La directora de Reale Dalla Torre Consultores revela cuál es el índice que pone fin a un gobierno.
Reale al Post: "Las alertas para Milei son los ingresos, la salud y el empleo"
Después de 4 meses de motosierra, al presidente Javier Milei le sigue yendo bien con la ciudadanía que lo apoya a pesar de que reconoce que pierde por goleada. Sin embargo, las luces rojas empezaron a encenderse.
Así lo detectó Martha Reale, directora de Reale Dalla Torre Consultores, en su relevamiento del Monitor Social realizado a fines de marzo.
Se encendieron las luces rojas por la caída del empleo y del poder adquisitivo. Pero hubo otra luz, mucho más roja que las otras dos, que se ha activado. Es la cobertura de salud, que viene reflejando una caída pronunciada, con un agravante: los que pierden no pueden reemplazarla por otra.
En un mano a mano con el Post, desandamos con Martha Reale este fenómeno de Milei, para ella extrañísimo e inédito, y también sondeamos cuál es el índice que da la señal a cualquier presidente de que su telegrama de despido está firmado.
Hicieron un relevamiento sobre el humor social, tema que tiene intrigada a la dirigencia. ¿En qué nivel está ese humor con el ajuste y la recesión que hay?
Nosotros estamos haciendo un monitor social. El primero de la Era Milei lo realizamos a fines de enero y la idea es hacerlo bimestral, por lo que este, realizado del 27 al 30 de marzo, es el segundo que hacemos.
¿Y qué resultados dio?
Que a pesar de que hay un 77% de los argentinos que define su situación económica como negativa, la imagen del presidente Javier Milei mejoró significativamente en 5 puntos en el diferencial, que es la diferencia entre imagen positiva y negativa, resultando en un 55.7% de imagen positiva y 37,2% de imagen negativa.
Ese diferencial favorable para Milei es ahora del 18,5% a fines de marzo contra el 13,5% que detectamos a fines de enero. Mientras tanto, su imagen positiva creció un 1,4% subiendo de 54,3% a 55,7%.
¡Qué curioso!
Si, nos llamó mucho la atención, porque la mayoría de los indicadores son malos, son negativos. Más allá de que el 77% define su situación económica actual como mala, también registramos otros aspectos en el ranking de preocupación ciudadana que creemos que son alertas para el Gobierno.
Pero hay mucha gente que no entiende por qué el presidente Milei mejora su imagen cuando el contexto actual es tan negativo, por esa razón hemos empezado a hacer alguna experiencia en redes con la consultora para explicarle esto a la gente.
¿Y por qué mejora su imagen a pesar del contexto?
Nuestra conclusión es que el presidente fue muy asertivo en esto de que ha evitado una hiperinflación. Es decir, después del salto devaluatorio de diciembre, en donde la inflación llega al 25%, empieza a bajar en enero, febrero y marzo, generando una sensación de que efectivamente evitó la hiperinflación.
Y la verdad es que no sabíamos si iba a haber o no una hiperinflación, pero él lo dijo y la gente le dio el crédito de que iba a ser así. Entonces, esto explica por qué mejora su imagen. De hecho, mejoran los índices a fines de marzo, mejora el índice de optimismo 3,5 puntos y disminuye también el de pesimismo en un 8%.
Con lo cual, son todos condimentos que nos obligaron a hacer un ejercicio mucho más profundo para entender por qué ocurría esto, porque ya estábamos en marzo, empezando a transitar los primeros ajustes tarifarios, sobre todo en el interior del país, con el ajuste de la tarifa de la luz que se sintió fuerte.
¿Por ese solo motivo?
Bueno, uno de los motivos fue ese. Yo estoy convencida que esa narrativa de él sobre el riesgo de la hiperinflación que luego no sucedió le ha redituado políticamente.
¿Más allá de que fuera cierto o no de que había riesgo de hiperinflación?
Claro, es que la gente lo creyó, creyó que iba a suceder, sobre todo con un 25% de inflación en diciembre, creyó que iba a ocurrir. De hecho, con todos los economistas que hablé el año pasado, gran parte de ellos llegaron a pronosticar para este año un 300% de inflación. Entonces, que esto no haya sucedido, evidentemente le ha reportado algún beneficio al presidente.
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¿Y los otros motivos?
Después está un dato mucho más profundo que el de haber evitado una hiperinflación, que es el trauma del pasado. Hay un porcentaje importante de la población que tiene un rechazo explícito a todas las medidas implementadas por el kirchnerismo en el pasado.
Y eso, lo que genera, es una respuesta emocional intensa en una parte importante de la sociedad, que hace que haya una desconexión entre la realidad actual y las expectativas de futuro. Hay una mixtura entre estos hechos más objetivos y esa percepción mucho más profunda.
¿Si interpreto lo que decís es que, como umbral de rechazo, todavía pesa más el pasado reciente que la crisis actual?
Exacto, y esto pesa más porque el porcentaje que votó a Javier Milei no le endilga a él los males del presente, sino que considera que eso es responsabilidad del Gobierno anterior, de 20 años de kirchnerismo y demás.
Entonces, la cuestión es que podíamos entender los niveles de apoyo, pero lo que sorprendió en este último dato del Monitor Social es que además esos niveles de apoyo mejoren en un contexto tan magro para la economía del país y los bolsillos de la gente.
Bueno, deduzco por mi parte, que el hecho de que lleve tres meses consecutivos bajando la inflación le debe estar pagando muy buenos dividendos al presidente, tantos, que se mantiene en medio de semejante crisis.
Por supuesto, porque la sociedad vio durante años como su poder adquisitivo se iba esmerilando con la inflación galopante que teníamos, entonces, sin duda, el hecho de que haya una tendencia descendente ayuda en una sociedad que tiene expectativas más modestas y explica por qué sucede esto con la imagen y los niveles de aprobación de Milei.
Hablaste al comienzo de que también detectaron aspectos negativos.
Si, por supuesto, hay alertas para el Gobierno, que son muy concretos.
¿Ya se empezaron a encender luces rojas?
Ya se empezaron a encender luces rojas, con un fuerte aumento en el nivel de preocupación por la pérdida del poder adquisitivo, no solamente por la comparativa bimestral, sino, incluso, en la comparativa interanual, donde aumenta muy fuerte la preocupación por el empleo.
Además, hay una derivación en un tema que para nosotros es muy delicado, que ha estado en el tope de la agenda en los últimos días, que es la cobertura de salud, por lo que las alertas para Milei son la caída de los ingresos, el empleo y sobre todo la salud.
¡Ah! No es solo un debate sobre las prepagas.
Mirá, nosotros registramos en la comparativa bimestral que hay un 8% más de ciudadanos que hoy no tienen cobertura de salud. Cuando medimos esto, a fines de enero fue de 38% y hoy fue del 46%, según los datos de nuestra encuesta.
¿Cómo hacés la cuenta de la proyección? ¿Tomás la cantidad de argentinos, que son alrededor de 50 millones, le aplicás el 8%, que te daría 4 millones de personas. ¿Ese es el número?
Bueno, el dato preciso daría 3,7 millones de personas, pero esto es una encuesta, no un censo. Igual estimo que es un número bastante aproximado a la realidad.
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¡Pero eso es muchísimo!
Es muchísimo. Ni hablar de que las empresas prepagas también pierden. A fines de enero, el 10,9% de las personas decían tener una cobertura de medicina prepaga y a fines de marzo ya era el 7,4% y seguramente cuando volvamos a medir será menos aún, porque han seguido incrementando los costos y van perdiendo afiliados mes a mes.
¿Esa gente que se baja de la prepaga, no necesariamente tiene una obra social a donde ir a resguardarse?
Por supuesto que no, de hecho, los afiliados de obras sociales también disminuyen. Lo teníamos en 50,7% a fines de enero y ahora lo tenemos en 46%, y todo eso fue abultando el porcentaje de los que dicen tener sólo la asistencia del sistema público.
Así que, después veremos qué sucede entre la imagen favorable de Milei y estos datos que no son alentadores, sobre todo en abril y en mayo, donde vamos a tener los aumentos de la factura del gas y los incrementos en el sistema del transporte público.
¿Y qué puede suceder?
Si el salario real no va recuperándose a la par, obviamente los próximos meses pueden ser aún más difíciles que el primer trimestre. No digo que vaya a ocurrir, digo que es una posibilidad, por eso lo marco como una alerta a la que el Gobierno nacional debe prestar atención.
¿Cuántos años hace que hacés relevamientos y encuestas?
Casi 23 años.
¿Hay una medida, una señal, un elemento que vos ya tengas identificado en las encuestas, y que te da la pauta que la gente cambió y que todo se vaya a pudrir para Milei o para quien esté en el poder?
Lo que me preguntás me lo han preguntado reiteradamente en los últimos días, sobre todo empresarios, el círculo rojo.
Están preocupados.
Si, porque hay sorpresa, impacto, respecto de los márgenes de tolerancia de la ciudadanía y este informe refleja muy bien que el margen de tolerancia casi no se altera. Nosotros preguntamos a la gente cuánto tiempo puede esperar, tres meses, seis meses, un año, más de un año, y realmente los resultados positivos respecto del mes de enero no se alteraron.
La gente le hace el aguante como se dice en la calle.
La verdad es que nunca vimos algo como esto. La imagen y los niveles de aprobación del oficialismo siempre están muy asociados al impacto de la situación económica, del bolsillo de la ciudadanía. Es la primera vez que ese impacto es negativo y a la vez tiene un gobierno con un alto nivel de adhesión.
¿Y esto se sostiene?
Creo que todo va a depender mucho de que el presidente logre en los próximos meses que la gente que lo votó tolere unos meses más, pero él va a tener que conseguir en algún momento señales de reactivación, porque va a llegar un punto en que la baja de la inflación se va a naturalizar y ya no le va a redituar.
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Vuelvo a preguntar. ¿Hay un número que diga, según tu experiencia relevando encuestas, que indique el rango, el umbral de dolor de la ciudadanía es seis meses, un año, o más y después estás a tu suerte?
El antecedente más parecido, que es similar, es el de la primera presidencia de Carlos Menem (1989-1995), que el primer año fue bastante caótico, con cambios en el Ministerio de Economía, cambios en los planes económicos, pero con una diferencia muy significativa: era un gobierno peronista, con toda la estructura que tiene soportándolo, entonces tenía un poco más de margen para el ensayo de prueba y error.
Javier Milei no tiene nada de eso que tenía Carlos Menem y aun así la ciudadanía lo sigue sosteniendo. Por eso digo, que además del dato objetivo, hay mucho análisis psicológico, con esto del trauma del pasado.
Ahora, si vos me decís cual es el dato que evaluamos siempre, con respecto al éxito o al fracaso de los gobiernos, ese dato es el de la evaluación prospectiva, mucho más que la situación económica actual.
Porque la gente puede sostenerte, como pasó en ese momento con Menem. Él también fue muy asertivo en su narrativa de que estamos mal pero vamos bien y esto Milei lo está reeditando, con la diferencia nada menor de que es un outsider, contra la trayectoria de Menem, que en ese momento había sido dos veces gobernador.
Y que Menem no dijo nada en la campaña presidencial de lo que finalmente hizo. Es más, dijo todo lo contrario.
Claro, además dijo todo lo contrario. Por eso digo que estamos ante un escenario inédito y creo que nadie sabría decir cual es el punto de inflexión.
A Raúl Alfonsín, después del Plan Austral en 1985 se le empieza a complicar con la inflación en 1987 y la ciudadanía lo aguanta dos años hasta que explota. A Fernando De la Rúa, le ocurrió igual, aunque no tenía inflación sino una brutal recesión heredada del gobierno de Menem, y la gente también lo aguantó unos dos años, hasta el 2001.
Bueno, pero fijate que el último año del gobierno de De la Rúa tuvo índices de popularidad muy bajos. Es verdad que la gente te pueda esperar dos años, pero acá lo sorprendente es que aguante este cimbronazo con altos niveles de adhesión.
Me acabás de responder la pregunta con la que vengo insistiendo. Acabás de dar la clave: ese número que te da la señal es el índice de popularidad.
Exactamente, por eso Milei se ha transformado en un obsesivo de las encuestas. Él sabe que en el momento que se le caiga la popularidad se le termina todo, sobre todo porque no tiene más respaldo que el de la gente común, por eso es que mide todo el tiempo.
De todas maneras, más allá del índice de popularidad que tiene, que va sosteniendo todas las medidas del Gobierno, inclusive cuando vemos niveles de improvisación que asustan, como vimos el otro día con la disputa oficialista por la presidencia de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación, aún así, es evidente que las fuerzas del cielo lo sostienen, porque es complicado tener estos márgenes de aprobación cuando el impacto en el bolsillo es tan grande.
Lo que uno nota en la calle, conversando al azar, es que la gente te dice que Milei está haciendo lo que dijo, valoran eso y entienden que hay que hacer el sacrificio. Es llamativo.
Justamente, lo que le valora la gente y por eso lo sostiene es que lo ven honesto. Más improvisado, menos improvisado, más loco, menos loco, al final es transparente y eso es un activo fenomenal para un dirigente político. Te diría que es el activo más importante que puede tener un dirigente político hoy.
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¡Claro! Después, como decíamos al principio, cuidado, porque la gente va a naturalizar todo, la baja de la inflación, la sinceridad de Milei, y va a pedir más, porque al final del recorrido siempre te van a pedir resultados.
Entonces, digo, un principio de un punto de inflexión podría ser la aprobación de la Ley Bases y el Pacto de Mayo. Si eso prospera, es bastante probable que Milei cuente con herramientas más potentes para hacer las reformas que necesita hacer, sobre todo la reforma laboral que es vital porque estamos viendo datos de empleo que están preocupando mucho.