"La pareja perfecta" en Netflix: entretenimiento y suspenso con Nicole Kidman

La serie que ocupa el primer lugar en el ranking de lo más visto en Netflix es completamente adictiva. No es la gran cosa pero una vez que le das play al primer capítulo, no podrás dejar de ver los seis episodios que tiene.

"La pareja perfecta" en Netflix: entretenimiento y suspenso con Nicole Kidman

Por:Laura Romboli

 Si tenemos una visión romántica del mundo de las series y los actores consagrados, podríamos pensar que Nicole Kidman, protagonista de "La pareja perfecta", aceptó este papel porque su carrera se lo permite y, tal vez, para divertirse un poco. Sin embargo, lejos de ser una comedia romántica, la serie nos ofrece un relato lleno de giros inesperados. Acompañada por las actuaciones de Dakota Fanning, Liev Schreiber y Eve Hewson (quien, como un dato curioso, es hija de Bono), la historia gira en torno a una boda que no llega a concretarse debido a un asesinato ocurrido el día anterior.

Desde el primer episodio, con la intro en la que todos los personajes bailan una canción muy conocida en un lugar paradisíaco, la serie nos propone una mirada fresca y novedosa para contar una historia. Nos invita a un juego: los personajes actúan como sospechosos, mientras nosotros, los espectadores, debemos descubrir quién es el asesino. Los clichés son tan evidentes que llegamos a preguntarnos si están ahí a propósito, para provocar algo más que el simple placer de ver una historia. ¿Lo digo? Sí, una serie pasatista absolutamente.

La trama es sencilla, y desde el primer capítulo entendemos que cualquier cosa puede suceder. Sin embargo, firmamos felices el contrato invisible que nos lleva hasta el final, deseosos de descubrir quién es el culpable. El suspenso, junto con el hecho de que cada personaje tiene un motivo para ser el asesino, hace que la serie sea tan llevadera que terminaremos los seis episodios sin darnos cuenta. Un número fantástico para decir: ok, vemos esta serie.

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Nicole Kidman interpreta a Greer Garrison Winbury, una famosa novelista perteneciente a la alta sociedad. Su hijo Benji (Billy Howle) está a punto de casarse con Amelia Sacks, una chica de origen humilde que está por entrar en esta familia de millonarios. Greer, aparentemente, controla todos los hilos de esta familia adinerada, y la serie juega con esa idea de que, por más que tengan todo, nada es perfecto.

Liev Schreiber, por su parte, interpreta a Tag, el esposo de Greer, y su papel resulta encantador. Aunque su personaje parece estar lleno de contradicciones, Schreiber logra darle un toque entrañable, al punto de que, incluso cuando canta a capella canciones muy conocidas, nos hace pasar un buen momento.

Lo cierto es que la dirección de Susanne Bier, quien ya había trabajado con Kidman en "The Undoing", es un punto clave en esta miniserie. Al igual que en esa serie junto a Hugh Grant, Bier nos sumerge en un suspenso único, transformando una historia simple en algo intrigante. Es evidente que la directora ha encontrado en Nicole Kidman a la actriz ideal para este tipo de relatos, en los que la protagonista puede pasar de víctima a victimaria con gran sutileza. Kidman, por su parte, se desenvuelve con soltura en el papel de una mujer frívola, que casi nunca muestra emociones.

En definitiva, no hay mucho más que decir aparte de que "La pareja perfecta" entretiene, algo que no es fácil de lograr en estos tiempos. La serie nos sitúa en un entorno paradisíaco, con paisajes coloridos, (por momentos nos recuerda a la serie "The White Lotus") , una casa grandiosa y un elenco de actores prestigiosos. Todos ellos se convierten en misteriosos y sospechosos en un contexto de poder y dinero que los vuelve, en cierto modo, intocables. Los planos cortos que destacan los intensos ojos azules de los protagonistas nos hacen sentir que estamos viendo una telenovela, pero al mismo tiempo nos recuerda que la serie es consciente de sus propios excesos. Incluso los detectives encargados de investigar el crimen parecen caricaturas, y esa imperfección los hace perfectos, adhiriéndose a la regla de que en la ficción, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.