El economista mendocino advirtió que la Ley Bases es el primer paso y hacen falta más reformas.
Gustavo Reyes al Post: "La economía dejó de caer y vienen 6 meses mejores"
Mientras todo el mundo todavía refleja y con razón el titánico derrumbe en la economía en los últimos 12 meses, en parte por el fuerte ajuste que aplicó el Gobierno de Javier Milei, el economista mendocino Gustavo Reyes, anticipó que los números de la economía comenzaron a recuperarse a partir de mayo, cuando se hace la comparación mes a mes.
Reyes aseguró que si el Gobierno sigue este camino podría alcanzar el 2% mensual antes de fin de año, pero también podría venirse abajo el plan económico en los próximos 6 meses, si la inflación se estancara en el 4% mensual.
¿Cómo impactará la aprobación de la Ley Bases en la economía? ¿Arranca el crecimiento? ¿Sube o baja el dólar? ¿Se recuperan los salarios? Así lo explicó en este mano a mano con el Post.
Se aprobó la Ley Bases. ¿Esto va a oxigenar la dinámica económica y va a producir un efecto distinto?
Sí, creo que sí, es lo que han mostrado los mercados en estos últimos dos días. Desde que se empezó a complicar el panorama político, la caída, la estabilidad del dólar se complicó, la prima de riesgo que había llegado a 1.200 puntos básicos empezó a subir y pasó inclusive los 1.500, había enormes dudas.
No es que la Ley Bases despeja todo, pero es un paso a las posibilidades que tiene el Gobierno nacional de llegar a hacer una reforma estructural, porque en los planes de estabilización son muy importantes las medidas fiscales, las monetarias y las cambiarias para bajar la inflación, pero si no se hacen las reformas estructurales que hay que hacer, esas medidas terminan siendo efímeras y siempre terminan volviendo los problemas.
Te iba a preguntar justamente sobre esto, porque es importante decir que aunque parece una ley, en realidad la Ley Bases es una megaley que tiene un paquete de leyes dentro, un paquete de reformas y da la impresión de que ahora ya tiene el Gobierno un camino para andar.
No creas, es un paso. ¿Es un paso importante para la reforma laboral? Sí, pero hay que hacer mucho más. ¿Es un paso importante para la reforma impositiva? Si, pero hay que hacer muchísimo más. ¿Es un paso importante para atraer inversiones? Bueno, dadas las actuales condiciones, si, pero hay que hacer muchísimas cosas más.
Es un primer paso, hay que hacer aún muchas cosas más importantes que estas, pero yo diría que esta es una importante señal. Cuando uno ve estos seis meses del presidente Javier Milei, uno ve un poco eso.
Que ha habido importantísimos avances desde el plano monetario, desde el plano fiscal en ajustar los desequilibrios, algunos resultados concretos se empiezan a ver en la inflación, aunque sigue alta, pero bueno, 4% comparado con 25%, no hace falta decir que hay una diferencia enorme.
Y ese 25% era un 25 hacia arriba, iba con impulso.
Si, claro, yo no se si los numeritos de Milei de esa hiperinflación de 17.000% podía pasar, nunca lo vamos a saber porque es contrafáctico, pero era una situación muy complicada, eso sí es verdad, y muy inestable. Claramente podía pasar cualquier cosa.
Y en esos términos, nosotros en abril escribimos un artículo que decía "lo peor ya pasó", porque era lo que veíamos, que la inflación ya estaba bajando y el combustible de la inflación iba siendo cada vez menos y está siendo cada vez menos.
Nadie podía decir que iba a bajar tan rápidamente al 4%, de hecho nuestras estimaciones eran un poquito más, eran del 5,5% porque no teníamos en cuenta que iban a pisar el aumento de tarifas pero sin duda eso tenía que pasar.
Y por otro lado, este año tenemos una enorme ayuda en el campo que ya se está viendo, y eso tiene mucho derrame en muchas cosas. Cuando veías con los datos de marzo, y ahora se ve mucho más claro con los datos de abril y algunos de mayo, te das cuenta que la economía claramente ha tocado fondo. ¿Quiere decir esto que la economía está creciendo mucho? No, sino que dejó de caer y muy de a poco se va reactivando.
¿Dejó de caer y entonces?
Empieza a hacer un dibujo en forma de U leve, lo que pasa es que todavía no se hace notar porque se están reflejando caídas muy importantes en términos anuales que claramente hay, pero no se está prestando atención a lo que viene ocurriendo en los últimos meses, que es lo relevante.
¿Qué sería?
Si miramos lo relevante, uno ve caídas anuales del 20% al 30%, pero si vemos abril versus marzo, o mayo versus abril, vamos a notar que esa tendencia comenzó a revertirse y empieza a levantar.
Si vemos indicadores de la industria, tanto del INDEC como privados, en términos anuales, las caídas están entre el 10% y el 17%. Ahora, si vemos el dato del INDEC de la industria de abril, respecto de marzo, este tiene un crecimiento del 1,7%. ¿Qué quiere decir eso, que ya empezamos a crecer? No, que dejamos de caer.
En la construcción, por ejemplo, vimos caídas anuales que van del 27% al 37%. Miremos lo que pasó con el indicador de la demanda de cemento: mayo contra mayo tuvimos una caída del 27% pero si ves el dato de mayo de 2024 contra abril de 2024, la demanda de cemento aumentó 9,5%.
¡Ah, qué dato interesante! ¿Esas variaciones mensuales son una referencia, son confiables? Digo, porque los economistas nos han acostumbrado a comparar el anual, o el semestral, o el trimestral.
A ver. ¿Por qué se compara el anual? Porque en igual mes entre un año y otro, pasa más o menos lo mismo. Si estás midiendo los shoppings, por ejemplo, y comparás noviembre contra diciembre, claro como no va a subir en diciembre.
Claro, si están las fiestas.
Bueno, pero hay técnicas estadísticas que permiten quitar ese sesgo estacional y comparar un mes contra el otro, sin que sea igual mes. Por ejemplo, en Mendoza, imaginemos que comparamos marzo contra febrero, bueno ahí tenemos una estacionalidad enorme y obviamente vamos a tener más actividad en marzo.
Pero estadísticamente, podés procesar esos datos y quitar la estacionalidad obteniendo datos desestacionalizados. Entonces, no es que sea mentira la enorme caída. Hemos tenido una caída muy fuerte, no la más grande que hayamos tenido porque la caída más grande fue la del 2002, que fue mucho peor que esta.
Pero qué es lo que estamos viendo, que esa caída podría haber tocado un piso en el primer trimestre. Y en el segundo trimestre, como ya tenés el agro a full y una cosecha muy superior a la del año pasado, bueno claramente se empieza a notar y podría empezar a verse algún crecimiento.
Ahora, esto no quiere decir que estemos bien ni mucho menos, porque si caímos 30% y ahora subimos el 5%, la verdad es que estamos un poquito menos mal que el año pasado, pero para nada se ha recuperado todo lo perdido.
¿Lo que decís es que se estaría notando un cambio de tendencia que después hay que confirmar?
Claro, hay que ver si se confirma o no, pero siempre y cuando no haya un shock político negativo muy importante, esta tendencia tiene que mantenerse. Ahora, si hubiese habido un shock negativo, como, por ejemplo, el rechazo a la Ley Bases, entonces, esa tendencia se podría haber abortado.
Si comparamos todo lo que se cayó entre diciembre y marzo, y de aquí en adelante evaluamos que tenemos una inflación muchísimo más baja, un panorama internacional un poquito mejor, algo más de apoyo político y una situación del agro muy buena, es muy difícil que la economía sea de acá a fin de año tan mala como lo fue entre diciembre y marzo.
Podemos discutir cuán rápido más vamos a salir, si va a estar estancada o no, pero el nivel de caída que hemos tenido no lo vamos a volver a tener, salvo que tengamos una catástrofe política.
Y en la tasa de inflación pasa lo mismo. Hoy estamos en el 4% y las proyecciones, si siguen haciendo lo que están haciendo y no hay malas noticias desde el punto de vista político, podríamos estar a fin de año en un 2% mensual.
¡¿Un 2%?! ¿Es posible? Porque las últimas evaluaciones de los economistas afirmaban que se podía llegar más o menos rápido al 4% pero que después iba a ser muy difícil y lento perforar ese piso.
Nuestras estimaciones, en febrero, cuando la inflación volaba, eran exactamente estas. ¿Por qué muchos planteaban estas dudas? Porque había que ver si el Gobierno nacional podía mantener el ajuste fiscal, si la situación social no estallaba, etc.
Ya estamos en junio y a nosotros, en febrero, los cálculos de inflación para esta parte del año, no nos daban 4% pero si nos daban 5% y si se hubiese hecho el ajuste de tarifas que se ha postergado probablemente hubiéramos estado ahí.
Entonces, si nos paramos en junio y miramos para adelante y para atrás, claramente los próximos 6 meses van a ser mucho mejores que los 6 meses pasados, tanto en actividad económica como en inflación.
Ahora, el Gobierno tiene que seguir haciendo cosas y si las hace, pero con este equilibrio fiscal, con esta nafta desde el punto de vista monetario, se puede volver a tasas del 15% anual.
Te pregunto: ¿El Gobierno no está de alguna manera atrapado en el éxito de bajar la inflación? Porque ahora no puede parar, no puede quedarse en una inflación del 4% o el 5% mensual durante un año o más porque la recesión es muy grande.
¡No, no, claro! Si la inflación se estancara en el 4% mensual el plan del Gobierno nacional fracasaría en seis o siete meses.
¡Uff! Claro, es que todavía está todo muy parado para esta inflación. Con el gobierno anterior, cuando se estaba con similar inflación que ahora, la diferencia era que había mucha actividad económica.
Claro, pero porque, además, si se estanca nos volvemos carísimos en dólares. La inflación tiene que seguir bajando. El Gobierno está en el medio de la carrera, se han logrado cosas importantes, pero falta muchísimo, lo cual es una obviedad.
Por eso digo que la situación va a seguir siendo complicada por más que mejore y estemos mejor que en los últimos seis meses. No es que vaya a venir una reactivación brutal.
Entonces, en esto que me decías del problema de tener éxito, yo te diría que hoy a la Argentina no está entrando plata, no están entrando inversiones, pero si al país le empieza a ir bien y pueden sacar el cepo y todo eso, seguramente va a entrar plata y el valor real del dólar va a seguir cayendo.
¿Cómo cayendo, si ha estado subiendo?
El tipo de cambio nominal sí, subió hasta cerca de $1.300 y aflojó en los últimos días, pero el tipo de cambio real viene cayendo y va a seguir cayendo y te digo por qué: hay una relación inversa entre el valor del dólar y los salarios en la Argentina.
Cuando el dólar está alto los salarios están planchados y si los salarios se recuperan el valor real del dólar, en términos de poder adquisitivo, se cae. Cuando miramos hoy como está la economía argentina, está claro que los salarios están muy bajos y que tienen que mejorar.
Ahora, para mejorar los salarios y no tener inflación antes hay que mejorar la economía, para generar más demanda de empleo y que aumente el empleo junto con el salario.
Entonces, si entran capitales y la economía se reactiva en serio, vamos a tener un tipo de cambio real del dólar mucho más bajo porque si la economía mejora, los salarios tienen que mejorar y eso baja el tipo de cambio.
¿Y eso cómo se regula? Porque se caería en la paradoja de que se reactiva el mercado interno, pero cuando se va a exportar al exterior estaríamos caros en dólares.
No sé si muy caros, pero vamos a estar un poco más caros que ahora. Dicho esto, pongámonos la mano en el corazón: ¿Puede parecer normal que vengan brasileños en distintos vuelos a la provincia para casarse en Mendoza?
Y no, obviamente, jaja.
Y bueno, es una situación de enorme desequilibrio y la contracara de ese desequilibrio no es solo que el dólar sea muy alto, sino que los salarios son paupérrimos.
Claro, como no es normal ir a comprar zapatillas a Chile.
Por supuesto. Yo tengo una amigo en Suecia que cruza un puente y pasa a Dinamarca y va a comprar porque es más barato, pero aún así, no se compara con esta situación que vivimos aquí, que la gente se corre el riesgo de ir a comprar y quedarse varada aún sabiendo que va a nevar. Esto refleja ese desequilibrio y estado de locura.
En los años '90, antes de que empezaran los problemas, por el año 1996, ¿sabés cuánto era el tipo de cambio a valores de hoy? Cerca de $600 por dólar. Si hoy tuviéramos ese tipo de cambio nos morimos porque hoy tenemos impuestos muchísimos más altos que en aquella época y porque la economía está mucho peor en términos de regulaciones.
Entonces, la clave está en resolver esos problemas y no el tipo de cambio, porque si vos tocás el tipo de cambio, lo que estás haciendo es tocar el salario.
¿O sea, que si tenemos una lluvia de inversiones y eso nos hace caer el precio del dólar porque sobran dólares, no se arregla pisando más o menos el precio del dólar sino haciendo ingeniería en la economía? ¿Cómo hacen el resto de los países con esta problemática?
Todos los países que mejoraron se les cayó el tipo de cambio real, los salarios subieron y cómo lo afrontaron, bajaron los costos y fueron más eficientes.
¿Esto para que puedas ir a competir con precios en dólares exportando más barato? Porque sino el exportador ya viene caro con el dólar y tiene que bajar para competir con el precio.
Claro. Pongo un ejemplo: Mendoza tiene dos impuestos muy malos para la economía, ingresos brutos y el impuesto a los sellos. La recaudación de esos impuestos en términos de la producción de Mendoza hoy es el doble respecto del año 1996. Ahora, ¿por qué no lo notamos, no nos damos cuenta? Y, porque la inflación te tapa todo.
Cuando se baja la inflación, todos esos trapitos salen al sol y todas esas ineficiencias se vuelven enormes. En los años '90 había una movida muy grande por bajar ingresos brutos porque estaban desesperados por bajar costos.
Entonces, así funciona la economía moderna. Cuando tenés una inflación alta, tapa todo, y en ese lío ni te das cuenta. Hoy los empresarios no han estado mirando sus costos, sino que han estado mirando cómo sobrevivir, cómo hacer alguna ganancia financiera, pero planes de mejora competitiva, mejora de eficiencia, ¿a quién se le ocurriría con una inflación del 300% anual?
Vamos a una economía que, si mejora, el valor del dólar va a bajar, los salarios van a subir y no vamos a ver brasileños viniendo en masa con sus amigos a alquilar una bodega a Mendoza para casarse.
¿Y eso sería con una inflación mensual del 2%?
No, 2% mensual es muchísimo. Tendría que bajar más para estar en 2025 en niveles razonables del 15% anual.
O sea, estamos lejos todavía de ese escenario.
Falta, pero es lo que está pasando. Si tomamos el dólar blue, que está cerca de los $1.300 y lo comparamos a valor real con el precio que tenía en octubre del año pasado, aquel valor de octubre sería igual a $2.500 de ahora. Es decir, mira cuánto ha bajado.
Es más, recordemos que, en ese momento, en octubre, venían los chilenos a Mendoza y compraban de todo. Venían a hacer las compras al supermercado. Pero bueno, todavía falta mucho por hacer, la Ley Bases es apenas una muestra de lo que hay que hacer. Tenemos impuestos que son una locura como el impuesto PAIS, o el impuesto a los cheques, o los mismos ingresos brutos.
¿Pero no va a ser un problema para el Gobierno nacional reducir el impuesto PAIS como anunció el ministro Luis Caputo? ¿De dónde van a sacar la plata que dejen de recaudar allí?
Es que la idea del Gobierno nacional era reemplazarlo con el restablecimiento del impuesto a las Ganancias, que es un impuesto al ingreso que hoy no lo está pagando casi nadie y la gente lo termina pagando a través de otros impuestos como el impuesto PAIS, que provoca que todo sea más caro.
Por lo que, si la Cámara de Diputados de la Nación no restablece el impuesto a las Ganancias, para el Gobierno nacional va a ser muy difícil reducir y más aún sacar el impuesto PAIS.
Ahora, ¿cuál es la solución en el tiempo? Qué la economía crezca. Si la economía crece y el gasto se mantiene controlado, eso permitiría ir eliminando estos impuestos. Pero falta mucho todavía. Si no hay problemas desde el punto de vista político y social, los próximos seis meses deberían ser mejores. Entonces, no estás creciendo pero es un dato muy relevante que la caída empieza a disminuir.
Ver: Una mala para Caputo: renunció su número dos en el Ministerio de Economía
Ver: El FMI presiona para que Milei restituya el impuesto a las Ganancias