Entre tantos hábitos que cambió la pandemia, el relacionado con la alimentación fue uno de los que más impacto sufrió. ¿Qué hay tener en cuenta a la hora de elegir qué comer y cómo hacerlo en este contexto?
¿Cómo te estás alimentando?
Entre tantos hábitos que cambió la pandemia, el relacionado con la alimentación fue uno de los que más impacto sufrió. El encierro, el home office, las clases desde la casa y las restricciones en las salidas, atentaron contra la buena alimentación. La pregunta es ¿Qué hay tener en cuenta a la hora de elegir qué comer y cómo hacerlo en este contexto?
"Los productos más calóricos, con mayor contenido de grasa, azúcar y sal es aconsejable consumirlos, pero con moderación y en porciones pequeñas, salvo condiciones de salud específicas donde el nutricionista dará las recomendaciones puntuales", apunta la Licenciada Natalia Pampillón, de la Facultad de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Maza, quien además aconsejó incorporar nutrientes variados, distribuidos a lo largo del día y en proporciones adecuadas, para mantener un estado saludable.
"Lo mejor es ingerir alimentos de diferentes colores para asegurar el aporte de todas las vitaminas, minerales y proteínas tan necesarios para mantener nuestro sistema inmunológico", señaló Pampillón.
En este sentido, las verduras son esenciales y es de gran ayuda orientarse por los colores, en especial verde, naranja y rojo, que se pueden encontrar en la acelga, espinaca, brócoli, lechugas de todos tipos, zapallo, zanahoria, tomate, pimiento y remolacha que pueden ir acompañadas de carnes magras de vaca, pollo, cerdo, pescados, hígado, huevo o legumbres como porotos, lentejas, garbanzos o soja.
"No hay que dejar de lado el consumo de frutas en especial cítricos y frutos secos como almendras y nueces. Ni los lácteos como leche, yogur, queso y cereales integrales que también deben sumarse a nuestra alimentación", aclaró la nutricionista.
Cuatro veces por día
Comer cuatro veces al día distribuyendo las calorías de mayor a menor a lo largo del desayuno, almuerzo, media tarde y cena, es lo ideal ya que el organismo tiene un reloj biológico que le permite realizar mejor sus funciones metabólicas durante el día.
"El llamado picoteo se evita si cumplimos con las cuatro comidas principales. También ayuda ingerir alimentos en almuerzo y cena, que permanecen más tiempo en el estómago, es decir, que son más lentos en digerirse, por lo que el hambre o las ganas de comer aparecerán más tarde. Por ejemplo, se recomienda comer carne, pollo, cerdo o huevo combinado con ensaladas crudas y algún cereal integral o legumbre", explicó Pampillón.
Por último, para el desayuno y merienda, recomendó ingerir alguna bebida láctea como leche o yogur con algún cereal integral como el pan de salvado. Además, agregar queso, huevo o jamón cocido natural, fruta entera, con cáscara, para otorgar más saciedad.
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