La Ciudad de Mendoza ofreció un homenaje al siempre recordado Jorge Sosa. Es muy posible que dediques más tiempo a la lectura de esta crónica que lo que duró dicho acto.
Cómo fue el homenaje a Jorge Sosa en la Feria del Libro
En el marco de la Feria del Libro 2024, se presentó "El Jorge inolvidable" en la sala Tejada Gómez del Espacio Cultural Julio Le Parc. Un poco antes de las 20.30, la fila que comenzó a formarse entre amigos y público en general ya indicaba de qué se trataba la última actividad de este jueves 3 de octubre.
Nos fuimos acomodando y preparando para rendir homenaje al Jorge, al poeta, al periodista, al escritor y, especialmente, al hombre que decidió, la primera vez que vio la montaña, que Mendoza sería su lugar para siempre.
Familiares, amigos y ese público fiel que lo acompañó en cada obra, en cada monólogo o desde algún programa de radio se dieron cita en nombre del Jorge, con la certeza de que, mientras más se lo recuerde, más presente estará.
Sin embargo, fue demasiada buena voluntad de quienes fuimos hasta el Le Parc para compartir ese sentimiento, porque la palabra "homenaje" le quedó grande al acontecimiento. A las 20.40 comenzó formalmente, y a las 21 horas ya había concluido. Solo veinte minutos para recordar, repasar y homenajear a uno de los grandes poetas, quien escribió, entre otras cosas, casi un himno para los mendocinos: "Tonada de otoño".
Un breve texto a cargo de un presentador de ceremonias -cuyo tono ya nos anticipaba que aquello no era más que un trámite- marcó el inicio de la velada. La Orquesta Municipal de la Ciudad de Mendoza, dirigida por Mario Galván, acompañó el evento con la interpretación de solo dos canciones.
La correcta participación de su amigo y periodista Luis Abrego, junto con las impecables interpretaciones de las actrices Marcela Montero y Silvia del Castillo, quienes recitaron dos de sus monólogos, fueron los momentos más cercanos y emotivos, logrando que, por un instante, Jorge pareciera eterno.
También se hizo presente, uno de los "hermanos de la vida" de Jorge, el querido Pocho Sosa que llegó para, con su sola presencia, confirmar que siempre vale la pena recordar a quien, con su poesía, nos pintó a los mendocinos de pies a cabeza.
Para finalizar, una foto con todos los funcionarios de la Municipalidad de Mendoza sobre el escenario cerró el acto. Nosotros, como público, presenciamos casi obligados esta última imagen, quizás esperando un poco más de reconocimiento para una de las personalidades que tanto hizo por la cultura de la provincia. Pero nos dimos cuenta de que esa foto final era la rúbrica de quienes querían dejar constancia del trabajo cumplido.
Así pasó Jorge, el inolvidable, por la Feria del Libro... a pesar de todo.