Por qué hay que ver el documental "Soy Céline Dion"

 Céline Dion es una de las artistas internacionales más exitosas de la música. Tiene más de 250 millones de discos vendidos y ha realizado conciertos por todo el mundo (aunque nunca cantó en Argentina). Ha ganado los premios más destacados y un buen número de Grammys. Tiene tres hijos fruto de su relación con René Angélil, quien falleció en 2016 a los 73 años a causa de un cáncer. Su historia de amor ha sido admirada por muchos, y también ha sufrido un dolor eterno por la muerte de su marido. Ha vivido más de 20 años en Las Vegas, con temporadas de espectáculos que mueven millones. Y, sobre todo, tiene una gran voz que la hace única, reconocible e histórica.

Sí, ella es Céline Dion, la del Titanic, la de la canción más reproducida y escuchada miles de veces hasta convertirse en himno: "My heart will go on".

Céline Dion tiene una extraña enfermedad neurológica llamada "Síndrome de la persona rígida" (SPR), que afecta a una o dos personas en un millón en el mundo. Le provoca espasmos musculares, afectando incluso sus cuerdas vocales.

En diciembre de 2022, la cantante anunció en sus redes sociales que padecía una enfermedad que la obligaba a retirarse de los escenarios. "Lo difícil no es hacer conciertos, lo difícil es cancelarlos", dice Céline en el documental que cuenta su vida luego de recluirse en su casa de Las Vegas.

"Soy Céline Dion" es el documental que se puede ver en Prime Video y que nos muestra la realidad tan dolorosa de una esta artista canadiense que debió dejar todo de lado, su carrera, para comenzar una vida distinta: con tratamientos, muchos medicamentos y una rehabilitación incesante para lograr recuperar y rescatar lo que más le hacía feliz en este mundo, cantar ante miles de personas.

Su vida se detuvo y ya nada es igual. Recluida en su casa de Las Vegas, la cantante muestra cómo son sus días y su lucha ante una enfermedad que la ataca en su cuerpo y en su voz. Céline se quiebra cuando confiesa que extraña cantar y sentir la energía de su público.

El documental, dirigido por Irene Taylor, refleja la cruda realidad y a la vez nos muestra cómo alguien que lo tuvo y lo tiene todo debe ahora seguir luchando. La directora logra captar la humanidad pura de una de las grandes divas de la música en el mundo. Y la muestra sin maquillajes, donde lo que brilla son los miedos, y lo que sobresale es el dolor de cuerpo y alma, pero, además, logra destacar como un aplauso final, como una ovación eterna, la fuerza, la humildad y la esperanza de seguir adelante siempre.

Céline Dion se sincera y abre las puertas de su casa y de su vida en uno de los momentos más difíciles que le toca vivir. Pero también nos deja ver a una inmensa artista que, desde siempre, persigue y pelea por su gran sueño convertido -ahora ante la adversidad- en el gran desafío por cumplir: pararse frente a un escenario y que su voz vuelva a abrazarnos a todos, otra vez.

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