Sentimientos reprimidos, preocupaciones, estrés y ansiedad son solo algunos de los factores que terminan sobrecargando tu espalda, y por ende doliéndote.
¿Sabías que las emociones están afectando tu espalda?
Si bien se descubrió hace relativamente poco, todos sabemos que las emociones tienen repercusiones físicas, pero algunas de ellas afectan tu espalda.
Sentimientos reprimidos, preocupaciones, estrés y ansiedad son solo algunos de los factores que terminan sobrecargando tu espalda, y por ende doliéndote.
La parte posterior y dorso
Una de las principales causas que produce sensación de sobrecarga en la espalda es el estrés. El cual también genera afecciones orgánicas, musculares y hasta mentales.
Cuando tenés el cuello relajado, derecho y sin ningún tipo de tensión, quiere decir que estás en bienestar. Pero cuando el cuello está inclinado hacia adelante demuestra que hay algún malestar, preocupación o tristeza, y esto termina afectando la parte posterior de la espalda, lo que incluso puede derivar en dolores de cabeza y migrañas.
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Si la musculatura de tu dorso se encuentra rígida, esto produce que respires mal, provocando que te sientas más cansado, con molestias digestivas, dolores de cabeza y hasta la vista cansada.
Lumbares
Esta es la parte más importante de la espalda, ya que es la encargada de sostener todo tu cuerpo. Cuando hay dolor, suele estar acompañado de inflamación.
Cómo aliviarlos
Si buscás mejorar los dolores del dorso, lo indicado es que mejores tus hábitos postulares. Es decir, por más que los factores externos que estén derivando en tu dolor físico no cedan, siempre es necesario recordar mantener una buena postura para que estos no afecten tu cuello y espalda.
Con la ayuda de calor y algunos masajes podrás reducir esas molestias en tu espalda, ayudando a que se aumente el movimiento en la zona y tengas mayor flexibilidad.
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