Si te vas a tatuar, no debés tomar los riesgos a la ligera, entender las precauciones y el cuidado posterior.
Los cuidados que debés tener para tus tatuajes
La práctica milenaria del tatuaje ha ido evolucionando con el tiempo tanto en técnica, métodos como en diseños. Pero algo a tener en cuenta son los cuidados antes de hacerte uno y así podés reducir los posibles riesgos. Van desde mantener la piel limpia, humectarla, entre otras.
Un tatuaje es una marca permanente o un diseño hecho en tu piel con pigmentos insertados por medio de punciones en la capa superior de la piel. Con cada punción las agujas insertan diminutas gotitas de tinta. Por eso los cuidados posteriores son tan imprescindibles.
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Si bien el cuidado del tatuaje nuevo depende del tipo y la magnitud del mismo, siempre hay que tener estas precauciones que difunde Mayo Clinic:
Mantené la piel tatuada limpia
Lavate con con agua y jabón común -preferentemente neutro- con suavidad. Mientras te duchás, evitá los chorros de agua directos sobre la piel recién tatuada. Para secar la zona, hacelo de forma suave, nada de frotar.
Usá humectante
Aplicá un humectante suave sobre la piel tatuada y hasta varias veces al día.
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Evita la exposición al sol
No expongas el área tatuada al sol durante por lo menos algunas semanas.
Evita nadar
Mantente fuera de piscinas, bañeras con agua caliente, ríos, lagos y otras masas de agua mientras tu tatuaje se cura.
Elije la ropa con cuidado
No uses nada que podría adherirse al tatuaje.
Esperá hasta que se cure
No te quites las costras, esto aumenta el riesgo de infección y puede dañar el diseño y provocar cicatrices. Por eso se recomienda que mínimo sea dos semanas.
Si piensas que tu tatuaje podría estar infectado o te preocupa que no se esté curando correctamente, comunícate con tu médico.