Bruguer.
¿Tu pasillo tiene ventanal o ventana? ¿Es largo y estrecho o por el contrario corto, pero lo suficientemente ancho? ¿Tiene el techo alto o por es demasiado bajo? Antes de agarrar los pinceles, es necesario tener en cuenta sus particularidades porque no obtendrás el mismo resultado si pintás un pasillo oscuro de la misma manera que uno brillante con luz natural. Y, aunque el blanco y los colores claros suelen ser los preferidos en este lugar de paso, lo cierto es que hay otros tonos que también pueden cumplir su función y aportar, al mismo tiempo, un plus de estilo.
Sin ventanas
Si se trata de un pasillo "ciego" (sin ventanas), la oscuridad es el principal reto. Por eso, podés intentar que sea lo más luminoso posible gracias a dos cosas: el color y la iluminación. En cuanto al color, nada mejor que el blanco y todos los tonos con base blanca a los que se les añade un toque de rosa, amarillo, verde o incluso marrón. Para multiplicar el efecto, pintá las puertas del mismo color, de manera que se fundan con ellas en lugar de crear una ruptura visual, cuyo resultado puede ser agobiante. Como broche final, jugá con la luz y enfatiza las paredes.
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Pasillo Pequeño
Elijas el tono que elijas es importante que uses un solo tono en paredes y puertas, creando un conjunto sin fisuras. En función de si tiene o no luz, deberás escoger un color que amplíe visualmente el espacio o que, al menos, no lo haga más oscuro. Otra buena idea es hacer un arrimadero a media altura en un color que contraste, lo que potenciará la sensación de amplitud visual.
Pasillo Largo
Si tu pasillo es muy largo, podés pintar la pared del fondo de un color oscuro para ‘acercarlo' falsamente, mediante un efecto óptico, o vestirlo con papel pintado que le dará profundidad. También podés crear contrastes entre el tono de las paredes y el de las puertas o sus marcos, para romper la sensación de ‘tubo'. Usá tonalidades que "choquen", como el azul y el blanco, o colores complementarios, como el azul y el amarillo.
Tipo "tubo"
En esos pasillos largos y estrechos, además de las paredes debés prestar atención al color del techo, ya que también juega un papel en la percepción de los volúmenes. Así, en techos altos optá por una pintura más oscura, que lo acerque y haga que la habitación parezca más ancha, mientras que si es bajo, elegí una clara que lo eleve. Además, en este tipo de pasillos es importante potenciar otros aspectos, para hacerlos más acogedores: "Para transformar este espacio en un lugar claro, espacioso y agradable usá colores reflectantes como el crema, el amarillo pálido y el blanco brillante que engañan a la vista y dan sensación de espacio y luminosidad. Además, ayudan a reflejar la luz natural que se filtra a lo largo del día y potencian la luz artificial por las noches", señalan desde Bruguer.
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