Vilas, sus romances con la princesa Carolina y su esposa tailandesa

El estreno del documental sobre Guillermo Vilas en Netflix, Serás lo que debas ser o no serás nada, revivió la historia del hombre que hizo popular al tenis en la Argentina. El largometraje recorre su carrera como deportista y su lucha para convertirse en el número uno del mundo. Pero la producción audiovisual también da detalles de los amores que lo ubicaron en la portada de varios medios de la época.

Una carrera brillante

Vilas, ganó 62 títulos ATP en singles (además de 41 finales perdidas) y obtuvo 16 títulos en dobles (y diez finales). A los 29 años, el tenista nacido en Mar del Plata llegó al principado de Mónaco para disputar el torneo de Montecarlo.

En plena Guerra de Malvinas, ganó el Abierto de Mónaco en una final electrizante. Y esa misma noche, en una fiesta que se hizo en la discoteca Jimmy Z, inició su relación con la princesa Carolina de Mónaco.

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Fue número 2 del mundo en 1975 -aunque todavía lucha porque le reconozcan ser el número 1- es considerado uno de los mejores tenistas de la historia sobre polvo de ladrillo.

Además, fue número 1 de la Argentina en singles entre 1971 y 1984, y número 1 argentino en dobles en 1977, 1978 y 1979. Disputó ocho finales individuales de Grand Slam, ganó Roland Garros y el US Open en 1977, y el Australian Open 1978 y 1979. Fue también campeón del Masters 1974 y finalista de la Copa Davis en 1981.

El tenista y la princesa

El tenista y la princesa tuvieron una relación que duró apenas unos meses porque no tenía la aprobación de la familia real.

A los padres de Carolina, el príncipe Rainiero y la princesa Grace, no les gustaba el romance de su hija, quien se había separado recientemente de Phillipe Junot.

Dos días después, Carolina se reunió con Guillermo en París y cenaron en un restaurante chino llamado Le Mois. El idilio entre ambos continuó en los lugares donde jugaba Vilas y hasta se comentó, en todos los medios, que mantuvieron un encuentro de varios días en una isla del Pacífico.

El 13 de septiembre de 1982, la relación terminó luego de la muerte de la princesa Grace en un accidente de tránsito en el que se salvó de milagro otra de las herederas: Estefanía. Esta situación llevó a Carolina a una vida más cercana a su padre y a presentarse como la primera dama de Mónaco.

Guillermo y Carolina se alejaron y la relación quedó para la historia como uno de los romances más envidiados. Fueron cinco meses de amor intenso.

Una vida familiar

Después de la separación con la princesa, Vilas tuvo una vida amorosa agitada hasta el momento en el que se casó con la tailandesa Phiangphathu Khumueang, con quien formó su familia.

Cuando se conocieron, él tenía 47 años y ella 17, y el flechazo fue inmediato. Según el propio Vilas, aquel día se enamoró perdidamente de Phiang.

El 21 de mayo de 2016, se casaron en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes del barrio de Belgrano. Guillermo y Phiang, que se habían unido por civil cinco días antes, ya estaban casados en la embajada tailandesa de Buenos Aires desde el 16 de mayo de 2005.

Juntos tuvieron cuatro hijos: Andanin, nacida en 2003 en París; Lalindao, en enero de 2010 en Miami; Intila, en diciembre de 2010 en Buenos Aires; y su único hijo varón, Guillermo, nació en Mónaco en abril de 2017.

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