Una vez más este producto es un gran aliado para la limpieza
¿Cómo limpiar la plancha con bicarbonato?
El bicarbonato de sodio ayudará que tu plancha luzca como el primer día. Con el tiempo, las planchas se van deteriorando y puede acabar arruinando la ropa. El agua de las planchas al vapor hace que se acumulen depósitos de cal y otros minerales. Los sprays y los almidones de planchado pueden dejar restos pegajosos en la plancha. Y si se quema sin querer alguna pieza de ropa, pueden quedar algunas manchas o residuos.
Pasos para limpiar la plancha
Mezcla dos cucharadas de bicarbonato de sodio con una de agua (mejor si es destilada para que no tenga cal y otras impurezas). Remueve hasta que tenga consistencia de una pasta acuosa pero lo bastante densa como para poderla aplicar a la base de la plancha. Aplica la pasta resultante a la base de la plancha.
Para hacerlo, puedes utilizar los dedos o ayudarte con una espátula de plástico, madera o de un material que no raye la plancha. Deja que la pasta actúe durante unos minutos. Luego, retira la pasta con ayuda de un paño limpio y ligeramente humedecido. Y remata con un paño limpio y seco.
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Para limpiar los orificios del vapor, puedes utilizar un bastoncillo de algodón como los que se usan para limpiar las orejas. O bien recubrir con papel de cocina un palillo de brocheta, por ejemplo. Humedécelos con agua destilada y pásalos con cuidado por los orificios. Vacía el depósito de agua, y llénalo hasta un tercio de su capacidad con agua destilada o una mezcla de agua destilada con vinagre blanco, a razón de una parte de agua por cada tres de agua.
Enciende la plancha y ponla a la temperatura más alta y con la opción de vapor activada para que pase por los orificios y acabe de limpiar toda la suciedad que haya en el depósito y los circuitos. Plancha un paño viejo limpio para que recoja la suciedad que va soltando. Y, por último, vacía el depósito por completo y deja enfriar.
OTROS TRUCOS CASEROS PARA LIMPIAR LA PLANCHA
Con sal de mesa. Coge un paño seco y échale varias cucharadas de sal fina. Enciende la plancha y, cuando estés caliente, frota hasta que desaparezcan las marcas de suciedad o quemaduras. Cuando termines, apaga la plancha y deja que se enfríe, limpiando después con un paño húmedo para quitar cualquier resto.
Con vinagre. Sumerge un paño limpio en un poco de vinagre blanco templado y pásalo por la base de la plancha. Si con eso no desaparecen las marcas, añade al vinagre un par de cucharadas de sal y repite. Pasa después un paño seco antes de guardarla.
Con detergente para la ropa. Este el truco más adecuado si la plancha es antiadherente. Calienta un poco de agua y añádele un par de gotas del detergente que usas para lavar la ropa. Sumerge un paño en esa mezcla y pásalo por la plancha hasta quitar las marcas.
Con lavavajillas. Se suele usar cuando las marcas de suciedad están en las aberturas de la plancha. Solo tienes que mezclar un poco de lavavajillas con agua destilada y limpia con un bastoncillo como los que se usan para limpiar las orejas.
Con pasta de dientes. Aplica un poco de pasta dentífrica en la base de la plancha y frota con un paño limpio. Luego, enciéndela y deja que suelte vapor unos minutos.
Con papel de periódico. Este truco sirve para limpiar la plancha cuando está pegajosa. Ponla a temperatura máxima, pero sin agua y con la opción de vapor apagada. Y pásala por el periódico hasta que no se pegue y se deslice suavemente.
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