Graciela Bertancud al Post: "Se puede hacer robótica sin ser ingeniero"

Lo dice la mujer que preside una escuela mendocina premiada a nivel mundial en tecnología.

Graciela Bertancud al Post: "Se puede hacer robótica sin ser ingeniero"

La robótica está hace años en nuestras vidas y sigue avanzando. Está presente en múltiples aparatos y accesorios que utilizamos a diario y que nos resuelven problemas de la cotidianeidad.

En medio de las crisis interminables de la Argentina que siempre nos hacen ver el vaso medio vacío, Mendoza y nuestro país están haciendo punta en los últimos avances de la robótica.

Así lo afirma Graciela Bertancud, licenciada en Tecnología Educativa, presidenta de la Fundación Tomás Alva Edison, fundadora de la primera escuela de robótica de la Argentina y vicepresidenta de la Liga Nacional de Robótica.

Con alumnos premiados y reconocidos a nivel nacional e internacional, Bertancud nos cuenta sobre la primera escuela de robótica del país que ella fundó en Mendoza y sobre cómo está considerada Argentina en la actividad a nivel mundial.

La escuela que usted encabeza y que tiene un perfil tecnológico ha sido muy premiada. ¿Qué objetivos tiene?

Nuestra fundación tiene nivel inicial, primario y secundario, aparte de otras actividades que realizamos de asesoría y capacitación para el mundo del trabajo. Todo tiene que ver con la tecnología porque entendemos que hoy esas herramientas atraviesan nuestra vida y que van a ser las herramientas de trabajo del futuro de nuestros estudiantes.

La propuesta educativa que tenemos en el colegio Tomás Alva Edison es introducir estas herramientas tecnológicas para que ellos dominen a la tecnología y no que las tecnologías nos dominen a nosotros.

Por eso abordamos temas como programación, robótica y todo lo que tiene que ver con sentirse parte del contexto en donde uno está. No solamente usar las tecnologías, sino reinventar nuevos prototipos y nuevos softwares que nos favorezcan para hacer una ciudad mucho más inteligente. Cómo digo siempre, una smart city acorde a los tiempos y a las necesidades que tiene la ciudadanía.

¿Hay materias específicas, me imagino?

Si, por supuesto, como todas las escuelas secundarias que tienen una orientación, la nuestra la tiene en programación y robótica. Tenemos desde primer año talleres de este tipo que están incluidos en la currícula y después, todas las materias específicas, como arquitectura de hardware, robótica propiamente dicha, diseños de páginas web, aprender a programar en distintos lenguajes y muchas otras materias afines.

Porque ustedes tienen una escuela específicamente de robótica que promueven. ¿Es esta o es otra?

Hace más de 10 años que tenemos una escuela de robótica, que fue la primera de la Argentina, porque nos dimos cuenta que muchos estudiantes que no habían asistido a nuestra escuela querían aprender esta disciplina.

Entonces, abrimos una escuela no formal y optativa para cualquier chico de la provincia. La escuela es Probot School. Justo acabamos de terminar el primer semestre y en agosto arrancamos la segunda edición, en la que invitamos a todos los que se quieran inscribir, que lo pueden hacer a través de www.probotschool.com, donde van a encontrar todos los cursos disponibles para este segundo semestre.

¿Es una escuela aparte de la escuela Tomás Alva Edison?

Si, si, es una escuela de robótica aparte, por eso digo que la Fundación tiene varias.

¿A partir de qué edad pueden participar en Probot School?

Desde los 8 años hasta los 17 años.

¿Tienen mucha demanda?

Muchísima, hay que inscribirse y ponerse en la lista de espera porque los cupos son limitados. Tenemos 30 cupos por cada curso y se llenan rápidamente porque nuestra escuela tiene además, el incentivo que cada alumno se lleva un producto final, es decir, se lleva un robot a su casa.

Trabajan y aprenden la robótica desde la experimentación, desde lo que es la Ley de Ohm, desde todo lo que tiene que ver con energía, electrónica, aprenden conceptos que permite a los que transitan todos los niveles de nuestra escuela, salir con un nivel avanzado de robótica.

¿Se puede hacer robótica sin ser ingeniero?

Sí, totalmente, claro que se puede hacer robótica sin tener que pasar por una ingeniería. De hecho, yo soy la vicepresidenta de la Liga Nacional de Robótica que hoy tiene 27 sedes en todo el país, en la que armamos competencias y que tienen que ver con los tipos de robots que nosotros hacemos en nuestra escuela de robótica.

Es más, el 26 de octubre próximo, en la Nave Cultural, se hace la competencia nacional de robótica, desde las 10 a 18 horas. Va a ser un espectáculo hermoso para disfrutar con la familia.

¿Cómo está el país en robótica?

El año pasado fuimos subcampeones mundiales de robótica en Singapur. Le puedo decir que la Argentina está muy bien posicionada. En ese campeonato competimos con 191 países y nos pudimos dar cuenta, y lo vemos también en nuestra escuela, que hay muchísimo capital humano que puede brindar esto.

Por eso nosotros también incentivamos a participar a todo el mundo de estas competencias, porque hace visible a la Argentina como un país en desarrollo en estos temas. Y entendiendo que queremos ampliar la matriz productiva de Mendoza en una economía del conocimiento, creo que estas son oportunidades para empezar a llevar a cabo esta ampliación de la matriz productiva.

De hecho, ya hay varias empresas que están acá en Mendoza y a nosotros eso nos ayuda mucho, nos ayuda además que Mendoza es una provincia organizada, limpia, creativa y otros muchos factores que hacen que nos parezcamos a otros cluster tecnológicos del mundo.

Por eso, mi intención es siempre estar preparando a nuestros estudiantes para poder recepcionar a todas estas empresas que están mirando a Mendoza y sobre todo a Argentina, como un lugar de desarrollo.

Ver: Egresados de escuelas técnicas podrán capacitarse en Estados Unidos

¿Ese posicionamiento es desde la educación en robótica o también desde la producción?

¡Desde la producción de robótica! En la Argentina tenemos el INVAP, en Bariloche, que es una eminencia en el mundo. Somos el primer país latinoamericano que ha tenido su satélite, que está trabajando en toda esa tecnología en la que tenemos ingenieros brillantes.

Lo que pasa es que somos argentinos y creemos que todo lo de afuera es mejor, pero cuando vamos afuera, nos damos cuenta que tenemos un país excelente, profesionales de primera línea y que estamos a la altura para dar pelea con cualquier país.

¿Y en la actividad privada?

El INVAP es una organización mixta público-privada y acá en Mendoza tenemos una empresa reconocida a nivel mundial, que está haciendo excelentes obras en todas partes, que se llama Mecanálisis.

Una empresa netamente mendocina que está impactando con la robótica en todo el mundo y está emergiendo de Mendoza al mundo.

Mire, el año pasado, cuando fuimos al mundial, yo veía los laboratorios e instrumentos que las otras escuelas tenían y nosotros, como argentinos, con una escasez tremenda, estaba muerta de miedo y pensé que no íbamos a llegar con esos estándares y al final salimos subcampeones.

La verdad es que a veces, digo, las crisis, o nuestra forma de vivir, o la incertidumbre, nos hace desarrollar habilidades en las que con nada podemos hacer un montón de cosas.

¿De qué tipo de robótica se trata? Porque antes, todos imaginaban una robótica más bien mecánica, pero hoy tenemos metida en nuestras vidas y rutinas una robótica digital que está en los teléfonos, en los diversos sistemas online, etc.

Hay una robótica mecánica, otra robótica electrónica, otra que hoy tiene que ver con la inteligencia artificial que también son robots que funcionan a partir de software (programas informáticos). Digamos, la computadora es un robot también.

En definitiva, todo lo que nos rodea tiene que ver en más o en menos con la robótica, entonces, es muy amplio el concepto, pero en este sentido, creo que cada vez más las tecnologías se han impermeabilizado para aquellas personas que tienen interés y que no necesitan ser ingenieros.

Hoy, por ejemplo, para programar hay distintos softwares que se programan en bloque, después esos bloques se pasan al lenguaje binario y así se logra la programación y a lo mejor uno nunca ha tocado un código, sino que simplemente ha trabajado en bloques.

Hoy, los ingenieros y la ciencia han permitido que esta tecnología tan dura sea accesible para personas que no tienen un conocimiento tan elevado.

Es una evolución positiva.

Sí, yo creo que, a futuro, el que no sepa programar o no tenga esta condición o estos conocimientos va a estar en un problema serio en cuanto a la inclusión laboral y todo lo que implica obtener empleo.

¿Habría que poner la materia programación en las escuelas?

Ya se está poniendo, en Mendoza yo lo he visto en muchísimas escuelas. La Dirección General de Escuelas ha hecho varias penetraciones que tienen que ver con distintas actividades, hay una fuerte inquietud de la DGE con estos temas, creo que Mendoza está bastante aggiornada, está bastante bien.

La Provincia tiene el programa Mendoza Futura, que a mí me gusta mucho. Es un programa que incentiva a los chicos a acercarse a estos espacios para aprender todas estas disciplinas.

Mendoza está haciendo una fuerte inversión en estos temas y es vanguardista en relación al resto de la Argentina. Yo, que puedo visitar muchas provincias por ser la vicepresidenta de la Liga Nacional de Robótica, veo que Mendoza es una provincia que tiene un plan estratégico interesante en relación a estos temas.

El otro día estuve en Jujuy, donde organizaron un encuentro muy interesante. Jujuy está queriendo incursionar en esto y la verdad que uno ve la Mendoza incipiente de hace 10 años atrás, y bueno, ellos recién están ahí y nosotros ya estamos con un Polo TIC y mucho más avanzados.

Hubo en su momento una fuerte política de Estado para concretar esto.

Si, si y creo además que el hecho de que Alfredo Cornejo haya vuelto a ser gobernador ayuda muchísimo porque él inició algunas de estas políticas y calculo que ahora vendrá por ellas también. Espero que así sea y siga promoviéndolas como en algún momento lo hizo y como lo hizo el último gobierno también.

En lo que me toca ver y hablar cuando recorro el país, está claro que Mendoza está haciendo punta en estos temas.

¿Todo este crecimiento que estamos teniendo en materia tecnológica se hace notar en la vida diaria de Mendoza o todavía es de nicho?

Sí, se nota, lo que pasa es que la provincia ha crecido exponencialmente en estos temas y falta recurso humano, falta aquí y en el mundo.

En Latinoamérica hay una demanda fuerte y se están haciendo todos los intentos de poder llegar a través de formaciones alternativas, que es lo que están tratando de hacer las grandes empresas para poder obtener rápidamente este recurso humano que se necesita.

Creo que los esfuerzos se están haciendo en todas partes, pero no se si alcanzan ni para cubrir lo básico y acá, además, muchos argentinos trabajan para otras partes del mundo porque cobran en dólares y eso también nos quita recursos y es una tentación muy grande para los jóvenes.

Unos jóvenes que son distintos a nosotros y que no se proyectan demasiado en su vida cómo nos proyectábamos nosotros en nuestra juventud. Los de nuestra generación pensábamos en tener la casa y el auto.

A los jóvenes de hoy les interesa más el aquí y ahora, cuidarse, nadie va a trabajar más horas de las que tiene que trabajar, separan muy bien la vida privada con la laboral, cosa que nosotros, los más grandes, en nuestra formación no fue así y ahí es donde viene el choque cultural.

¿Y eso es bueno o es malo?

Siempre digo que los jóvenes vienen con una sabiduría que nosotros no podemos entender y por ahí los criticamos, y tiene que ver con el balance justo entre nuestro trabajo y la vida de uno. Yo ya con 57 años, como todos los de mi generación, hemos trabajado más de lo que hemos vivido y los jóvenes en cambio, quieren equilibrar eso.

Para mí no está mal lo que ellos están planteando, porque ya se han hecho estudios en los sectores empresarios en donde se ha detectado que de 8 horas la gente trabaja 2 o 3 horas reales.

Entonces, si empezamos a medir esas cosas, ser más eficientes laboralmente y que sea por objetivos y no por horas, tal vez podamos tener empresas saludables y rentables.

Todo un desafío.

Bueno, justo estamos en un punto de inflexión y nos ha tocado a nosotros esta revolución que tiene que ver con la inteligencia artificial, que para mi equivale a la invención de la luz y a otro tipo de tecnologías como esas que cambian claramente la vida de las personas.

Creo, inclusive, que los jóvenes, con todas estas nuevas herramientas de inteligencia artificial van a tener una vida mucho más equilibrada y ahí es donde yo veo lo del tiempo libre, como ocuparlo, que hacer, hoy los chicos se cuidan mucho la salud, la nutrición, vienen con otra mentalidad que nosotros no la tenemos. Hay que aprender un poco de ellos.

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