Es una de las preparaciones más fáciles que hay. Solo se necesita fruta, azúcar y conocer el proceso.
La guía definitiva para hacer mermelada casera
Hacer una mermelada para ponerle más onda a los desayunos y las meriendas es muy sencillo si se conoce el proceso adecuado. Esta gelatinosa preparación se hace cocinando y concentrando frutas maduras y agregándoles azúcar. Y, como veremos, el proceso es muy sencillo.
Lo primero que necesitaremos será una fruta limpia, a la que le quitaremos la cáscara. Entonces, la meteremos en una olla con agua y la dejaremos hervir durante 15 minutos. Después de hacerlo, nos quedará una fruta con una consistencia suave.
El próximo paso es licuar esa fruta junto con azúcar y una taza del mismo agua que usamos para hervirla en la olla. Ese líquido resultante es el que pondremos en una olla chica a fuego bajo por media hora sin dejar de revolver.
Apagamos el fuego, dejamos enfriar la preparación a temperatura ambiente y cuando esté fría la ponemos en un frasco de vidrio, que conservará la mermelada de la mejor manera.
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Un tip que hay que tener en cuenta es que la proporción adecuada de azúcar por fruta es de tres cuartos por uno. Es decir, si usamos un kilo de fruta, pondremos 750 gramos de azúcar. Y si usamos dos kilos de fruta, la preparación llevará 1,5 kilos de azúcar.
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