Conoce los aspectos psicológicos de este arte antiguo más vigente que nunca.
Los beneficios del bordado en nuestra vida
El estigma del bordado por haber sido una actividad exclusiva para la mujer como requisito para ser una esposa ideal y también ligado personas mayores, no va más.
Ahora ha sido utilizado por el activismo, la protesta y la visibilización de la lucha feminista. Y lograron su cometido, ya que hoy quienes bordan lo practican por bienestar personal y nada tiene que ver con la edad, el sexo o el rol social. Es que un gran grupo de personas se animó a romper con el tabú, sobre todo hay cada vez hay más jóvenes que se vuelcan por los cursos y talleres de bordado, e incluso es tendencia en Instagram y TikTok.
Personalización, exclusividad y diferenciación
El bordado se ha vuelto popular en la moda, tanto en marcas masivas como en prendas artesanales, tanto en shoppings como ferias, emprendedores o ilustradores que encontraron en la actividad un nuevo canal expresivo. Incluso se ha visto en las pasarelas internacionales, como durante la última Semana de la Moda de París 2023. El atractivo radica en la personalización, exclusividad y diferenciación que ofrece. Además, permite a las empresas crear una identidad de marca y a los consumidores obtener piezas únicas. El proceso del bordado a mano lleva tiempo y paciencia, lo que lo hace aún más especial y hermoso.
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Ligado a la filosofía slow, el bordado trae múltiples beneficios:
- Mejora mejoran el funcionamiento cognitivo y la memoria, aumenta la autoestima, paciencia y perseverancia.
- Estimula la relajación y disminuye la ansiedad, similar al hacer yoga o meditación.
- Da felicidad al conectar con nuestras áreas creativas y producir algo propio mediante la dedicación.
- Reduce la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y la presión arterial.
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En conclusión, el bordado es una actividad que permite explorar la creatividad sin límites, ofreciendo la oportunidad de experimentar con diferentes elementos y sumergirse en un estado de bienestar similar al mindfulness. Es la invitación ideal para desconectar después de un día agotador.