Ideal para no salir tanto innecesariamente de la casa en época de pandemia.
Guía práctica para congelar frutas y verduras correctamente
En épocas de pandemia de coronavirus, donde lo mejor es evitar las salidas innecesarias del hogar para evitar riesgos de contagios, resulta provechoso que cada compra rinda al máximo y para eso es importante conocer qué alimentos se pueden conservar, cómo y por cuánto tiempo.
Así, como solemos hacer con carnes, pescados, mariscos y otros frescos, también pueden congelarse frutas y verduras que te darán un buen stock y que harán que no tengas que recurrir a los "congelados" industriales.
Quizá no lo tengamos tan asimilado, por la falta de costumbre, pero es muy sencillo y puede asegurarte siempre un sabor fresco en tu cocina.
Paso a paso
-El cortado y trozado
Cada pieza debe ser picada. Esto ayudará por una cuestión de espacio y a controlar mejor las raciones a la hora de descongelar.
Pero hay una razón fundamental para esto y es que se debe trozar para que puedas someterla al paso previo al congelado: el escaldado.
-Escaldar tus verduras
Con el escaldado se inactivan las enzimas como lipooxigenasas o polifenoloxidasas, que serían capaces de mantener su actividad a temperaturas de congelación, y producirían olores y sabores anómalos, y colores pardos indeseables.
¿Cómo se hace? Sólo debes sumergir las verduras limpias ya trozadas -en agua hirviendo durante un tiempo breve (entre un minuto y tres).
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Ahí, se secan y al congelador. La mejor forma de envasado es el vacío, aunque las bolsas herméticas también pueden servir.
No todas se pueden: algunas verduras no son tan aptas para el congelado, es el caso de aquellas que tengan mucha agua o que suelan consumir crudas como podrían ser la lechuga, el tomate, el pepino, la papa -que también se nos arruina si congelamos un guiso con ella- o el apio.
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