La presentación de un plato puede elevar cualquier comida casera, transformándola en una experiencia digna de un restaurante. Con técnicas simples y un poco de creatividad, podés darle a tus platos ese toque artístico que impacta y cautiva.
Cinco ideas para decorar tus platos como un chef profesional
La cocina es mucho más que preparar alimentos, es una forma de arte que apela a todos los sentidos del ser humano, especialmente a la vista.
Antes de probar cualquier comida, solemos mirar la apariencia de esta y es ahí donde el emplatado juega un papel importante y hace su magia.
Una presentación cuidada y atractiva nos hace ver el plato con más deseo y ganas de comer. Los colores y la disposición de los ingredientes también influyen en cómo percibimos los sabores.
Un estudio de la revista "Appetite", reveló que los comensales califican mejor el sabor y valor de un plato cuando esta presentado con esmero, comparado con el mismo plato servido de manera casual.
La presentación de la comida también ha cobrado relevancia en la era de las redes sociales. La popularidad de plataformas como Instagram ha hecho que cada vez más personas busquen maneras de presentar sus platos de forma atractiva, elevando la experiencia culinaria de lo casero a lo profesional.
Por suerte, no es necesario ser un chef de alta gama para lograr platos que causen un impacto visual. De la mano del sitio "Ceac", te mostramos cinco ideas para que una vez que tengas asimiladas algunas técnicas básicas y con un poco de creatividad, puedas convertir cualquier receta casera en una experiencia gourmet.
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5 ideas para un buen emplatado:
1. Colores: Teniendo como punto de referencia el ingrediente principal, haremos combinar los colores. Elegí ingredientes con colores vivos y contrastantes. Una mezcla de verdes, rojos, amarillos y tonos tierra le da vitalidad al plato.
2. Texturas: Atrévete a combinar texturas diferentes (cremoso, crujiente, suave) para que cada bocado sea una sorpresa al paladar y vista.
3. Usa el espacio del plato con equilibrio: Colocá los elementos principales en el centro o distribuí en puntos clave, dejando algo de espacio vacío para que cada componente resalte. Los chefs suelen aplicar la "regla de tercios", distribuyendo la comida en tres zonas visuales para que el plato se vea armónico.
4. Salsas y decoraciones con precisión: En lugar de verter la salsa, intentá colocarla en un solo lado o en gotas alrededor del plato. También podés usar una manga pastelera o una cuchara para crear líneas y figuras. Este detalle aporta sofisticación y estructura a la presentación.
5. La altura también importa: Agregar elementos en distintas alturas le da profundidad y dimensión al plato. Por ejemplo, podés apilar ingredientes, usar brotes o decorar con rodajas delgadas de vegetales verticales, logrando un efecto visual impactante.