Una comedia argentina pensada para entretener, pero tan previsible que sus 95 minutos se vuelven interminables.
"Campamento con mamá": el regreso de Natalia Oreiro al cine
Diciembre. Terminaron las clases, los días son muy calurosos y las noches son de reencuentros. Todo bajo un clima navideño que siempre está presente. En este contexto, Netflix estrenó una comedia argentina protagonizada por Natalia Oreiro, Milo Lis y Pablo Rago, dirigida por Martino Zaidelis y producida por Juan José Campanella.
Una comedia familiar para estos días que quedan atrapados entre el fin del ciclo escolar y el inicio de la escuela de verano. ¿Qué puede salir mal? La respuesta: todo. Pero no me refiero a la historia, sino a la experiencia ya como espectador.
La historia es sencilla pero muy actual. Más de una madre podría sentirse identificada con este conflicto. Seguramente, a Natalia Oreiro le atrajo interpretar a Patri, alguien muy controladora e intensa que intenta conectar de una manera torpe con su hijo Ramiro, de 13 años. Él, después de un campamento, decidirá irse a vivir con su padre porque no soporta la relación con su madre. Patri, al frente de una empresa familiar de transporte, se muestra incapaz de manejar la relación con su hijo.
Hasta que ocurre un inconveniente, al partir hacia el campamento, los dos choferes a cargo aparecen en estado de ebriedad. ¿Cómo que los dos choferes? Tremendo. Entonces, será Patri quien tome el volante para salvar la excursión escolar y dar sentido al título de la película: Campamento con mamá.
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En una película con estas características, no parece tan difícil ofrecer algo al menos interesante. Sin embargo, desde el guion, pasando por las actuaciones (curiosamente, de gente con experiencia), hasta las situaciones planteadas, todo resulta básico, sin gracia y con un grado de previsibilidad tan alto que seguir hasta el final de la hora y media se convierte en una tarea muy difícil. Muchos probablemente intentarán adelantar algunas escenas con la esperanza equivocada de que algo emocionante ocurra.
Otro personaje relevante es una madre que acompaña a Patri en el viaje. Esta mujer, obsesiva y con una crianza marcada por los errores, refleja todas las inseguridades y miedos imaginables. El personaje es interpretado por la comediante Dalia Gutmann, quien quizá habría tenido más éxito si hubiese recreado algún fragmento de su stand-up en lugar de este personaje algo caricaturesco.
La película "Campamento con mamá" no sorprende, ni siquiera lo intenta. Hay escenas tan básicas que, quizá, algún crítico de cine con una mirada rebuscada podría encontrar en esa acumulación de fallos un mensaje más profundo sobre por qué se sigue haciendo cine de este tipo.
Aunque, siendo realistas, no parece que alguien vaya a invertir tiempo en analizarla desde esa perspectiva. Aunque, si lo pensamos bien, la coherencia en "hacer todo mal" podría considerarse un talento en sí misma.
Lo cierto es que aún se producen películas como esta: excesivamente ligeras, sin ser realmente entretenidas, y con una marcada intención pasatista. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿qué tiene Campamento con mamá que, desde su estreno hace una semana, se ha posicionado como el filme más visto en Netflix?