Algunos consejos claves pueden ayudarnos a limpiar distintos tipos de lámparas.
Cómo limpiar lámparas en casa: consejos prácticos para cada tipo
Las lámparas son esenciales para dar personalidad y funcionalidad a cualquier espacio de nuestro hogar, pero por lo general olvidamos cuidar de su limpieza.
De esta manera, con el tiempo, comienzan a acumular polvo, suciedad, e incluso insectos, lo que puede afectar no sólo su estética sino también su rendimiento.
En este sentido, sitios especializados, recomiendan seguir algunos consejos para que las lámparas de casa luzcan como nuevas y mantengan su potencia lumínica.
Consejos para limpiar lámparas
- Lámparas de acero inoxidable: Las lámparas de acero inoxidable suelen ser elegantes y resistentes, pero también acumulan polvo rápidamente. Para mantener su brillo, es importante limpiarlas regularmente. La mejor opción es usar una mezcla de agua y amoniaco, que se puede pulverizar sobre la superficie. Tip: Usar un trapo suave y limpio para frotar la lámpara y no olvidar secarla bien para evitar manchas de agua. Si hay manchas de grasa, también se puede utilizar un desengrasante.
Las lámparas de acero inoxidable suelen ser elegantes y resistentes.
- Lámpara plafones: Los plafones son muy comunes en áreas como pasillos o cocinas, pero también son propensos a la suciedad. El primer paso para limpiarlos es desmontarlos cuidadosamente. Una vez fuera, utilizar un trapo húmedo para quitar el polvo y la grasa, especialmente si se encuentra en la cocina. Recomendación: Si hay restos de grasa, un desengrasante suave puede hacer el trabajo sin dañar el material. Después de limpiarlo, colocar el plafón nuevamente y fijarlo bien.
La acumulación de polvo puede reducir su rendimiento considerablemente.
- Lámparas de araña: Las lámparas de araña pueden parecer complicadas de limpiar debido a sus múltiples brazos y pantallas, pero con la preparación adecuada, es sencillo. La clave está en proteger el área bajo la lámpara con plástico para evitar que el líquido caiga sobre el suelo. Truco: usar una mezcla de amoniaco, jabón y alcohol en un pulverizador. Pulverizar cuidadosamente evitando los componentes eléctricos. Dejar que el producto se seque y, cuando ya no gotee, retirar el plástico con cuidado.
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- Ventiladores de techo: Aunque no son lámparas, los ventiladores de techo suelen acumular polvo, lo que puede afectar tanto su funcionamiento como la calidad del aire. Para limpiarlos, apagar el ventilador y usar un paño húmedo con un poco de jabón suave. Consejo práctico: Si el polvo está muy adherido, una escoba con un paño en el extremo puede ser útil para alcanzarlo sin necesidad de subirse a una escalera.
Aunque no son lámparas, los ventiladores de techo suelen acumular polvo.
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