Varios nutricionistas develan algunos mitos que se tienen impuestos sobre los métodos alimenticios que tenemos cotidianamente.
Las 12 creencias sobre la alimentación saludable que son incorrectas
Hay mitos sobre la alimentación que podríamos tener muy arraigados, esto es causado por la desinformación, lo cual lleva a una persona a pensar que algunos métodos alimenticios, dietas o nutrientes están mal. Por eso es importante dejar de lado los dichos urbano y consultar a la hora de hablar de alimentación con una persona que sepa del caso, un nutricionista. El nos ayudara a eliminar las dudas y tener certezas sobre lo que es verdaderamente una alimentación saludable.
1 - "Comer sano implica llevar una dieta 100% saludable"
"Pretender hacer todo a la perfección nunca es una buena idea", señala la nutricionista Mireia Cabrera sobre esta idea que a menudo se repite en su consulta. "Por experiencia, cuanto más nos presionamos a seguir una alimentación 100% saludable, más ansiedad nos creamos.
Comer alimentos menos nutritivos no esta mal y también se deben contemplar para la dieta. Ser inflexibles en la dieta y siempre estar pendiente de poder romperla puede afectar a nuestra salud psicológica y nuestro estado de animo diario.
2 - "Yo me sé la teoría"
"Muchos pacientes acuden a consulta diciendo que saben lo que tienen que hacer, pero que no lo hacen porque necesitan la ‘presión' de acudir a consulta", explica la nutricionista Rocío Maraver. Es esa idea que, seguramente, muchas personas compartimos, de que nos conocemos a la perfección la teoría de la alimentación sana pero que, como señala la nutricionista, "es una teoría fundada en los años de cultura de dieta estricta que se han practicado hasta ahora. Muchas veces piensan que les vamos a prohibir alimentos o ciertos hábitos y, realmente, lo que solemos hacer es educación nutricional para enseñarles a ellos, con su estilo de vida, a mejorar su salud, no imponerles una teoría o pautas estrictas".
3 -"Comer papa engorda"
Ingerir hidratos de carbono se puede ver como algo negativo. Comer papa en si no engorda, sino la manera en la que se come, osea en la forma de cocinarla ". "Lo que de verdad va a propiciar una subida de peso por el consumo de este alimento va a ser su técnica de cocción. No va a ser lo mismo que consumamos una patata al horno, hervida, al vapor, que en su forma frita, donde además habrá un gran aporte calórico proveniente de una excesiva cantidad de aceite, que nos va a alejar de realizar una comida saludable", apunta, la nutricionista Elisa Escorihuela.
Ver: Cuidado con el brócoli: las contraindicaciones
Comer papa por otro lado de una forma sana, trae beneficios para la salud, ya que este vegetal contiene una gran cantidad de carbohidratos. Los carbohidratos nos llenan de energía, además de tener un 75% de contenido acuoso y múltiples vitaminas y minerales. Por otra parte nos aporta mucha saciedad y, por lo tanto, es un alimento ideal para incorporar en la alimentación si queremos perder peso.
4 -"¿Qué alimentos tengo prohibidos?"
Sin duda, en la cultura de la dieta está muy extendida esta creencia de que hay ciertos alimentos ‘prohibidos', y no, no ocurre solo en el caso de los ultraprocesados. "Muchos pacientes, cuando vienen a consulta, ya han acudido a muchos otros centros a hacer dietas donde se les han prohibido alimentos, por eso piensan que con nosotros sucederá lo mismo. Algunos de los pobres alimentos que se han prohibido durante muchos años han sido el plátano, los higos, las uvas, la chirimoya, las aceitunas, el aguacate, la zanahoria, la calabaza cocida"... cuenta Rocío Maraver.
5 - "Como no he seguido las pautas, aplazo la cita"
Como explica Mireia Cabrera, este es un gran error, pues "normalmente las consultas en las que sacamos más provecho son aquellas en las que aparecen pequeños obstáculos para seguir una alimentación saludable. Por ejemplo, si has notado que te cuesta planificarte, el hecho de poder comunicárselo a tu nutricionista te permitirá trabajarlo en consulta y buscar una solución. En cambio, si vas alargando las semanas hasta la próxima consulta, probablemente este obstáculo seguirá presente y hará más largo el recorrido hasta el objetivo".
6 -"Los frutos secos son solo para subir de peso"
Tal como explica Elisa Escorihuela, los frutos secos generan bastante temor por su alto contenido calórico, pero "la realidad es que los estudios demuestran que su consumo en raciones adecuadas (30-40 gr./día) constituye un factor protector contra la obesidad". Además, a nivel nutricional son muy interesantes para la salud, ya que aportan todo tipo de beneficios: "Tienen mucha fibra, ácidos grasos insaturados, poliinsaturados, y en concreto, el famoso omega-3, lo que los convierte en un alimento idóneo que nos va a aportar mucha saciedad en una alimentación saludable y además van a favorecer a nuestra flora intestinal y nuestra salud", señala la experta. Eso sí, aclara que es importante tener en cuenta cómo los vamos a consumir (mejor al natural o tostados) y en las cantidades indicadas, a modo de snack o para enriquecer comidas principales.
7 - "Para adelgazar tengo que hacer cinco comidas"
Seguro que hemos oído lo de las cinco comidas diarias infinidad de veces, pero según desmiente Rocío Maraver, "en los últimos años se ha demostrado que no se pierde más peso haciendo cinco comidas que tres o cuatro, sino que es algo totalmente personalizable con el paciente que tengamos en consulta. Muchas veces este hecho puede ser contraproducente porque le puede hacer al paciente comer de más. Aunque, en otras ocasiones, sí es útil para evitar llegar con mucha hambre a la comida y a la cena. Como he dicho anteriormente, debe personalizarse".
8 -"Para perder peso, tengo que comer poco / pasar hambre"
Desde luego, es una de las percepciones más extendidas sobre la alimentación saludable en general y sobre la pérdida de peso en concreto. Y aunque, técnicamente, para perder grasa corporal, hay que crear un déficit calórico, esto no es sinónimo de comer poco. "A parte de saber escoger los alimentos, es muy importante saber combinarlos de la forma adecuada para sentirnos saciadas. No siempre lo más importante es la suma de calorías totales al día, sino la calidad de estas calorías", incide Mireia Cabrera.
En la misma línea va una de las creencias que más escucha Elisa Escorihuela, la idea de que, para adelgazar, hay que pasar hambre: "Lo esencial es cambiar la calidad de los alimentos que consumimos y establecer los hábitos adecuados a las necesidades energéticas. Realmente, modificando esos alimentos que consumimos, reduciendo los azúcares, incorporando verduras, frutas, hortalizas, tubérculos y legumbres... la densidad nutricional abunda y el aporte calórico se reduce, facilitando esa pérdida de peso además de esa adherencia".
9 -"Hay que tomar probióticos siempre"
Sin duda, los probióticos están últimamente en boca de todos. Presentes en el yogur, kéfir, chucrut, mijo y en algunos suplementos alimenticios y medicamentos, son "un conjunto de microorganismos vivos que pueden sobrevivir a nuestra digestión y colonizan nuestra flora intestinal, ayudándonos a la absorción de nutrientes y mejorando nuestro sistema inmunitario", explica Elisa Escorihuela. Por tanto, en principio son positivos para la salud, pero tal como apunta la nutricionista, el problema está en consumirlos sin una supervisión profesional, pues "pueden ser beneficiosos en personas sanas, pero en personas inmunodeprimidas, vulnerables o con patologías, como podría ser el SIBO, está contraindicado, por lo que antes de consumir probióticos, es aconsejable consultar con un profesional".
10 -"Nunca tomo hidratos de carbono por la noche"
Pasado el miedo a los hidratos de carbono en general, viene otra creencia muy extendida en relación a su consumo nocturno , relacionándolo con la idea de que engordan más por la noche. "Como en otros casos, esta pauta tiene que personalizarse, ya que no será lo mismo que una persona haya ido a entrenar a última hora de la tarde o no. Además, no podemos comparar unos hidratos de carbono con otros. Una de las pautas que solemos hacer en consulta es educar sobre escoger buenos alimentos con hidratos de carbono, es decir, que tengan un índice glucémico medio-bajo y el tamaño de la guarnición", indica Rocío Maraver.
11 - "Quiero perder peso rápido"
Es, probablemente, una de las ideas en las que más inciden los nutricionistas: no se trata de perder peso rápido, sino de hacerlo bien para mantenerlo en el tiempo y evitar el efecto rebote . Así lo confirma Elisa Escorihuela, que destaca que siempre debe hacerse a un ritmo adecuado, "asegurándonos de que ese peso perdido provenga de la masa grasa, y no realizar a toda costa las conocidas dietas milagro, donde nuestra masa muscular queda comprometida, reducimos nuestra tasa metabólica basal y recuperamos todo en forma de grasa, estando en peor estado que en el punto inicial". Además, no olvidemos que, tal como apunta la especialista, "ese ciclo nos lleva a ir de dieta en dieta, sin adquirir ningún hábito saludable ni concebir una buena relación con la alimentación, daña nuestra salud y nuestro metabolismo".
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12 -"Los productos light son más saludables"
Etiquetas como light o zero nos generan confianza, hasta el punto de que olvidamos que siempre hay que leer la letra pequeña. "Los productos light reducen su contenido calórico, sí, pero a costa de retirar la materia grasa natural del producto y sustituirlo por azúcar o edulcorantes. Hay que alejarse de ese conteo de calorías, ya que no todas las calorías van a ser iguales ni la alimentación y la salud reside en ellas. Un alimento que tenga menos calorías, pero en el que esas provengan de azúcares y no nos aporte ningún nutriente ni saciedad, no nos ayudará a la pérdida de peso, sino que propicia un estado de demanda energética dónde sentiremos hambre y nuestro cuerpo no se estará nutriendo adecuadamente", sentencia Elisa Escorihuela.