Las manchas de aceite y grasa son las más molestas en la cocina. En la nota, un par de trucos infalibles que dejarán el piso reluciente.
Dos fórmulas caseras para limpiar las manchas de grasa del piso
El piso de la cocina es muy susceptible de ensuciarse. Es lógico debido a que en ese sitio de la casa se manipulan sustancias muy variadas. Algunas de ellas pueden ser especialmente molestas. Por ejemplo, la grasa o aceite.
En este sentido, lo más importante es, antes que nada, secar lo antes posible. De lo contrario, la grasa podría penetrar más y crear un problema mayor. Para secar, colocar alguna toalla de papel sobre la grasa para que ésta lo absorba. Es muy importante no moverla, ya que esto esparcirá la sustancia por todas partes y será muy difícil retirarla. Solamente poner encima y dejar que la absorción haga su trabajo.
El siguiente paso es enjuagar el área y secar muy bien con otro paño limpio. Remojar alguna esponja con agua de la canilla hasta que ésta absorba el agua y después exprimir para que quede apenas húmeda. Hay que frotar la zona donde se encuentra la mancha para poder eliminarla. Una vez hecho esto, entonces frotar con el otro paño para secar bien los excesos de agua y grasa que hayan permanecido. A continuación, los dos métodos más recomendables para limpiar la grasa del piso.
Vinagre
Verter en un recipiente partes iguales de agua y de vinagre para crear una solución combatiente de manchas. Introducir la mezcla a un atomizador y rociar sobre la zona sucia. En el caso de que la grasa haya penetrado en las rayas del piso, entonces pasar un trapo para removerla por completo.
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Es muy importante diluir el vinagre, ya que éste, al ser tan ácido y corrosivo, puede dañar las superficies del piso.
Acetona y bicarbonato
El bicarbonato de sodio es otro de los grandes de la limpieza contra las manchas. En este caso lo tendrás que revolver con acetona para eliminar esa mancha que fue imposible en el paso anterior. Generalmente cuando ya está muy seca es mucho más complicado de remover, por lo que esta pasta será ideal.
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Vertir un cuarto de acetona y un cuarto de taza de bicarbonato de sodio. Revolver poco a poco hasta que se genere una pasta, a la cual se le puede ir incorporando más producto si está desequilibrada. Una vez que esta pasta esté lista, cubrir la mancha por completo y tapar con alguna envoltura.
Dejar reposar por un día para poder retirarla. Entonces, remover el producto con un cepillo. Enjuagar la zona y listo.