Tener unas pocas botellas en casa no necesita que dispongamos de una bodega para guardar nuestros vinos favoritos sin necesidad de grandes alardes.
Cómo conservar el vino en casa como si fuera una bodega
El vino es uno de los elementos más importantes de nuestra cultura gastronómica. Razón por lo que es necesario saber cómo preservar su sabor.
Es preferible que un vino se conserve a temperaturas muy bajas a que lo haga a temperaturas muy altas pero, partiendo de esa base, es conveniente evitar los extremos. Motivo por el que lo más conveniente es que dispongamos de un lugar para poder preservarlos.
Posición
Vinos tranquilos en horizontal, espumosos en vertical. Si tienes una colección importante o vinos con una capacidad de guarda alta será mejor que dispongas de un espacio para ellos. Tumbar las botellas es lo primordial, primero porque hidratas el corcho, permitiendo que no se seque y que así evites que entre aire.
Luz
Si alguna vez te has preguntado por qué las botellas de vino es por su capacidad de protección y aislamiento que confiere al caldo, protegiéndole de cualquier fuente lumínica, ya sea natural o artificial. Evidentemente este verde no es infalible, por lo que será recomendable que siempre protejamos al vino de cualquier luz directa. Podes taparlo con piezas de cartón o mantas, según dónde esté guardado el vino, puede ser una buena solución.
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Vibración, ruido y humedad
Al vino no le sienta bien el traqueteo y el movimiento excesivo, razón por la que una cocina con mucho movimiento o un armario en el que estés frecuentemente manejando cosas no son los lugares idóneos de conservación. Si dispones de espacios con cierta calma en estas estancias no habrá problema pero asegúrate de que no estás alterando demasiado a menudo su hábitat.
Como producto vivo, el vino es extremadamente sensible también al ruido excesivo. Por eso no es conveniente, si apuestas por la cocina, almacenarlo cerca de grandes electrodomésticos como lavadoras o lavavajillas por el ruido y vibración que desprenden.
¿Puedo almacenar cualquier vino?
La capacidad de guarda de un vino viene dada por diversos factores como el tipo de uva, la añada, la procedencia, pero sobre todo por el tipo de crianza. Hay sorpresas que permiten que, bien conservadas, un vino joven dure muchos años y mantenga sus aromas pero debes considerarlo una excepcionalidad. Aunque por regla general pensemos que los vinos blancos son más delicados, es necesario comprender que los tintos jóvenes también deben ser consumidos a la mayor brevedad posible, porque su color no es indicativo de longevidad.
Y ahora, ¿cómo lo enfrío?
Hay vinos a una temperatura que oscilan entre los 10 y los 18 grados, que pueden no ser las adecuadas para según qué vinos. Razón por la que recomendamos mantener el vino durante un rato en la nevera, especialmente en las zonas más bajas y donde menos olores haya -como un cajón de verduras- para que esas temperaturas inferiores puedan permitirnos trasladar a la mesa al vino con garantías. temperaturas estables de entre 8 y 10 grados.
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No me lo he bebido todo, ¿cómo lo conservo?
Olvida el manido truco de reutilizar el corcho para cerrar el vino y meterlo en la nevera. Si quieres ser un wine lover, en tu casa no debe faltar una bomba de vacío para botellas de vino y unas cuantos tapones. Con este sencillo sistema podrás ?recerrar' una botella, evitando que entre oxígeno y alargando la vida útil del caldo.