Un dato sobre la salud de la población que preocupa.
Alimentación: detectan bajo nivel de calcio en mendocinos
Los lácteos y sus derivados son unas de las principales fuentes de calcio, irremplazables y deben existir en cualquier plan alimentario. No obstante un reciente estudio realizado en Mendoza arroja algunos datos preocupantes.
Es que una reciente investigación demostró que un importante número de jóvenes que participaron en un estudio (el 27%), mostró niveles de calcio plasmáticos (mide cantidad del mineral en la sangre) bajos en relación al límite inferior de referencia.
Para lograr estos resultados se hizo una evaluación que a un grupo de postulantes al ingreso de las Fuerzas Armadas. El equipo de investigadores que participó de la investigación pertenecen a la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maza . Los postulantes de este trabajo presentaron un elevado consumo de alimentos como carnes, panificados y cítricos y una ingesta reducida de los antes mencionados, a pesar de residir en zonas productoras de muchos alimentos ricos en calcio.
Para obtener este resultado se recolectaron muestras de sangre, se aplicó un cuestionario de hábitos alimentarios y tomaron medidas antropométricas y de tensión arterial.
Una de las conclusiones que se destacaron fue "que una población aparentemente sana puede ver comprometida su salud, padecer anticipadamente patologías metabólicas y cardiovasculares y tener importantes problemas en el futuro si no se hacen controles de niveles de minerales en el organismo".
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El calcio es un mineral crítico para el adecuado desarrollo del esqueleto, especialmente en los períodos de crecimiento hasta la adultez temprana. El mismo es adquirido a través de la alimentación y cuando ésta no otorga todo lo necesario, algunos individuos pueden padecer enfermedades degenerativas del sistema ósteo-articular, osteoporosis o hipocalcemia, que puede causar desde alteraciones del ritmo cardíaco, hasta insuficiencia cardíaca y arritmias ventriculares.
"La sociedad no tiene buenos hábitos de alimentación y arrastra malas prácticas desde la escolaridad primaria y secundaria. La falta de conciencia sobre la alimentación saludable, el bajo consumo de lácteos, pescados y legumbres que aportan el mineral y el sedentarismo actual potencian el problema", explicó Marcos Giai, investigador de la Universidad Maza.
Qué comer
Los lácteos y sus derivados son la principal fuente de calcio. Estos son irremplazables y deben existir en cualquier plan alimentario.
Cuando consumimos lácteos fortificados con vitamina D, favorecemos la absorción de calcio y se mejora la calidad de la dieta en general. También el consumo de quesos duros puede aportar una buena concentración de nutrientes (sodio, calcio, proteínas) por estar más deshidratados, pero hay que considerar que tienen un alto contenido graso y proteico, por lo que no hay que excederse.
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Los cereales, legumbres y -en menor medida- ciertos vegetales verdes, no deben faltar para un buen aporte de este mineral ¿Opciones? Brócoli, soja, batata, espinaca, frutas, cereales y porotos, por nombrar algunas.
También los alimentos regionales como frutos secos y aceitunas, entre otros, son muy buenos y fáciles de conseguir. Tomar raciones todos los días ayudaría a equilibrar los niveles de calcio.