Existen otros factores que hacen que la capacidad de acordarse de las cosas se pierda. Depresión, abuso de sustancias y más.
Si te falla la memoria, no tiene por qué ser Alzheimer
La pérdida de memoria es un fenómeno que suele estar asociado con la enfermedad de Alzheimer. Este síntoma es uno de los primeros que se relaciona con la presencia de este padecimiento que afecta a tantas personas en el mundo. Sin embargo, el Alzheimer no es la única explicación para cuando una persona tiene problemas para retener información. La edad, la salud mental y las sustancias también influyen.
El psiquiatra Gary Small, director del Centro sobre Envejecimiento de la Universidad de California en Los Ángeles, recuerda la importancia de consultar a un especialista en caso de detectar problemas de memoria.
La pérdida de la memoria se manifiesta de forma repentina o progresiva y tiene que ver tanto con la memoria a corto plazo como con la memoria a largo plazo. Por eso es importante conocer cuáles son las señales que manda el cuerpo sobre la pérdida de la memoria y cuál es el motivo.
Edad
El paso del tiempo deteriora la capacidad para aprender y disminuya la calidad de los recuerdos. Esto es así aunque la persona no tenga ninguna enfermedad.
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Demencia
De la mano del tiempo, la demencia es un mal que a veces se produce y se manifiesta en una pérdida de memoria en las personas ancianas. En estos casos, el paciente no es consciente de los fallos en la memoria y la familia o el cuidador deben detectarla.
Drogas y alcohol
El consumo en exceso de drogas y alcohol provoca una deficiencia de vitamina B1. Esto redunda en falta de concentración y problemas de memoria.
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Medicación
Algunos fármacos generan dificultades para recordar. Especialmente las pastillas de dormir, antidepresivos y ansiolíticos.
Cómo prevenir la pérdida de memoria
El sitio MayoClinic tiene algunos tips para evitar el deterioro de la memoria.
1. Realizar actividad física diariamente.
2. Mantenerse activo mentalmente.
3. No olvidar la interacción social en caso de depresión.
4. Dormir bien.
5. Seguir una alimentación sana.