Admite que no puede estar solo y, aunque prefiere no hablar de temas privados, es también famoso por sus mediáticos romances.
La intensa vida amorosa de Elon Musk, el hombre más rico del mundo
Elon Musk se convirtió en el hombre más rico del mundo: su fortuna alcanzó los 188.500 millones de dólares, después de que Tesla, su compañía de autos eléctricos, multiplicara 9 veces su valor en el último año. Así, con 50 años, superó al magnate Jeff Bezos.
El físico, emprendedor e inventor sudafricano - nacionalizado canadiense y estadounidense - es mundialmente famoso por los exitosos viajes aeroespaciales de sus naves SpaceX. Pero parece que su situación amorosa no es tan estable como su vida laboral.
Si bien no es un fanático de hablar sobre su vida privada, en una entrevista de 2017 a la revista Rolling Stone contó que sufrió una dura infancia con un padre terrible y abusivo, además de bullying en la escuela. Desde allí decidió que no quería estar solo nunca y eso fue clave en su vida sentimental.
"Si no estoy enamorado, si no tengo una compañera a largo plazo, no puedo ser feliz... Nunca podré ser feliz si no tengo a alguien. Irme a dormir solo me mata", reveló Musk.
Elon y sus dos hermanos menores padecieron la violencia en su casa: su madre, Maye. Cuando se divorciaron, en 1981, a Elon, con diez años, le tocó quedarse a vivir con ese ingeniero rico y oscuro vinculado a las minas de esmeraldas. Maye lo describiría muchos años después en sus memorias como "manipulador y abusivo física, emocional y financieramente", relata en un artículo el sitio Infobae.
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Quizá también para escaparle a la maldición, Musk confesó estar siempre en busca de su alma gemela: "No me gustan las relaciones de una noche. Sé lo que es estar solo en una casa vacía escuchando el eco de mis propias pisadas. ¿Cómo podés ser feliz si no tenés a nadie con quien compartir la cama?".
Musk conoció a Justine Wilson en la Universidad de Queen's, en Ontario, cuando ella era una aspirante a escritora en primer año de su carrera. Musk, que se había mudado a Canadá a los 17 contra la voluntad de su padre.
Se casaron en el 2000 y se divorciaron en 2008. Dos años después, ella contó cómo aquel chico que parecía valorarla más que ningún otro llegó a despreciarla como jamás había imaginado.
Pero desde el mismo día del casamiento, algo cambió. Elon le aclaró en la fiesta, mientras bailaban: "Yo soy el macho alfa de esta relación". El hombre exitoso que amasaba fortunas no podía menos que dominar en su casa. Mientras ella le repetía que no era su empleada, una frase de Musk se volvió una muletilla: "Si fueras mi empleada, te despediría".
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Justine y Elon tuvieron seis hijos. Sufrieron la muerte súbita del primero, Nevada, cuando tenía sólo diez semanas. Dos meses después comenzaron un tratamiento de fertilidad. Pronto llegarían los mellizos Griffin y Xavier, y los trillizos Kai, Saxon y Damian.
Hacia afuera, la relación parecía ideal, pero Justine luchaba contra la depresión y se sentía insignificante frente a un marido al que sólo le importaba que fuera "cada vez más flaca y más rubia". Ella le pidió hacer terapia de pareja, pero la agenda del magnate apenas le permitió ir a algunas sesiones antes de darle a su mujer el ultimátum: "Si no arreglamos esto hoy mismo, prefiero que nos divorciemos mañana". Cumplió. Musk presentó el divorcio al día siguiente. Seis semanas después, Justine recibió un mensaje de texto en el que su ex le anunciaba que estaba comprometido con la actriz Talulah Riley.
Musk conoció a la actriz en un bar de Londres en julio de 2008. El venía de dar una conferencia y ella de una gala. "Ahí estaba con su sonrisa gigante y hablándome de colonizar Marte -contó Riley en una entrevista con The Evening Standard-. Me mostraba todas esas fotos en su teléfono: ?Este es mi cohete', ?Este es mi auto eléctrico'. Pensé que estaba un poco loco, de una manera maravillosa".
Diez días juntos bastaron para que Musk le propusiera casamiento. La boda fue en 2010, en la catedral de Dornoch y con los hijos de él en el cortejo.
La actriz aseguró en varias entrevistas que era virgen cuando lo conoció y que se enamoró con él del sueño de retirarse al planeta rojo y poblarlo con su descendencia. Riley adoraba a los hijos que Musk tuvo con Wilson, y llegó a llevarse muy bien con la escritora incluso, aunque la ex pareja sólo se hablaba a través de un asistente.
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Elon confirmó los rumores de la ruptura con un tuit: "Fueron cuatro años asombrosos. Te voy a amar para siempre. Un día vas a hacer a alguien muy feliz."
Por entonces él le dijo a Forbes que estar casado le resultaba muy difícil: "Simplemente se me acabó el amor. La amo, pero ya no estoy enamorado. Nos tomamos unos meses para ver si nos extrañábamos, pero lamentablemente no pasó. No puedo darle lo que necesita".
El divorcio pareció cambiar las cosas. Riley y Musk se reconciliaron y volvieron a casarse dieciocho meses más tarde. Pero los rumores de crisis eran constantes. Volvieron a divorciarse en buenos términos en Año Nuevo de 2014.
Musk hizo público su romance con en 2016, cuando ella ya se había divorciado de Johnny Depp, aunque la verdad sobre el comienzo de la relación se puso en duda durante el juicio que el actor llevó a cabo -y perdió en noviembre de 2020- contra el diario The Sun. Citado como testigo de Depp, el conserje del edificio en el que vivía con Heard en Los Ángeles, dijo que desde marzo de 2015 en adelante, ella era visitada "regularmente por las noches, hasta la medianoche, por Elon Musk" mientras el actor estaba rodando en el exterior.
Depp, que lo llamaba "molusco", lo amenazó públicamente con cortarle el pene. Musk le ofreció a Depp pelear en una jaula cuando quisiera y siempre negó que su historia con Amber hubiera empezado cuando aún estaba casada con el actor.
Heard contó a The Hollywood Reporter que lo que la unió al dueño de SpaceX fue "la curiosidad intelectual, las ideas, la conversación y el amor por la ciencia. Nos vimos como somos por dentro".
No duró mucho: se separaron un año más tarde, aunque volvieron a estar juntos a principios de 2018, esta vez, por un mes. Si bien en ese momento trascendió que la ruptura había sido de común acuerdo, Elon confió con el corazón roto a Rolling Stone que fue ella quien lo dejó: "Me dolió mucho. Tuve que poner mucho de mí para no deprimirme".
Pero la tristeza le duró poco y Musk conoció a la cantante canadiense Grimes (Claire Elise Boucher) por Twitter. Estaba por escribir un chiste sobre Inteligencia Artificial, y se dio cuenta de que ella había escrito un tema con el mismo juego de palabras ¡tres años antes!
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Fue una sorpresa cuando se mostraron juntos por primera vez en la gala del Met de mayo de 2018, a la que ella llegó luciendo un colgante con la T de Tesla. Desde entonces cambió su nombre por "C", el símbolo de la velocidad de la luz. C fue la inspiración del holograma de una cyber-chica con sus mismos tatuajes que acompañó el lanzamiento del vehículo eléctrico que la compañía de Musk presentó en 2019.
En marzo de 2020 la cantante anunció que estaba esperando un hijo de Musk. La artista, que ya sentía que había puesto en jaque su carrera al enamorarse del emprendedor, declaró que, con su embarazo, había sacrificado su cuerpo y su libertad: "Me rendí. Me había pasado la vida escapándole a esa situación, y nunca me rendí ante nada. Así que este es un compromiso profundo".
La cantante está lista para mudarse con Musk a Marte: el bebé, que nació en mayo de 2020, tiene un nombre digno de ciudadanía marciana: X Æ A-12. En la Tierra sus padres lo llaman simplemente X, o pequeño X, el Príncipe de Marte.