Conocé qué pasa la semana del 29 de octubre al 4 de noviembre post eclipse.
Cuando pasó el temblor: lo que cerramos
Arrancamos la semana semana del 29 de octubre al 4 de noviembre con la energía post eclipse...sin duda cargada de profundidad e intensidad. El cielo nos brindó este espacio para identificar nuestros miedos y poder tomar contacto con nuestras creencias limitantes. La propuesta es ir limpiando todo aquello que ya no suma. A darnos un espacio de descanso, para permitir que aquello que se puso de manifiesto con este eclipse, pueda ser procesado. Todo lleva su tiempo y siempre es perfecto. Pensemos en cómo funciona nuestro cuerpo frente a una herida. En primer lugar, se activa todo el sistema sanguíneo y de defensa para ir a bloquear la salida de la sangre. Luego viene la etapa de regeneración de la piel. En el momento, cuando recién se abre la herida, sentimos dolor, luego eso se transforma en una mayor sensibilidad hasta que la piel se reconstituye por completo. De la misma manera, funcionan nuestras heridas y miedos emocionales, cada uno a su tiempo, hasta poder completar la muda de piel o el crecimiento de esa nueva capa que completa lo que se había abierto. En parte esta es la sensación post eclipse, es un momento de sanación, en el que podemos sentirnos más sensibles y vulnerables.
Como veníamos hablando en las últimas semanas, Saturno, el señor del tiempo, viene sosteniendo un diálogo amoroso con el Sol. La invitación de este planeta, que se encuentra transitando el signo de Piscis, es conectar con nuestras emociones pero desde una visión más madura. En este momento, nos trae ese espacio para hacernos responsables de nuestra sombra, lo que está oculto pero que intuitivamente sabemos que nos influye. Este tránsito nos permite identificar si abrazamos una actitud de víctimas frente a los desafíos de la vida o si abrazamos con valentía, siendo conscientes de que tenemos todos los recursos que necesitamos para superarlos.
Concluye una etapa en la que lo ideal sería despedirnos de etiquetas y soltar visiones de carencia para aceptar que somos parte de la creación de la realidad que estamos viviendo. Parte de la vibra escorpiana tiene que ver con hacerle frente a nuestra verdad, con sinceridad y sobre todo siendo fieles a nosotros mismos.
Sinceridad y confianza
El mes de noviembre comienza con la oposición entre el Sol en Escorpio y Júpiter retrogradando en Tauro. Júpiter tiene que ver con la confianza, con el optimismo y la expansión. También con nuestra capacidad de hacer síntesis, nuestra visión y creencias. Seguro este tránsito planetario refuerza el hecho de movernos hacia eso que le da sentido a nuestra vida, con confianza y actitud positiva. Júpiter puede ser un poco exagerado, ya que su función es la de poner lupa sobre las cosas. A regular los excesos, puede que nos veamos tentados a gastar dinero demás, así que a observar bien las finanzas.
Al estar parados uno frente a otro con el Sol, se abre la puerta para conectar con la confianza en nosotros mismos, en ese ser único e irrepetible que somos, en eso que me hace irradiar mi propia luz. El tema es que con la energía del Sol vibrando en Escorpio, vamos a ver amplificadas también nuestras partes oscuras. Es una buena oportunidad para mirar con ojos de optimismo a nuestros miedos, ya que también ellos juegan un rol fundamental para desafiarnos a evolucionar.
Van a ser días en los que podemos enfocarnos en expandir nuestros propios límites, conectando con mayor sinceridad con aquello que deseamos desde el corazón. Puede que para muchos se sienta como un torbellino de ideas, con bastante actividad mental y ganas de compartir eso con los demás. A prestar atención de no hablar demás y sobre todo de las exageraciones. En el entusiasmo podemos hacer promesas que puede que no lleguemos a cumplir.
Confusión y revolución de ideas
Hacia el 4 de noviembre se dan dos movimientos de oposición, por un lado Venus en Virgo con Neptuno en Piscis y por otro, Mercurio en Escorpio con Urano en Tauro.
Venus, nuestra diosa interior, nos conecta con el placer y la valoración, que al estar en Virgo nos viene pidiendo hacer orden en cuanto a nuestro cuidado personal, tanto a nivel mental, como físico y emocional. La energía de Virgo tiene que ver con sostener hábitos, ser prolijos y tomar consciencia de nuestra salud. Venus también tiene que ver con nuestros vínculos, y Neptuno con el océano emocional, nuestros sueños e ideales. Es muy natural que sean días en los que nos inunde una sensación de confusión, que no tengamos muy claro hacia donde enfocar nuestra vincularidad y que el mapa de autocuidado que venía tan detallado de pronto se ponga un poco borroso. También puede que estemos muy sensibles, así que a no tomar al pie de la letra lo que escuchemos y a tratar de postergar decisiones claves. Es muy probable que las sensaciones internas sean un poco caóticas.
Por otra parte, nuestro mensajero Mercurio y el revolucionario zodiacal, Urano, también se suman al combo, dando como resultado días de muchísimo movimiento mental. Aparecen ideas disruptivas, originales y que nos promueven a generar cambios. Es probable que sean días desafiantes para conversaciones, ya que estaremos un poco explosivos e intermitentes, lo cual sumado a la hipersensiblidad y la confusión, puedes generar una combinación un poco extrema. Cambios de opinión, información sorpresiva y giros mentales de 180 grados pueden ser algunas de las características de este movimiento. Es una energía muy favorable para idear planes a futuro, sobre todo aquellos que se salgan de lo conocido. Nos vamos a animar a pensar fuera del molde. El primer paso para nuestra revolución interna, es animarnos a crear pensamientos diferentes. Buena semana!!