Si una tiene moho, del tipo de pelusa verde, inmediatamente se las "contagie" a las demás. Acá te damos unos tips para que esto no te suceda.
Así podés evitar que el moho eche a perder tus naranjas
Todos los cítricos tienden a estropearse en muy poco tiempo si no se almacenan bien, y pueden perder su jugo y su sabor.
Es muy común que si comprás una bolsa de naranjas, pomelos, limones o mandarinas, si una tiene moho, del tipo de pelusa verde, inmediatamente se las "contagie" a las demás.
Por eso, lo primero que tenés que hacer es elegir bien las naranjas. Es decir, las que más pesen ya que son las que tienen más jugo y que tengan la piel tersa, brillante y uniforme.
Si alguna tiene una mancha, golpe o está blanda es que están demasiado maduras, con el calor y la humedad producirá moho, y se lo pasará a las demás.
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En casa, conservar las naranjas frescas es primordial y muy simple. Tenés que dejarlas a temperatura ambiente en un lugar fresco, seco y ventilado.
También puedes guardarlas en la heladera, en el cajón de la fruta.
Pero no las guardes en una bolsa de plástico o un recipiente con tapa, debido a la humedad que sueltan, ya sea a temperatura ambiente como en la heladera, puede facilitar la aparición de moho.
Si las dejas en una frutera en un ambiente fresco, podés conservarlas de entre unos 5 a unos 10 días.
Si las guardas correctamente en la heladera aguantarán entre 15 y 20 días.
Si quieres alargar su conservación, podés envolver cada pieza en papel de cocina absorbente y guardarlas en la heladera, de esta manera la servilleta absorberá la humedad.
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