Los beneficios de este cítrico van mucho más allá de lo que se pensaba.
¿Cómo bajar de peso gracias a las naranjas?
Al escuchar la palabra cítrico, se nos viene a la mente a la reina de estas frutas, la naranja, la cual es conocida por sus grandes propiedades y por su amplia variedad de beneficios, características que la han hecho merecedora del adjetivo de superalimento. Esta es una clasificación en la cual solo se encuentra aquellos alimentos que destacan del resto gracias a sus aportes.
Uno de los aportes más característicos de la naranja es la vitamina C, pues este es uno de los alimentos que ofrece una mayor cantidad de este nutriente, aunque también hay que destacar que es una fuente de otras vitaminas, como por ejemplo las del complejo B, además de ofrecer una buena cantidad de fibra, flavonoides y minerales.
Pero sobre todo, la naranja es famosa por ser buena para fortalecer el sistema inmunológico, desintoxicar el organismo, prevenir el cáncer, tratar la anemia, reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, combatir problemas respiratorios, entre muchos otros beneficios. Sin embargo, de lo que poco se habla es de los beneficios que esta fruta ofrece a la hora de bajar de peso y regular la digestión.
Por qué la naranja sirve para controlar el peso
Tal y como se afirma en un artículo publicado en el portal web vitonica.com, la naranja es una fruta que puede ayudar a perder peso, contrariando lo que se cree, sobre el efecto que puede tener este cítrico en el peso, pues popularmente se ha relacionado su consumo con el aumento de peso.
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Sin embargo, en dicho artículo se describe que la naranja ayuda a acelerar el metabolismo gracias a la acción de muchas de sus propiedades. En especial por ser una fuente de fibra y ácidos que producen dicho efecto, generando así un gasto calórico mayor y permitiendo que se queme grasa corporal.
Pero además, también se ha relacionado al consumo de la naranja con un mejoramiento de distintas funciones en el proceso digestivo, como por ejemplo, el ácido cítrico ayuda a asimilar de forma más eficiente los nutrientes de los alimentos, además de mantener las funciones del hígado.
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