Homero Prodan es el sobrino del lider de Sumo que sigue sus pasos

Hijo del hermano del mítico líder de la banda argentina Sumo, Andrea Prodan y de la artista trelewense Maite Caracotche, Homero Prodan comienza a hacerse notar en los escenarios y llega a las letras de la revista The Rolling Stone con su historia. 

Homero Prodan, nacido en Trelew Argentina hace 26 años, tiene en su mochila artística lo que hereda de sus padres y el éxito de su tío Luca Prodan. 

Hace cuatro años que vive en Italia, en Roma, ciudad desde donde llegó su familia, su padre Andrea y su tío Luca,  a la Argentina, e integra la banda biVio , donde canta y toca toca el bajo.

Homero ya tiene varios escenarios en su historia y está trabajando junto a su banda para lanzar un disco debut. Bivio, el nombre del grupo, significa bifurcación o cruce. El grupo se formó en 2018, cuando en París se cruzaron Natalia Bacalov y Martin Sevrin.

"El dúo acústico, hecho de guitarra, violonchelo y dos voces, empezó a mutar hacia una banda cuando nos conocimos en Roma un par de años más tarde y comencé a acercarme al bajo tocando las canciones que ellos habían compuesto. El grupo terminó de consolidarse con la llegada del baterista romano Lorenzo Capparucci", dice Homero Prodan a The Rolling Stone.

Además contó que cantan en "italiano, inglés, francés y pronto también en español", dice el joven que partió desde Trelew a Italia para perfeccionar sus conocimientos en fotografía.

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"En cuanto a la musicalidad, creo que se siente el background de cada uno más allá de su procedencia. Natalia, por ejemplo, creció cantando en un coro importante y eso se refleja en el trabajo de armonías vocales que conduce dentro del grupo. A nivel rítmico se trasluce el gusto de Lorenzo por la música electrónica con un toque tribal. En cambio, Martin y yo somos los que más empujamos hacia el rock y hacia la búsqueda constante de un sonido original", comentó.

Los Prodan

Sobre ser parte de la familia Prodan, Homero expresó: "Para mí es un gran orgullo y al mismo tiempo tiene un peso. Me apasionan Sumo y la historia de mi familia. El amor que en nuestro país sigue creciendo por Luca a más de treinta años de su muerte me emociona y me parece un sueño. Más allá de eso, reconozco que me siento más liviano haciendo música fuera de mi país. Siento menos el peso del juicio y de las expectativas que esta hermosa herencia despierta en los demás y en mí mismo incluso".

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