Cuáles son los requisitos que hay que cumplir, cómo prepararse y qué hay que hacer después de la operación.
Qué hay que tener en cuenta para castrar a una mascota
Cuando se habla de castración en animales se habla de evitar la sobrepoblación, las enfermedades, el abandono y el contagio de enfermedades zoonóticas. Por eso es muy importante castrar a nuestras mascotas para, de esta forma, contribuir a reducir esos flagelos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cuestiones antes de castrar a un perro o un gato. A continuación, un resumen de los consejos que el veterinario Juan Enrique Romero publicó en el sitio Infobae.
La preparación
El principal requisito para castrar a un animal es que tenga buen estado de salud, lo que se puede detectar clínicamente, también a través de análisis sanguíneos y por medio de estudios cardiológicos. Será, finalmente, un médico veterinario el que determine, antes de que sea castrado, si está en condiciones de ser sometido a esta cirugía.
Tipos de anestesia
La más común de las anestesias, sobre todo utilizada en campañas masivas, es la endovenosa. Sin embargo, si se trata de perros braquicéfalos, como la raza pug o bull dog francés o inglés, debe usarse anestesia inhalatoria monitoreada, ya que la morfología de su cabeza les dificulta respirar.
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Edad
La edad ideal para poder castrar quirúrgicamente tanto a hembras como a machos es la de la madurez sexual, que oscila variablemente según la raza entre los 7 y 12 meses de edad, pudiéndose retrasar aun más en razas gigantes.
Las horas previas
El animal debe llegar con un ayuno de agua y comida de ocho horas para ser operado, criterio variable según el profesional actuante. Esto resulta muy importante ya que los efectos de la anestesia pueden provocarle náuseas y vómitos, que podrían desviarse a los pulmones obstruyendo la respiración y provocando una neumonía grave.
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Cáncer mamario
Esterilizar a la hembra antes de su primer celo evita en un 100% que desarrolle cáncer mamario en la adultez.
El post operatorio
Después de la cirugía se debe recostar al animal en un lugar limpio, seco y tranquilo, sin corrientes de aire y que sea en el suelo, desde donde no podrá caer provocándose lesiones. Se debe evitar que se lama o muerda los puntos, colocándole un collar isabelino, a los perros, y una faja o camiseta quirúrgica ajustada, a los gatos.