El actor mexicano se descompuso un día en el set de filmación. Lo próximo que recordó fue verse internado y el momento en que tuvo que tomar la decisión más importante.
Juan Pablo Medina habló luego de la amputación de su pierna
El actor mexicano estadounidense Juan Pablo Medina llegó a los hogares argentinos a través de la plataforma Netflix. Fue uno de los protagonistas de las tres etapas de "La Casa de las Flores" y también se lo vio en películas como "Se busca papá".
El actor sufrió una trombosis venosa, a los 44 años, que lo tuvo entre la vida y la muerte, a mediados del año pasado. Los médicos le dijeron que la única forma de sobrevivir era amputándole una de sus piernas.
Él ahora explica cómo fueron esos momentos. Lo hizo en una entrevista pra GQ México, para de esa manera llegar a todos sus seguidores y fans, que desde un principio se preocuparon y manifestaron afecto al actor reconocido tanto por su trabajo como por su carisma.
Lejos de caer en un pozo depresivo, el actor salió adelante y cuenta su caso. Si bien, como él dice ha tenido la suerte de obtener una prótesis que le ha permitido a este momento hasta jugar al tenis, lo que ha necesitado es ocuparse de su cabeza con tratamiento psiquiátrico y el sostén de su familia.
"En un inicio, el equipo médico pensó que se trataba de una intoxicación. De ahí pasaron tres o cuatro días de los que no recuerdo casi nada. Hasta la fecha me han ido llegando poco a poco recuerdos, como si los hubiera bloqueado por el mismo dolor que experimentaba. El cuerpo y la mente son muy hábiles.
"Algo de lo que sí me acuerdo es que decían que me tenía que quedar algún día más y de repente despierto y estoy en una cama de sanatorio, volteo y me veo rodeado de cables y máquinas. Me hicieron una tomografía con contraste y vieron que tenía coágulos en el intestino y en las piernas. Por fin encontraron el diagnóstico definitivo: había sufrido un infarto silencioso.
"Tenía un coágulo en el corazón y éste aventó coágulos por todas las arterias. Esa fue la valoración. Yo tenía mucho dolor y para poderme operar el intestino y las piernas me tuvieron que dormir. Cuando desperté, me vi todo hinchado, mis manos parecían enormes bolas... Todo fue muy traumático", comentó.
"Yo aposté por vivir. Reuní a mi familia y les transmití que aceptaba la amputación. Todos me apoyaron. No había otra opción. No había vuelta atrás", dijo Medina, que no ha dejado de compartir la sonrisa con la que se ha mostrado siempre.
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