El titular de la Cámara en Mendoza dice que se perdieron 100 mil puestos de trabajo.
Candeloro al Post: "La Nación adeuda unos 400 mil millones a la construcción"
La obra pública es uno de los sectores más golpeados por el nuevo gobierno del presidente Javier Milei y como consecuencia, este impacto se traslada a la vida cotidiana porque la actividad es de las que más mano de obra intensiva contrata.
Mientras el Gobierno de Mendoza sigue haciendo obra pública a menor ritmo pero sin haberla frenado, el parate de la Nación anticipa un duro panorama para la actividad de la construcción en los próximos meses.
A esto se suma la gigantesca deuda que la Nación tienen con las empresas constructoras en todo el país, porque no solo frenó la obra pública sino que también dejó de pagar lo que se adeudaba.
Así lo cuenta al Post el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción en Mendoza, José Cadeloro.
En diciembre dijo que las constructoras podrían desaparecer con el nuevo gobierno y el fin de la obra pública. ¿Cómo están? ¿Cerró alguna finalmente?
En Mendoza no y en el país, que nosotros sepamos no aún, pero sí sabemos que están muy complicadas y que hay muchas en camino a cerrar porque están en una situación muy crítica.
¿Cuántos puestos de trabajo se perdieron?
Bueno, unos 100.000 puestos de trabajo y por cada empleo directo se perdió además un puesto de trabajo indirecto. Por lo que la situación del sector es grave y se agrava mes a mes.
Lo que resta del año va a ser muy, muy difícil. La situación que se venía viviendo el año pasado con la falta de parte de materiales, la especulación, la inflación que cada vez era peor, los pagos que se atrasaron, veíamos que la situación era crítica.
Porque ya había un combo maligno en la última parte del año pasado en el que la obra pública estaba a los tumbos o frenada por la altísima inflación, o porque aumentaba el dólar, porque no había precio, por falta de financiación y mucho más.
Claro, la situación que veníamos trayendo el año pasado era insostenible, no daba para más, había que hacer un cambio.
¿Operativamente se hacía imposible continuar?
Imposible, los precios subían una barbaridad, era un descontrol, sobre todo el último semestre de 2023, donde el Estado Nacional ya había dejado de pagar obra pública en ejecución, no se iba a poder seguir.
Y en ese contexto, el ahora presidente Javier Milei, que venía diciendo en la campaña que iba a parar la obra pública, finalmente asumió y la cortó de lleno como había prometido y al día de hoy lo sigue diciendo, por eso nuestras perspectivas en la actividad no son buenas.
De hecho, la Cámara de la Construcción hizo esta semana la convención anual donde estuvo cerrando el ministro Luis Caputo, quién volvió a repetir que el ajuste lo pagó la obra pública y que durante todo este año iba a seguir en la misma línea.
¿Hay algún país en el mundo que no tenga obra pública? ¿Algún modelo en que esté replicando aquí el Gobierno nacional?
No, para nada. De todos modos, en la convención de la Cámara hubo cuatro gobernadores, entre ellos el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, que ratificaron que la obra pública es esencial para cualquier economía, por lo que eso nos da tranquilidad, más allá de que el presidente Javier Milei promueve lo contrario.
Entiendo que fue su caballito de batalla de la campaña y que era lo más directo que tenía para ajustar, para lograr el déficit fiscal cero, que era cortar toda la obra pública hasta tanto se resuelva la economía y el país empiece a funcionar.
Pero fuera de esto, está demostrado en todos los países vecinos y no hace falta irse más allá, que el modelo público - privado que pretende el presidente no llega al 10% del total de la obra pública que se ejecuta. El 90% de la obra pública está a cargo del Estado, y no hay desarrollo en ningún país si no hay obra pública.
¿Cómo va a impactar en la actividad la aprobación de la Ley Bases?
Bueno, ahora que se aprobó la ley, que es lo que el Gobierno nacional estaba reclamando, esperemos que se empiecen a hacer los cambios que hacen falta, que la economía empiece a funcionar y atado a eso vendrá el reinicio de la obra pública.
¿Más allá que ha golpeado muy fuerte a la actividad, usted comparte el rumbo que ha tomado el Gobierno?
Había que hacer un cambio, al presidente Milei hay que apoyarlo y darle las herramientas para que aplique la política que quiere instrumentar.
Le pregunto, porque más allá de Milei, le podría haber tocado a Patricia Bullrich la presidencia o a Sergio Massa, diciendo que había que cambiar el modelo como lo hizo Carlos Menem en su momento, que dio un giro de 180 grados de su propuesta original.
Por supuesto, el modelo estaba agotado, está demostrado, y lo que hay que ver ahora es si este modelo que el Gobierno nacional está planteando da resultado. De todos modos, quiero aclarar que hay que diferenciar la obra pública nacional de la provincial.
¿Por qué?
Porque la obra pública provincial no se paralizó, solamente se ralentizó un poco para llevarla a cabo y lo que no se siguió haciendo desde Mendoza es licitar más obras.
Desde el año pasado que no se licita prácticamente nada, es muy puntual, pero por lo menos la obra pública con fondos de la Provincia de Mendoza que estaban en ejecución, si bien va a un ritmo más bajo, sigue su marcha y se está ejecutando.
Lo que sí estamos viendo es que se tiene que empezar a licitar obras nuevas porque el panorama no es fácil, hay poca obra pública y las empresas están terminando las que están en ejecución y prácticamente van a quedar paradas. Ya hay empresas que están con problemas muy serios para poder mantener sus estructuras.
¿Empresas mendocinas?
Si, empresas mendocinas.
¿Y a nivel nacional?
Bueno, a nivel nacional es mucho más grave.
¿Las otras provincias del país hicieron como Mendoza, que continuó con la obra pública o fue solamente aquí qué ocurrió?
Bueno, las otras provincias del país en realidad tenían mucha obra pública con fondos nacionales, por lo que en esos casos la situación es mucho más crítica que en el caso de Mendoza. El hecho de que aquí no se hayan paralizado, ayudó a algunas empresas a seguir peleándola.
Bien, supongamos que la situación del país se endereza y el Estado empieza a tener más recursos. ¿Cree que va a volver la obra pública?
A nivel nacional sigue siendo muy claro el Gobierno en el sentido de que ellos se van a ocupar de las obras públicas muy grandes, no como hacía el gobierno anterior que concentró todo el poder en la Nación. Este es un gobierno, que entiendo, por los convenios que ha firmado con las provincias, estas van a tener mucha más participación al igual que los municipios.
¿Va a estar más descentralizada?
Efectivamente y la Nación se va a dedicar a las obras más importantes, pero si esto es así, y la macroeconomía se empieza a componer, igualmente no va a suceder por lo menos hasta después del primer trimestre de 2025.
Se vienen meses muy difíciles porque es muy poco lo que se van a empezar a ejecutar ahora después de estos convenios que la Nación firmó con las provincias para que estas se hagan cargos de algunas obras públicas nacionales. Eso va a llevar dos o tres meses para que se pongan en marcha.
¿Qué dicen los grandes empresarios nacionales de obras públicas respecto de las expectativas a corto y mediano plazo?
La situación más grave es la deuda que tiene el Estado Nacional con las empresas desde el año pasado.
¿De cuánto es?
Muy grande, se habla de que hay más de 400 mil millones de pesos de deuda del Estado nacional con la obra pública y lo más crítico pasa por las empresas que ejecutaron las obras que están terminadas prácticamente, están hechas, y no hay respuestas de cómo se van a pagar, de cuando se va a pagar y quien se va a hacer cargo.
La más críticas son las obras del programa Argentina Hace, que en su gran mayoría son convenios que tenía el Estado Nacional con los municipios, porque la Nación no se va ha hacer cargo de todas estas obras.
Por lo tanto, se van a tener que hacer cargo los municipios y habrá que ver como van ha hacer para poder pagar la deuda que tienen y con qué recursos cuentan para poderlas terminar.
¿Sobre los 1.000 millones de dólares de Portezuelo, cree que la construcción va a tener una participación importante en el destino de esos recursos?
Todas las empresas mendocinas estamos esperanzadas en esto, una vez que la Provincia pueda ponerlo en marcha. Se está analizando un plan de obras provincial para ejecutar distintos tipos de obras hidráulicas, de saneamiento y energéticas.
¿Y la Cámara de la Construcción en Mendoza está en condiciones de aportar a esa demanda, a los distintos rubros que requiera el Gobierno?
Las empresas de la Cámara hacen de todo, hay empresas de todo tamaño y los socios de la Cámara Argentina de la Construcción de la Delegación Mendoza tienen capacidad para hacer cualquier tipo de obra que la Provincia quiera ejecutar. Tenemos capacidad instalada, suficientes antecedentes, hacemos uniones transitorias de empresas para ejecutar obras más grandes, por lo que el Gobierno provincial tiene que estar tranquilo en ese sentido.
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