La película que se estrenó hace unas semanas está protagonizada por Nicolás Furtado y Nancy Dupláa. Una historia que intenta ser de amor, pero no está ni cerca de lograrlo.
"Goyo": como en "Granizo", Marcos Carnevale lo hizo otra vez
Voy a empezar por el final, pero no de la película, porque conozco las reglas y no lo haría. Me refiero al final de la experiencia y las comodidades de la vida moderna, que te permiten ver cine en el sillón de tu casa. La plataforma te da opciones finales como si no te conociera:¿Qué te pareció?: "No es para mí "Te gusta", "Me encanta". Y cuando terminé de ver "Goyo", no supe qué responder. Porque la película va mal, pero no tan mal. No se siente una pérdida de tiempo, pero a la hora de la reflexión deduje que Marcos Carnevale -el director como con la película "Granizo"- otra vez lo hizo.
La historia trata sobre la vida de un guía de museo con autismo, que se rige por una estricta rutina hasta que se enamora de una compañera de trabajo y debe enfrentar un torbellino de emociones tan nuevas como intensas. Protagonizada por Nicolás Furtado como Goyo y Nancy Dupláa como la musa que viene a hacer mucho ruido en ese mundo impenetrable, la historia nos da cuenta de un amor que no es amor y no hay historia.
Marcos Carnevale no hace más que llenar de cuadros previsibles una historia que nos entretiene buscando los lugares comunes y los errores que nos gusta encontrar. Como la escena de la lluvia que nos lleva a un punto incómodo. Goyo no es Asperger o (por lo menos) no refleja los Asperger que conozco. Pero es un grado de autismo lo que muestra este guía de museo con obsesiones y gestos corporales demasiado marcados que de repente se enamora e imagina "arte" en una musa de carne y hueso.
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Y es la musa, la protagonista Nancy Dupláa, quien lleva el nombre de Eva, probablemente pensado para que cada uno opine lo que quiera, como un guiño hacia el espectador si a estas alturas ya está algo aburrido. Puede ser la primera mujer de Goyo o por Eva Perón, la abanderada de los pobres. Dupláa cumple con la indicación del guion en la tarea de resaltar que pertenecen a mundos bien diferentes: ella, muy popular y humilde, con un presente tormentoso atravesando la separación de un marido que, por supuesto, reúne todo lo peor que un hombre puede ofrecer: ignorante, violento..., en fin, un troglodita.
Y Goyo, que proviene de una familia de alta sociedad y que vive con una hermana muy "cool" - Saula (Soledad Villamil)- que además de lucir anteojos buenísimos hace de sobreprotectora. También está Tute (Pablo Rago), un hermano tan comprensible como querido para el espectador. Rago se destaca en el papel de esos hermanos que está bueno ser o tener. Y una madre (Cecilia Roth) que aparece y acepta fríamente y con elegancia todas las culpas por abandonar a su hijo.
Con todo esto, Marcos Carnevale echa a andar una trama que busca ser fluida, pero desde un tobogán tan resbaladizo que de pronto todo se viene abajo. Sin mucha profundidad en los personajes, la historia de Goyo no logra emocionar. El conflicto surge tan de repente que seguramente se irá pronto, y solo es esa curiosidad de cómo se resolverá lo que nos hace llegar hasta el final.