Te traemos una guía completa para educar a tu perro y que es lo que tenes que tener en cuenta en este proceso.
Así le podes enseñar las normas básicas a tu mascota
Hablar de la educación de nuestro perro es un aspecto esencial que todos los dueños deben tener en cuenta. Para ello, es necesario dedicar tiempo a su entrenamiento ya que esto no solo determinará su comportamiento en el futuro sino que también permitirá una buena convivencia en el hogar.
Poder desarrollar estas habilidades y las órdenes básicas evitaremos accidentes y disgustos. Por ello, conviene realizar un curso de adiestramiento canino o acudir a una protectora como voluntarios, para aprender a educarlos.
La importancia de una buena educación
La educación realmente empieza antes de su llegada a casa con la formación de su futuro propietario. La gran mayoría de la gente no se informa de manera adecuada previamente. Y esto es la clave para tomar una buena decisión, meditada y responsable, que evitará muchos de los problemas que habitualmente nos encontramos en la convivencia.
El hecho de que el futuro propietario busque la información adecuada acerca de la raza o el tamaño del animal, dónde y cuándo recogerlo, sus necesidades, el tiempo que supone, la educación, entre otros, hará que su decisión sea mucho más consciente y a la vez evitará muchos problemas.
Asimismo, la educación previa del propietario hará que la llegada del cachorro sea mucho más sencilla. Si el propietario está formado desde el primer momento aportará una serie de beneficios en la convivencia a largo plazo, ya que el cachorro tendrá unas bases sólidas sobre las que desarrollarse, aprenderá las rutinas diarias de su nuevo entorno y desarrollará una buena relación con otras personas y animales.
Las normas básicas que enseñar
Aspectos como la conducta higiénica, el quedarse solo en casa y la inhibición de mordida se suelen trabajar a diario, ya que todos ellos son acciones que nos van a surgir en el día a día.
Conducta higiénica: La clave es la anticipación. Los perros antes de realizar sus necesidades fisiológicas suelen presentar una serie de comportamientos previos tales como oler el suelo o dar vueltas sobre sí mismos. En ese momento debemos anticiparnos y sacarlos a la calle.
Quedarse solo en casa: es algo inevitable y que también debemos trabajar desde el principio. Es fundamental dejarlo en un espacio seguro, empezando por periodos cortos de tiempo que se irán aumentando progresivamente. El uso de juguetes interactivos rellenos con comida puede ser una buena opción, ya que los mantendrán entretenidos.
Inhibición de mordida: Respecto a la inhibición de la mordida, los típicos "mordisqueos" son un comportamiento natural en cachorros que por lo general disminuye bastante tras la caída de los dientes de leche. Sin embargo, es importante que la mascota aprenda a controlar la fuerza de su mordida y podemos hacerlo fundamentalmente demostrando nuestro dolor cuando lo hace emitiendo un "¡ay!" y/o terminando el juego ignorándolo por completo, para que entienda que el mordisquear le quita la posibilidad de seguir jugando con nosotros.
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