Los sistemas de climatización y de agua caliente sanitaria son los que más consumen energía en el hogar
Cómo ahorrar electricidad al usar el aire acondicionado y la pava eléctrica
El gasto energético en una casa es clave a la hora de estructurar el presupuesto familiar. La climatización de los ambientes en invierno y verano, el manejo de los artefactos como el lavarropas, el secarropas, el secador de pelo y hasta la pava eléctrica, influyen en el consumo. Sin embargo, se puede controlar y reducir el consumo energético. Y si bien la respuesta no es una sola, hay que tener en cuenta que la tecnología tiene un papel relevante en nuestros hábitos de uso y consumo.
Lo primero que hay que saber a la hora de ahorrar energía en el hogar es que los dos consumos que más energía se llevan en la casa son la climatización y la provisión de agua caliente sanitaria. "Se trata de dos consumos térmicos, ambos se relacionan con la temperatura, ya sea para el aire o para el agua. En la climatización, tanto en invierno como en verano, y el agua caliente sanitaria, está el universo de energía que se más requiere la casa. Así es como la climatización representa más del 40% mientras que el agua caliente más del 30%. Todo el resto de los consumos juntos se llevan un 30% de la energía, pero sin dudas éstos son los que hay que identificar como más importantes", señala Manuel Pérez Larraburu, ingeniero industrial especializado en energías renovables y jefe de producto de BGH Eco Smart.
Para el ingeniero, cuando se habla de eficiencia energética hay que tener en cuenta el aspecto tecnológico que está dado por equipos de alto rendimiento y por el uso racional de la energía que tiene que ver con los hábitos. "Por ejemplo, si hace mucho frío y configuramos el aire acondicionado a una temperatura superior a 30 grados y abrimos la ventana, eso es un mal hábito, no es tecnología. Justamente, en ese caso, hay un error en el uso de la tecnología, porque se consume más debido a que cuanto mayor diferencia de temperatura se le pide al equipo es mayor el uso energético que se requiere. Y si encima para regular abro la ventana, se genera mucha masa energética que se pierde a propósito", explica Larraburu.
Tecnología y aislación
Si se busca generar un ahorro, lo importante es tomar medidas de eficiencia energética en todos los consumos, pero sobre todo en los que tienen un mayor impacto. En climatización, los equipos más eficientes son eléctricos, los aparatos con tecnología inverter, que en vez de funcionar a una capacidad fija varían su frecuencia y regulan el ciclo eléctrico según las necesidades, representan un ahorro grande. Otro punto que influye es si la vivienda cuenta con una buena aislación, y también el tipo de materiales con el que fue contruida, además del diseño general de la casa. "En la climatización impacta mucho cómo son los cerramientos de la vivienda: son muy recomendables las medidas de burletes y doble vidrio, también configurar los equipos con tope hasta 24 grados en verano y en inverno, es un punto medio de buena referencia. Hay que recordar que si programamos una climatización más baja o más alta de esa temperatura recomendada es mayor el tiempo que tendrá que trabajar el equipo para llegar a la temperatura configurada, lo que representa un mayor gasto energético", explica el especialista.
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El piloto, el gran enemigo del ahorro
Para el jefe de producto de BGH Eco Smart, en el consumo de agua caliente sanitaria es importante ser conscientes del tipo de uso que se le da. "Si tengo un termotanque, la primera opción es dejarlo regulado para tener todo el día agua caliente a 60 grados, la segunda opción es tener un temporizador para tener esa temperatura en determinados momentos del día que es cuando le damos un mayor uso. En este caso, el consumo está relacionado con el hábito de uso. Por ejemplo, si la persona se baña a cualquier hora del día necesita programar la primera opción pero si se baña siempre a las ocho de la noche puede inclinarse por la segunda opción que le generará un mayor ahorro", asegura. De todas maneras, este uso controlado puede hacerse en forma manual sin necesidad de comprar un temporizador, es decir, se puede bajar la perilla del termotanque para que no trabaje todo el día al máximo y subirla unos minutos antes de usarlo.
Otro punto relevante a considerar en el tema de agua caliente sanitaria es que conviene inclinarse por tecnologías que no tengan llama piloto, pero sí llama modulante. "El piloto se lleva mucho del consumo de ese artefacto, un 30% corresponde a la llama piloto y es muy alto y muy ineficiente. Sin embargo, la gran mayoría de los hogares argentinos tiene equipos con ese sistema", advierte. Según explica, los equipos más eficientes tienen un chispero que cuando se enciende para su uso, acciona una chispa que prende el piloto, y luego el quemador y cuando se termina el consumo se apaga el quemador y el piloto. "Incluso tienen llama modulante que censa la temperatura de entrada del agua y te da la cantidad de quemador necesaria para llevarla a la temperatura configurada", explica. Vale la pena prestar atención a este sistema a la hora de renovar el termotanque o calefón, porque significará un ahorro importante en la factura.
Los pequeños también suman
Por detrás de estos dos consumos grandes, que se llevan la mayor parte de la energía en los hogares, están otros artefactos que se utilizan a diario y que tienen un consumo menor como heladeras, lavarropas, televisores, routers, computadoras, pava eléctrica, horno eléctrico, tostadora, secador de pelo, plancha, entre otros. Si bien no consumen tanta energía, muchas veces lo hacen de forma innecesaria. Para muchos de estos equipos pueden usarse los temporizadores, por ejemplo, si tenemos conectados en una misma toma de electricidad la televisión, la computadora y el router, podemos "mandarlos a dormir" cuando no los estamos usando.
"El wifi se lleva 30 watts instantáneos a cada segundo, si usas durante todo el día tiene utilidad, pero a la noche generalmente no se usa, y tenés ocho horas que tranquilamente puede estar en modo sleep. Si bien a nivel energético no tiene el peso de la climatización o el agua caliente, no deja de ser una medida de eficiencia energética sobre un consumo más chico. El del router es un consumo que se acerca al de una heladera porque trabaja realmente las 24 horas todos los días del año", señala Larraburu.
Potencia no es lo mismo que energía
El ingeniero explica que la energía que se lleva cada aparato viene dada por el tiempo de uso que tiene multiplicado por la potencia de consumo. En cada aparato está especificada la potencia de consumo. "La diferencia entre la potencia y la energía, es que la potencia es instantánea mientras que la energía es acumulada, por eso la energía es potencia por tiempo. Nosotros medimos y pagamos energía, medimos el acumulado en un mes y en base a eso se factura el servicio", aclara.
Según analiza el experto, en cuestión de ahorro hay que prestar atención a todos los equipos que tienen como objetivo generar calor como un secador de pelo, el lavavajillas, el lavarropa, una plancha, un horno eléctrico, la pava eléctrica, son consumos que tienen un valor de potencia alto, pero se caracterizan por usarse en un lapso de tiempo corto por eso no suelen ser los principales consumos de energía. "Una plancha no la usas ocho horas por día, o la pava eléctrica que consume 2000 watts y la usas cinco veces al día pero solamente por un minuto", aclara.
En calefacción, que es un consumo alto, siempre hay que buscar la eficiencia, por ejemplo, los caloventores consumen mucho, entre 2000 y 3000 watts y se suelen dejar encendidos por tiempos largos. Hay que prestar atención o restringir un poco el uso para focalizar las zonas a calefaccionar. "La verdad es que hay que evitarlos, hay equipos más eficientes, pero si se usan tiene que ser en forma controlada", asegura. Lo mismo ocurre con los paneles calefactores, equipos de resistencia eléctrica que tienen mucha eficiencia porque toda la energía que sacan de la red eléctrica la llevan realmente al objetivo final que es dar calor. "En vez de consumir 2000 o 3000 watts, se llevan una cuarta parte de eso pero en vez de usarse cuatro horas se dejan prendidos las 24 horas, si bien la potencia es baja el tiempo de uso sube fuertemente", explica.
El uso racional es el gran aliado
En cuanto al uso de energías renovables, éstas tienen que considerarse cuando ya todo lo demás es eficiente. "Ya me ocupé de ser eficiente y ahora me ocupo de reemplazar la energía que puedo con energías renovables. Pero estas no son compatibles con sistemas poco eficientes, porque la energía renovable entonces tiene que suplir el consumo de energía adicional que tiene una máquina que es ineficiente", advierte el especialista y explica que el consumo energético se puede representar en forma de pirámide. En la base está el uso racional de la energía que tiene que ver con los hábitos, en la parte media está la tecnología, la eficiencia energética, y en la punta más alta, están las energías renovables. "En la parte más baja de esa pirámide está lo que menos inversión y más impacto tiene, que es el uso racional, a medida que va subiendo la pirámide va aumentando la inversión y va disminuyendo el impacto. Las energías renovables es uno de los caminos, pero está muy acompañada de la eficiencia energética. No me sirve tener calefón con piloto si pongo una fuente de energía solar, porque no estoy ahorrando nada, no son compatibles", finaliza.
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