El mendocino, funcionario nacional de la Cancillería, dimensionó el cambio de posición de Europa.
Carmona al Post: "Hemos puesto a Malvinas en la agenda birregional"
Para Guillermo Carmona, actual secretario nacional de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, recuperar las islas Malvinas no es imposible. Puso ejemplos internacionales ya concretados.
Su visión es que hay que estar atentos a las oportunidades que brinda la dinámica del espacio internacional, las relaciones entre los distintos países y bloques regionales para aprovecharlas a nuestro favor.
Destaca que esto es exactamente lo que hizo Argentina para lograr que hace pocos días, la Unión Europea reconociera el reclamo de soberanía sobre las Malvinas, en un documento conjunto tras una cumbre entre la Unión Europea y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos).
Carmona, pone sobre relieve, que supimos aprovechar a nuestro favor el conflicto del Brexit que motivó la salida británica de la Unión Europea y que debilitó internacionalmente a los ingleses.
¿Qué significa este reconocimiento de la Unión Europea?
En esencia, lo que ha ocurrido, es que en la agenda de relacionamiento entre la Unión Europea y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), ha quedado incorporada por primera vez la cuestión Malvinas.
Esto se ha concretado mediante la incorporación de un párrafo, que está precedido por un párrafo que hace de marco, y luego a continuación, hay otros párrafos que también tienen un enorme significado sobre el tema.
El párrafo específico que habla sobre la soberanía de las islas Malvinas, que es el párrafo 13, expresa que la Unión Europea toma nota, es decir que reconoce la histórica posición sostenida por América Latina y el Caribe sobre la cuestión Malvinas.
Es un reconocimiento de la posición de apoyo de los países de la CELAC a la Argentina por el reclamo de soberanía de las islas.
¿Esto que usted señala literalmente como "tomar nota", en idioma diplomático es reconocer?
Es así, es un reconocimiento de relevancia y hay dos cosas en ese sentido: que en la declaración no se van a encontrar otros temas que tengan que ver con alguna otra causa nacional de otros países latinoamericano porque Malvinas ha sido considerada como una causa regional.
Y lo segundo, es que va a quedar incorporada a la agenda birregional que vincula a ambos bloques.
En el párrafo precedente, el 12, la Unión Europea reconoce que América Latina sea una zona de paz, y esto tiene mucho que ver con el contexto de Malvinas, porque para nosotros, para los países latinoamericanos y caribeños, y para los países africanos, el Atlántico Sur es zona de paz y cooperación y tiene que ver con nuestro reclamo de desmilitarización de Malvinas.
Ver: CELAC rechazó que el Reino Unido intente enviar militares a Malvinas
Y el párrafo 14, se destacan como de común interés los principios del derecho internacional, que tienen mucho que ver con nuestra reivindicación sobre Malvinas.
Me refiero al respeto sobre la Carta de las Naciones Unidas, el principio de integridad territorial, y el de búsqueda de una solución negociada de las controversias internacionales.
Son tres párrafos que a nosotros nos sirven de contexto para la cuestión Malvinas, que es muy importante.
¿Cómo se llegó hasta aquí?
En el comienzo de 2021, las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur eran para la Unión Europa territorios de ultramar europeos. ¿Por qué? Porque hasta esa fecha, Gran Bretaña fue parte de la Unión Europea y al reivindicar su soberanía sobre Malvinas y el resto de las islas, la Unión Europea reconocía como propio el reclamo de su Estado parte.
Con el Brexit (la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea) que entró en vigor el 1 de enero de 2021 y se materializó en mayo de 2021, nosotros logramos que dejara de ser así. Es decir, antes para ellos Malvinas era europea y ahora reconocen nuestro reclamo de soberanía"
Pero ya veníamos antes trabajando, en generar condiciones para que esto no terminara ahí, sino que se consiguiera un reconocimiento de parte de la Unión Europea como una disputa de soberanía, como un caso de descolonización, en el que se tiene que reclamar al Reino Unidos que se resuelva en un marco de negociación.
Eso fue lo que hicimos nosotros desde la gestión de la Cancillería desde que asumió el presidente Alberto Fernández. A mi me tocó, cuando asumí en setiembre de 2021, ir a la Unión Europea a reunirme con parlamentarios y miembros de distintas comisiones, en Bruselas, en la búsqueda de este reconocimiento de Malvinas.
Y la verdad es que allá había mucha reticencia porque el Reino Unido ha seguido manteniendo relación con la Unión Europea. Más allá de que ya no es un Estado miembro, ellos tienen una relación política, económica y comercial importante.
En ese contexto, en un trabajo que no solo fue de nuestra Secretaría, sino que también involucró a nuestra Embajada en Bruselas, a las subsecretarías de Políticas Exterior y de Asuntos Latinoamericanos, en un trabajo coordinado, realizamos distintas gestiones que nos llevaron a este reconocimiento.
¿Qué medida hay que darle a este reconocimiento?
Es un hito, que marca que Europa pasó de considerar como territorio europeo a las islas Malvinas y aledañas, a reconocer ahora el reclamo latinoamericano y argentino sobre este territorio.
Para esto tuvimos dos escalas intermedias el año pasado. En abril, conseguimos un reconocimiento muy importante de EuroLat, la cumbre que reúne a los parlamentarios europeos y a sus pares latinoamericanos y caribeños, que se hizo en Buenos Aires justo cuando se cumplían los 40 años de la guerra de Malvinas
El otro hito intermedio fue en junio del año pasado, cuando también conseguimos en una reunión bilateral entre la Argentina y la Unión Europea una referencia a Malvinas.
Esto ha implicado una tarea que los ha involucrado personalmente al presidente Alberto Fernández y al canciller Juan Pablo Cafiero, porque el hecho de que en cada foro regional e internacional ellos hayan ido planteando el tema de Malvinas, ha creado condiciones para que esto se haga posible.
Ver: La historia de un héroe de Malvinas, en "el otro" avión de la rotonda
La presencia del presidente y del canciller en este último encuentro, como así también del equipo negociador, ha sido sumamente importante porque eso le da relevancia. Si ellos no hubiesen estado, no se hubiese insistido con el tema ni tampoco operado con nuestros funcionarios diplomáticos y no hubiera sucedido. Es un esfuerzo conjunto muy importante donde el apoyo latinoamericano es clave.
¿Cuál es el próximo paso?
Nosotros queremos ir ahora a un grado mayor. Conseguir expresamente que la Unión Europea inste al Reino Unido a tomar las negociaciones por la soberanía de las Islas Malvinas.
¿Es posible eso?
Por supuesto. Doy un ejemplo. España históricamente lo hace porque tiene una situación similar a la nuestra con el Peñón de Gibraltar y tenemos reciprocidad, pero en la última Cumbre Iberoamericana que se hizo este año, todos los países iberoamericanos más España y Portugal instaron al Reino Unido a que se inicien las negociaciones, es decir ya tenemos dos Estados europeos solicitándolo.
Nosotros aspiramos a que esto sea una posición de los 27 Estados que conforman la Unión Europea.
¿En lo fáctico, cuántas chances reales hay de ir a sentarse a una mesa de negociación con este reconocimiento que ha hecho la Unión Europea sobre Malvinas?
Cada reconocimiento internacional que obtenemos y cada apoyo a la posición argentina que tomamos nos acerca más a la posibilidad de que tengamos una negociación con el gobierno británico porque profundiza su aislamiento y le da fortaleza a la posición argentina.
Esto funciona así: el proceso de descolonización no involucra solamente al Reino Unido y la Argentina, sino que se hace bajo los auspicios y resoluciones de las Naciones Unidos, por lo que la posición de la comunidad internacional es muy importante.
Si el Reino Unido no cumple, tiene costos políticos y de otra naturaleza, sobre todo en la reputación internacional, que para las grandes potencias son fundamentales.
Entonces, no se trata de una mera declaración, como se intenta relativizar, sino que hemos puesto a Malvinas en la agenda birregional con un bloque político y económico supranacional que es uno de los principales ámbitos de integración en el mundo.
Lo otro que es importante, y es la mejor prueba para constatar el impacto que esto tiene, es la reacción que han tenido los británicos, que cuando vieron que estábamos consiguiendo esto, operaron al más alto nivel para evitarlo.
Esto ha tenido un enorme impacto para ellos, llegó a intervenir el canciller británico, el ministro de Relaciones de Exteriores del Reino Unido, intentando que no estuviera Malvinas en la negociación y no lo consiguió. Hicieron todo lo que pudieron para evitarlo y no lo lograron.
Por eso, nosotros lo calificamos como un triunfo diplomático argentino que está a la vista, además de la enorme torpeza de los británicos, evidenciando la fuerte desesperación por parte de ellos de que esto ocurriera, lo que además ha quedado reflejado en un importante medio periodístico internacional de origen inglés. Es muy impresionante eso.
Claro, en otras ocasiones el Reino Unido resolvía esto con una declaración protocolar de su gobierno porque sabía que no iba a prosperar.
Totalmente, y también es evidente que los europeos filtraron que los británicos habían estado haciendo gestiones y esto habla de un estado de la relación del Reino Unido y la Unión Europea, al parecer complicado. Tengamos en cuenta que el Brexit sigue haciendo crujir la relación entre ambos.
¿El Brexit ha sido un motivo real para generar esto?
Siempre vimos al Brexit como una oportunidad para esto, lamentablemente en el gobierno de Mauricio Macri, por las posiciones condescendientes que tuvo con el gobierno británico, esa etapa de salida de Gran Bretaña de Europa no la pudo aprovechar la Argentina.
Recién en nuestro gobierno, que reasume la política de Estado con la cuestión Malvinas y con el eje en la soberanía, pudimos empezar a operar para conseguir estas declaraciones a favor de nuestra posición y esperamos que nuestro próximo gobierno o el que sea, le dé continuidad a esta política que nosotros estamos llevando adelante, que es la que consagra la Constitución Nacional.
¿Cual es la ruta que hay que seguir para profundizar esto?
En primer lugar, continuar con la persistencia en nuestro reclamo diplomático, nuestra reafirmación territorial en el área austral, es decir todas las acciones que garanticen una mayor presencia, que le den credibilidad al ejercicio de soberanía argentina en la Patagonia, en nuestra proyección antártica y en el Mar Argentino.
En segundo lugar, seguir sumando apoyos internacionales y el aprovechamiento de las oportunidades que da el escenario internacional. Ahora estuvo el Brexit, que fue como aprovechar una palanca en un momento en que se ha producido un evidente debilitamiento del Reino Unido.
La Unión Europea está hoy, evidentemente, priorizando la relación con América Latina por encima del conflicto que le ha generado el Brexit con el Reino Unido.
¿Qué los motiva a ellos a priorizarla?
Hay situaciones estructurales y otras coyunturales. Entres las estructurales, te mencionaría el hecho de que los países latinoamericanos y caribeños tenemos fuertes vínculos con Europa, tanto económicos como comerciales.
Pero también hay un factor coyuntural. Por ejemplo, la llegada de Lula a la presidencia en Brasil, siendo este país la principal potencia de la región ha generado un nuevo escenario de relacionamiento.
Tengamos en cuenta que durante la etapa del ex presidente Jair Bolsonaro, Brasil se fue de la CELAC y planteó una etapa de confrontación con la Unión Europea por los cuestionamientos de esta al desastre ambiental que generó Bolsonaro en el área amazónica.
Entonces, hay un contexto como la vuelta de Lula a la presidencia, el liderazgo argentino en la CELAC con la presidencia pro tempore que tuvo muchos gestos hacia la Unión Europea, la buena relación de los otros presidentes de la región, independientemente de lo ideológico, y hay un enorme interés europeo en intensificar la relación económica y comercial con nuestra región.
Esta negociación de la relación Mercosur y Unión Europea está dentro de este contexto. Nos está costando ponernos de acuerdo en los términos, pero hay una expresión de interés muy fuerte que está muy vigente en las conversaciones de un lado y del otro.
¿Hay un proceso de descolonización similar al caso Malvinas como para mirarse en un espejo?
El caso Malvinas no es igual a ninguno y es calificado como un caso especial de descolonización porque la población que reside en las islas es una población de origen británico a la que no se le reconoce, ni desde la Argentina ni desde la Naciones Unidas, derechos de autodeterminación, porque han sido una población implantada como parte de la estrategia de colonización.
Cuando se invadieron las islas en 1833 se expulsó a la población argentina que había en Malvinas y la reemplazaron por una población británica, y han puesto todas las barreras para que no haya argentinos que puedan incidir en la voluntad popular.
Si hay casos que tienen similitud, como en este momento ocurre el archipiélago de Chavos, donde por circunstancias de oportunidad el Reino Unido ha iniciado una instancia de negociación con la República de Mauricio, que es el Estado que reclama soberanía sobre ese archipiélago. Eso está en curso en este momento.
Pero desde la década del 60 hasta no hace muchos años hubo muchos casos. El más reciente es el de Timor Oriental, en la Polinesia que ya se ha resuelto. Hay 17 casos por resolver, de los cuales 10 tienen como potencia colonial al Reino Unido y venimos de más de 70 casos y se ha ido reduciendo significativamente.
Siempre pongo como ejemplo el caso del canal de Panamá y el de Hong Kong (China) porque no son iguales a Malvinas, pero marcan algo que mencioné antes, que es el hecho de que tanto Panamá como China aprovecharon oportunidades que se abrieron en ese momento para lograr el objetivo de recuperar esos territorios que estaban ocupados por potencia colonial.
En el caso de Panamá, fue la llegada de Jimy Carter a la presidencia de Estados Unidos (en la década del 70) y un cambio de la orientación política hacia América Latina de Estados Unidos.
En el caso de Hong Kong, fue un proceso de apertura de la economía china a las potencias occidentales y el interés de las potencias occidentales, entre ellas el Reino Unido, para lo cual la situación en Hong Kong resultaba fundamental.
No tengo la menor duda de que vamos a lograr el objetivo de la recuperación de la soberanía aprovechando las oportunidades que se vayan ofreciendo. Hoy estamos haciendo todo lo posible por aprovechar una condición favorable que ha ofrecido el Brexit, un mal paso del Reino Unido del que ya hay muchos arrepentidos allá y resulta muy favorable para nosotros.