El pasado viernes, ante una sala llena, se estrenó "Simón de la montaña", una película protagonizada por Lorenzo "Toto" Ferro, que ya ha sido premiada en diversos festivales internacionales. Los mendocinos tenemos un motivo extra para sentir orgullo: la película fue filmada en nuestra provincia.
Se estrenó "Simón de la montaña", la película hecha en Mendoza
Asistir al estreno de un film que cuenta con productores locales y que tiene a nuestra geografía como una protagonista más es un verdadero placer. Un día de fiesta para el cine, la cultura y, por supuesto, para Mendoza. El viernes, la ópera prima del director Federico Luis -ganadora del premio a Mejor Película en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes- se mostró por primera vez ante un público que incluía artistas, productores, funcionarios del gobierno provincial y, por supuesto, al director y al actor principal, "Toto" Ferro.
"Simón de la montaña" cuenta la historia de un joven de 21 años que vive cerca de la Cordillera de los Andes y se presenta como ayudante de mudanzas. Sin embargo, al comenzar a relacionarse con un grupo de chicos con capacidades diferentes, parece convertirse en otra persona. Simón busca escapar de una realidad que lo oprime, y encuentra en este grupo de personas un espacio de contención y amistad, iniciando un camino de transformación personal.
La dupla entre el director Federico Luis (a quien sin dudas hay que seguir de cerca) y el talento de Ferro hacen que esta historia resulte rica en recursos cinematográficos. Ferro, con apenas 25 años, ofrece una actuación memorable, mostrándose potente, transformador y conmovedor tanto en lo físico como en lo emotivo. Su relación con Pehuén Pedre, uno de los protagonistas de esta historia, y las escenas junto a Kiara Supini, resultan puntos destacados que, tal vez, protegen la película.
El enfoque que el director brinda al tema de la discapacidad es tan sensible como humano. La película nos invita a reflexionar sobre los prejuicios de una sociedad que muchas veces se considera inclusiva, pero en realidad mantiene distancia y desconocimiento respecto a las verdaderas necesidades de las personas con discapacidad. Federico Luis nos acerca a una visión cruda y real.
Quizás, como recurso, la montaña es utilizada también en momentos de silencio para enmarcar la narrativa, y aunque en ciertos puntos esto puede hacer que el filme parezca extenso, "Simón de la montaña" logra sostenerse en buena medida, pero en algunos momentos la escasez de diálogos no aporta un dinamismo que seguro le sumaría al espectador.
Para los mendocinos, el agregado emocional es inmediato: los paisajes familiares de la montaña, el viento Zonda que sopla en plena escena inicial y las reparticiones públicas conocidas hacen sumarle una satisfacción extra. Esta producción nacional, que ha ganado premios en importantes festivales internacionales, muestra nuestra tierra y contribuye al prestigio de nuestro cine.
"Simón de la montaña" logra, de forma discreta, contar una historia especial. Con actuaciones consistentes, una dirección destacada y la mejor fotografía de un paisaje árido y rocoso que, hasta el momento nos siguen demostrando que son lo suficientemente atractivos para las grandes producciones del cine.